Mientras que la Organización Mundial de la Salud recomienda un porcentaje de cesáreas no mayor al 15% de los nacimientos, en México se practicó al 45.1% de las mujeres embarazadas entre el 2007 y 2012. En Sinaloa la situación se agrava al 51.2% para el mismo periodo. ¿Cuándo se hace necesario este procedimiento? ¿Tiene consecuencias a largo plazo? ¿Qué es el parto humanizado? ESPEJO te responde estas y otras dudas.

Las cifras lo corroboran. Cada vez más mujeres prefieren dar a luz por medio de cesárea por encima del parto natural, incluso cuando no existe una justificación medica más allá de la facilidad de programar la fecha del nacimiento, la ausencia de dolor y el poco tiempo del procedimiento en comparación con un parto vaginal.

Hay que  darle a las pacientes la oportunidad de tener un parto natural, aunque la cesárea por decisión es éticamente válida, si la paciente lo pide no se le debe de negar.

Dr. Fred Morgan, Presidente del Colegio de Ginecología y Obstetricia

“La cesárea es una de las intervenciones quirúrgicas más frecuentes en todo el mundo y su frecuencia sigue aumentando sobre todo en países de ingresos altos y medianos. Aunque permite salvar vidas, a menudo se practica sin que existan indicaciones clínicas, lo cual pone a las madres y a los niños en riesgo de sufrir problemas de salud a corto y a largo plazo”.

Así inicia la más reciente declaración de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ante el alarmante incremento en el número de cesáreas en el mundo, las cuales —agrega el organismo— pueden ser necesarias cuando el parto vaginal suponga un riesgo para la madre o el niño, pero también puede ser causa de complicaciones, discapacidad y, en casos extremos, la muerte.

El documento también señala que en América Latina el 38.9% de los partos se realizan por cesárea. En el caso de México este porcentaje aumenta a 45.1% y en Sinaloa sube aún más, hasta alcanzar el 51.2% de los casos entre 2007 y 2012.

Causas de cesáreas innecesarias

En el reporte sobre cesáreas de la Encuesta Nacional de Salud 2012, la Secretaría de Salud señala que anualmente el mundo ve nacer a 18.5 millones de niños mediante este procedimiento, la mitad de los cuales son innecesarios y que además multiplican el costo del parto en 5.4 veces.

Así, la Secretaría de Salud identifica varias razones asociadas al alto índice de cesáreas innecesarias como:

  • Mal uso de diferentes intervenciones médicas (uso de oxitocina en la primera etapa del trabajo de parto, monitorización electrónica fetal de rutina, ruptura artificial de membranas antes del trabajo de parto activo).
  • El concepto erróneo entre médicos acerca de que al tener una cesárea, los próximos partos también deben ser por esta vía.
  • Información sesgada otorgada a las mujeres sobre los beneficios del parto vaginal y riesgos que conllevan las cesáreas.
  • Afán de lucro de los proveedores.
  • Incentivos económicos relacionados con las aseguradoras.
  • Comodidad para personal médico y usuarias.

En medio de este escenario, es muy importante que las futuras madres conozcan todas las ventajas y desventajas de este procedimiento, así como cuándo se debe realizar y bajo qué condiciones.

¿En qué consiste?

La cesárea es una cirugía que se practica para extraer al bebé y a la placenta del útero materno, cuando por alguna razón el parto vaginal no es posible.

Esta se realiza en quirófano por dos ginecólogos, un anestesista, una enfermera para el instrumental y otra enfermera circulante. Se suele emplear anestesia de cintura para abajo.

¿Cuándo se debe programar?

  • Cuando tienes una incisión vertical.
  • Cuando esperas a más de un bebé.
  • Cuando el bebé viene en una posición extraña (de pompas o de lado).
  • Cuando se ha tenido alguna intervención quirúrgica en el útero.
  • Circunstancias especiales de salud como diabetes.
  • Para evitar contagiar al bebe de infecciones como herpes o papiloma.
  • Cesárea de emergencia.
  • En caso de preeclampsia.
  • En caso de no lograr suficiente dilatación.
  • Prolapso del cordón umbilical.
  • Si el bebé presenta sufrimiento fetal.

¿Cuáles son los riesgos?

  • Mayor probabilidad de tener una infección, sangrado excesivo o coágulos.
  • Un mayor tiempo de hospitalización.
  • Mayor dolor postparto.
  • Cada cesárea aumenta el riesgo de tener complicaciones como que la placenta se pegue a la cicatriz.

¿Qué es el parto humanizado?

En este contexto nace la opción del parto humanizado, que entre sus principios reconoce la importancia de regresar el protagonismo del parto a padres e hijos, al tomar en consideración sus deseos y necesidades acerca de dónde, cómo y con quién parir. Entre los puntos más importantes del parto humanizado se encuentran:

  • Reconocer en padres e hijos a los verdaderos protagonistas.
  • No intervenir rutinariamente en este proceso natural, no habiendo una situación de riesgo evidente.
  • Reconocer y respetar las necesidades individuales de cada mujer/pareja y el modo en que desean transcurrir esta experiencia (en una institución o en su domicilio).
  • Respetar la intimidad del entorno durante el parto y el nacimiento.
  • Favorecer la libertad de posición y movimiento de la mujer durante todo el trabajo de parto (parto en cuclillas, en el agua, semisentada, etcétera).
  • Promover el vínculo personalizado entre la pareja y el equipo de asistencia profesional.
  • Respetar la necesidad de elección de la mujer de las personas que la acompañarán en el parto (familia, amigos).
  • Cuidar el vínculo inmediato de la madre con el recién nacido, evitando someter al niño a cualquier maniobra de resucitación o exámenes innecesarios.

interior2_CesáreaDOS MITOS

Para el presidente del Colegio Sinaloense de Ginecología y Obstetricia, doctor Fred Morgan, el asunto de la gran prevalencia de partos por cesárea se debe a que las futuras madres tienen la idea de que de esta manera sufrirán menos, además de temer el debilitamiento de los músculos de la pelvis y paredes vaginales, lo que según Morgan Ortiz, en ambos casos es totalmente falso.

“La mayoría de las mujeres no quieren pasar por el estrés del trabajo de parto y que a la hora de la hora que le digan que siempre se le va a hacer una cesárea. La otra es la idea de que durante el trabajo de parto van a tener un debilitamiento de los músculos de la pelvis y las paredes vaginales, pero eso no es propio del trabajo de parto, ya que por el propio embarazo tienen ese debilitamiento muscular”, indica.

En medio de este escenario, es muy importante que las futuras madres conozcan todas las ventajas y desventajas de este procedimiento, así como cuándo se debe realizar y bajo qué condiciones.

“Hay que concientizar y darle a las pacientes la oportunidad de tener un parto natural, aunque la cesárea por decisión es éticamente válida, si la paciente lo pide por la razón que sea no se le debe de negar. Pero sí se le deben exponer los riesgos de uno y de otro, al final la madre tiene la última palabra”, puntualiza.