TEMA DE LA SEMANA | 62 Legislatura de Sinaloa: 5 acciones para empezar
Con iniciativas para que haga transparente su funcionamiento y elimine el fuero constitucional convertido en otro reducto de la impunidad, así como exhibida en ofensivos privilegios a costa del erario, la 62 Legislatura del Congreso de Sinaloa instalada recientemente reedita el dilema de trabajar para trascender, o simular para continuar en el descrédito. En la […]

Con iniciativas para que haga transparente su funcionamiento y elimine el fuero constitucional convertido en otro reducto de la impunidad, así como exhibida en ofensivos privilegios a costa del erario, la 62 Legislatura del Congreso de Sinaloa instalada recientemente reedita el dilema de trabajar para trascender, o simular para continuar en el descrédito.
En la integración del nuevo parlamento sinaloense cohabitan siete fuerzas políticas, aunque son tres las que cuentan con mayor presencia para ejercer la representación: PRI, PAN y PAS. Se trata de un Congreso que conjuga conocimiento académico, destreza política, aprendizaje legislativo y también oportunismo voraz.
En cualquier circunstancia se trata de un Legislativo que—habilidades o ineptitudes aparte—no viene a un día de campo. La función parlamentaria atraviesa en Sinaloa por una etapa de demérito derivada del descuido de la esencia congresista de ver por los intereses del pueblo, descuido que a la vez ocasiona falta de credibilidad y el correspondiente sentimiento social de orfandad de instituciones.
Para legitimarse, o más bien dicho para rescatarse a sí mismo y después ir en salvamento de tantas aspiraciones ciudadanas, el nuevo Congreso requiere de un ejercicio de autocrítica que dé paso a la enmienda. Si es la instancia que debe descubrir y quitar la viga en el ojo de un Sinaloa atribulado por múltiples agravios y desidias, primero tiene que ver y eliminar la venda que le obstruye el ojo propio.
La semana que concluye, a la 62 Legislatura se le aportaron 5 pistas para su reivindicación:
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La iniciativa que presentaron 12 organismos de la sociedad civil para eliminar el carácter privado de las sesiones de comisiones.
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La propuesta para crear la Comisión de Transparencia, Anticorrupción y Participación Ciudadana.
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El planteamiento de reforma constitucional que hizo la bancada del PAN para eliminar el fuero del que gozan los servidores públicos.
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Cumplir la promesa de los grupos parlamentarios de la sana independencia del Legislativo hacia los otros poderes y el “no a la entrega vulgar de un poder a otro”.
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Moderar el ofensivo derroche de recursos económicos por el pago de prebendas y prestaciones injustificadas a diputados.
Con la implementación de estas 5 acciones, el Congreso tendría un buen punto de partida en la ruta que lo ponga más cerca de los ciudadanos y lo suficientemente alejado de poderes formales o fácticos que empujan a Sinaloa hacia la barranca de la inestabilidad. Principalmente se convertiría en un Legislativo apto para reconquistar la fe social a través de reforzar o crear el andamiaje legal que nuestro estado necesita.
Los diputados recién instalados en las curules tienen que entender el sentido de urgencia. El tiempo que queda es poco y no es para desperdiciarlo. Temas como movilidad y transporte, seguridad pública, combate a la corrupción, bienestar social, desarrollo económico y estado de derecho atropellan a nuestra entidad porque las dificultades llegaron mucho antes que las leyes.
La encrucijada presente ni siquiera da lugar a la perplejidad. O la 62 Legislatura se pone a la altura de las expectativas, o bien los sinaloenses llenarán los huecos que ocasionan la desidia e incapacidad parlamentarias. Los diputados cobran, abusivamente por cierto, sus sueldos para trabajar bien y por lo mejor para Sinaloa. Que hagan, pues, la chamba que les toca.
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