El rescate del bosque de la ciudad de Mazatlán para convertirlo en el Parque Central, es un proyecto que desde 2013 ha venido impulsando el empresario hotelero Ernesto Coppel Kelly, propuesta que lentamente ha ido transitando de la fantasía a la realidad.
Ernesto Coppel Kelly, señala que la gente de Mazatlán necesita un lugar en donde conocer y vivir su historia, su pasado.
Del sueño inicial para darle a Mazatlán el Museo de la Ciudad, evolucionó a una idea más ambiciosa: con una inversión estimada en 2,340 millones de pesos, el ya conocido como Central Park se convertiría en el más moderno atractivo que tendría Mazatlán para sus habitantes y turistas.
En entrevista, Ernesto Coppel Kelly, quien se autodefine como el principal motor impulsor del Parque Central, señala que la gente de Mazatlán necesita un lugar en donde conocer y vivir su historia, su pasado, “que conozcan, reconozcan y se enorgullezcan de la gente que aquí ha vivido y se ha partido la madre para que hoy Mazatlán sea lo que es. Y vean hasta dónde se puede llegar. Para eso es el Museo”.
“Y también para que haya más negocio. Porque los turistas nos dan de comer a todos. Porque un turista puede decidir venir a Mazatlán en lugar de a otra ciudad, si aquí ve que encontrará mejores cosas y sitios que visitar, además de la playa. Y porque también un turista que ya esté aquí, podrá prolongar su estancia por unas horas, por medio día, o por un día más, si este museo existe, lo visita y le gusta… ¡y les va a encantar!”.
Coppel Kelly señala que cuando un turista viene a Mazatlán y se queda más tiempo, “ganamos todos: gana la ciudad, los taxistas y con ello llevan dinero a sus casas para su esposa y para sus hijos; los restauranteros y con ellos sus meseros y cocineros; las tiendas y con ellos sus empleados y proveedores; los hoteleros y con ellos sus camaristas, bellboys, meseros, recepcionistas, gerentes, contadores, los de mantenimiento… en fin, la lista es enorme; a todos en Mazatlán les cae un peso con los turistas. Para eso, también es el museo y el nuevo acuario.

—¿Qué sentimientos personales le dieron forma a la idea de origen de construir un gran museo que derivó en un Central Park?
—Yo nací en Mazatlán. Mi familia es de aquí. Hace más de 150 años que los primeros Coppel (Koppel) llegaron a Mazatlán. Mis hijas nacieron aquí. En Mazatlán inicié mi desarrollo profesional y también mis negocios. ¿Te imaginas los sentimientos que tengo por esta ciudad, por esta tierra? ¡Pues de amor, de agradecimiento! Y por eso hago estas cosas.
Pero también para hacer algo más por la educación y la cultura de su gente. Todavía algunos somos medio broncos. Y también lo hago para que haya más negocio para todos.
—¿Qué dijo la primera persona a la que se lo platicó y qué le contestó usted?
—Me dijo que estaba loco. Pero eso mismo me dijeron cuando era un empleado como vendedor de tiempos compartidos y dije que quería hacer un hotel. Y mira, ya tengo seis hoteles, un campo de golf y más de 5 mil personas trabajando conmigo.
—¿Qué es lo que más le emociona de este gran cometido que usted encabeza?
—Que la gente de Mazatlán vea lo que se puede hacer si te propones algo y haces un buen equipo. Que no hay metas que no alcances. Que sea un ejemplo que muchos repliquen. Que no olviden nunca que el atrevimiento tiene genio, poder y magia.
—Es una inversión considerable: 2,340 millones de pesos, y esa cifra hace que la concreción del proyecto se vea más lejana. ¿De dónde saldrá el dinero? ¿Cuál sería la participación de los gobiernos federal, estatal y municipal y de los empresarios turísticos?
—Primero, recordemos que el proyecto Parque Central tiene tres componentes principales; el Museo de Mazatlán (Musma), el Parque Público que hoy es el Bosque de la Ciudad y el Acuario del Mar de Cortés.
La cantidad de más de 2 mil millones de pesos fue una cifra que salió al incluir la estimación que nos dieron en donde, solo para el acuario, serían 1,300 millones. Pero lo del acuario se ha ido ajustando. Los expertos que ya vinieron e hicieron los estudios reportaron que la inversión del acuario deberá ser de alrededor de 500 millones de pesos. Esta cantidad será aportada directamente por los inversionistas que hemos invitado y que ya han presentado sus documentos y su carta de intención al Ayuntamiento. Ese dinero podemos decir que ya está ahí, ya lo conseguimos y es de gente muy seria que transformará el Acuario a un modelo internacional. Son la gente que tiene el Acuario Inbursa en la Ciudad de México.
Así que la inversión total aparentemente será menor, pero, aun así, más de 1,500 millones no es poca cosa. Esta cantidad incluye, además del acuario, el museo, el parque público y parte de las vialidades.
He sudado sangre en cada uno de mis proyectos porque nunca tengo (dinero) suficiente para terminarlos, pero no tengo miedo. Confío en mí y en mi equipo: sé de mis capacidades y mis limitaciones y siempre me arriesgo… Siento orgullo de mis hoteles, que han sido premiados por Condé Nast Travel a nivel internacional entre los mejores hoteles del mundo y entre los primeros veinte de México,
Ernesto Coppel Kelly. Empresario hotelero.
Pero conforme avanzamos, el proyecto está incorporando nuevos elementos. Por ejemplo; el lago será de mayor tamaño al inicialmente planeado. El Ayuntamiento quiere incluir una gran avenida paralela a la Avenida del Mar y el gobernador pide que se diseñen accesos peatonales desde el malecón. Así que, el tema de los costos, está siendo dinámico.
Todo este trabajo, en el que, por cierto, llevamos casi dos años, ha sido posible porque conformamos un fideicomiso en el que participamos, por ahora, 15 empresarios de Mazatlán, y recientemente se sumaron mi primo Agustín Coppel y el Codesin. Todos le han puesto su lana con el único objetivo de trabajar por la ciudad.
Solo la construcción del museo costará alrededor de 500 millones de pesos. Estos los vamos a conseguir de recursos públicos en el Gobierno federal. Para ello, ya hemos presentado todo el proyecto con varios secretarios de gabinete en México, entre ellos los de Sedesol, Sedatu, Sectur, Fonatur, Conaculta, en todos, directamente con los titulares y nos ha ido muy bien con ellos. El Gobierno del Estado está participando, entre otras cosas, aportando un terreno que está adquiriendo de particulares y con ello, lo que hoy es el Bosque de la Ciudad y que será el Gran Parque Público, crecerá a más del doble de su tamaño actual. También, a través de la Secretaría de Turismo y con el apoyo de Frank Córdova, está contratando y pagando algunos de los proveedores que hemos seleccionado para el proyecto.
El Ayuntamiento está apoyándonos con trámites, con la participación profesional de varios de sus directores y va a pagar una parte del proyecto ejecutivo del museo.
Hasta ahorita, vamos por buen camino y esperamos que la construcción inicie en los primeros meses del próximo año.
—¿Cuál cree que es el principal motor impulsor del Parque Central de Mazatlán? ¿Qué es lo que podría truncar el proyecto?
—Está fácil. El principal motor soy yo. Porque aunque muchos trabajamos, si no los anda uno arreando, nomás no caminan. Además también soy el que le ha puesto más lana. Y le voy a seguir poniendo.
¿Qué puede truncar el proyecto? Pues solo que caiga un meteorito del tamaño de todo Mazatlán y se lo acabe, cosa que no va a pasar. O sea, nada va a truncar este proyecto. Porque estoy yo y porque está mi primo Agustín y porque está el Tato Madero, Javier Lizárraga, Óscar Sánchez, Checo Pelayo, Rafael Domínguez y varios más. Y ninguno de estos empresarios son de los que se rajan. Y, también, importantísimo, porque Malova y Felton también quieren que se haga. O sea, ¡estamos todos! A ver, ¿quién nos para?
—¿Se tiene un estimado del impacto económico en positivo que tendrá para este destino de playa? ¿Qué jalará el Parque Central en turismo, infraestructura y proyección nacional e internacional?
—¡Claro que tenemos estimado el impacto que tendrá este gran proyecto, si no somos principiantes! En unas semanas vamos a presentar el proyecto arquitectónico del museo y junto con él los resultados de los estudios de impacto social, turístico y de imagen pública que va a generar el Parque Central Mazatlán. Solo te adelanto que, a partir de lo que estamos haciendo aquí, el Ayuntamiento ya planea una gran intervención en todo el malecón y la revista Forbes prepara un reportaje de lo que Mazatlán está haciendo y de su gran futuro no solo para los turistas, sino para los inversionistas.
—¿Existe en los gobernantes y empresarios del puerto esa vocación por invertirle a la cultura ecológica y derivar de ahí proyectos de desarrollo económico en el ámbito turístico?
—Pues no estoy seguro si lo hagan por vocación, pero lo están haciendo por convencimiento. Porque además, no hay de otra. Para allá tenemos que jalar todos. Porque eso es lo que pide el turista, sobre todo el de más poder económico, el que deja más lana en las ciudades que visita. Y es el que queremos que venga a Mazatlán.
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