África avala la prohibición de la mutilación genital femenina
Alrededor de 200 millones de mujeres africanas han sufrido algún tipo de mutilación genital, en Somalia el porcentaje llega al 98%. El día de hoy la Unión Africana decidió avalar la prohibición de la mutilación genital femenina en todo el continente, una práctica que se sigue realizando en alrededor de 26 de los 46 países del continente […]
Alrededor de 200 millones de mujeres africanas han sufrido algún tipo de mutilación genital, en Somalia el porcentaje llega al 98%.
El día de hoy la Unión Africana decidió avalar la prohibición de la mutilación genital femenina en todo el continente, una práctica que se sigue realizando en alrededor de 26 de los 46 países del continente africano, sobre todo en la banda del Sahel, desde Somalia hasta Senegal.
Cabe destacar que el Parlamento Panafricano no tiene caracter legislativo, sin embargo, sumado a las presiones ejercidas por los organismos internacionales y organismos africanos de defensa a mujeres y niños, su aval supone un apoyo determinante para el fin de esta práctica en el continente.
El acuerdo
Si bien la desición no prohíbe de tajo esta práctica que cada año afecta a alrededor de tres millones de niñas en África y Oriente Próximo, el acuerdo alcanzado supone un plan de acción para que los 250 legisladores firmantes hagan llegar la desición a sus respectivos países. “El Parlamento está preparado para contribuir y ayudar a los implicados en el plan de acción para solucionar este problema”, declaró el presidente de la cámara, Roger Dang.
¿Que es la ablación o mutilación femenina?
La mutilación femenina es una práctica arraigada en casi 30 países africanos que consiste en la mutilar el clitoris así como labios menores y mayores de niñas entre 4 y 14 años a modo de rito de iniciación. Según la Unicef, alrededor de 200 millones de mujeres y niñas en el mundo han sufrido esta práctica.
Como consecuencia de la poca higiene con que por lo general se práctica, las víctimas de ablación sufren de gran dolor, sangrado, infecciones, molestias al orinar, menstruar o tener relaciones, quistes, esterilidad, aumento de las complicaciones durante el parto e incluso la propagación del virus del VIH. Así como dificultad de sentir placer durante el acto sexual.
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