En su visita vacacional al puerto de Mazatlán, Enrique Peña Nieto no pudo pasar desapercibido. Decenas de guardias, vehículos blindados, avión oficial, movilización de chefs y toda la logística que se requiere para atender al presidente de México lo volvieron visible y hasta ostentoso.

Volvió a la tierra que le ha permitido recuperar, en dos momentos distintos, la compostura de un presidente vapuleado:

  • El 22 de febrero de 2014, precisamente en Mazatlán, fue recapturado por primera vez el narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, mientras el país se convulsionada por hechos como la desaparición de estudiantes en la Normal de Ayotzinapa, Guerrero, y el incumplido crecimiento económico prometido con las reformas estructurales.
  • El 8 de enero de 2016, en Los Mochis, se realizó la segunda recaptura de Guzmán Loera al mismo tiempo que la credibilidad en Peña Nieto iba en picada por los escándalos de corrupción dentro de su familia y gabinete, los abusos militares evidenciados el Tlatlaya, Estado de México, y la agudización de la crisis económico por la devaluación del peso y la caída de los precios internacionales del petróleo.

Por eso el sábado 30 de enero, en el primer puente vacacional del año., vino, como turista, a conocer el otro rostro de Sinaloa. Supo que en el mar, y sin “El Chapo”, el poder es más bonito.

estrella del mar

Estrella del Mar, un relax para EPN.

  • Lo trajo a Mazatlán el avión presidencial.
  • Se hospedó en uno de los condominios del desarrollo turístico “Estrella del Mar”.
  • Presenció las olas domesticadas de la Isla de la Piedra.
  • Chacoteó con su amigo Eduvigildo Carranza.
  • Probó el zarandeado y callos de hacha de “El cuchupetas”.
  • Jugó golf en el campo del mismo desarrollo turístico.
  • Luego voló a Los Cabos a seguir vacacionando.