Como un tema que seguramente pone incómodos a muchos, la duración del acto sexual es un tópico difícil de abordar debido a los prejuicios que aún giran en torno a la educación sexual y reproductiva alrededor del mundo. Sin embargo, esta es una duda que invade a la mayoría de las personas y que solo se toca en reuniones íntimas entre grupos de amigos que rara vez se atreven a compartir sus experiencias por vergüenza o temor a las burlas de que su récord sea opacado por el de los demás.

Y es que la mayoría de los estudios realizados alrededor del mundo y a diferentes tipos de poblaciones solo se concentran en la perspectiva del hombre y han medido el tiempo en que trascurre el acto desde la penetración hasta la eyaculación masculina. De hecho, el Dr. Brendan Zietsch, científico de la Universidad de Queensland, hizo visible una ardua investigación en la revista Medical Daily. Se trata de un estudio en el que pidió a 500 parejas de todo el mundo registrar el tiempo en cumplir de manera satisfactoria la actividad sexual con cronómetro en mano. Los resultados oscilaban entre los 22 segundos hasta los 44 minutos y el promedio general se mantuvo en 5.4 minutos.

Pero este tipo de investigaciones se ha centrado únicamente en la satisfacción masculina, dejando de lado la diversidad sexual y los juegos previos que también forman parte de los encuentros sexuales. Es por ello que una tienda de juguetes sexuales de Lovehoney, en Inglaterra, realizó una encuesta a más de 4 mil personas. El sondeo cuestionaba sobre cuánto tiempo pasaban juntos “en la cama”, agregando el periodo dedicado al jugueteo previo a la penetración. Dando como resultado una expectativa más alta: 19 minutos, diez dedicados a todo lo que incluye el juego previo y nueve exclusivamente al acto.

Sin embargo, por más objetivas que pretendan ser estas pruebas, han sido realizadas a personas con rutinas comunes, jornadas laborales pesadas, estrés de todo tipo, quizás algún padecimiento o enfermedad leve, la influencia de sustancias como alcohol o el cigarro o alimentación y hábitos de ejercicio que no siempre son los más idóneos para mejorar este tipo de actividades.

En fin, estas son solo dos de las muchas teorías existentes sobre la duración que debería tener en promedio el acto sexual, aunque todos los investigadores coinciden en el supuesto de que no importa cuánto dure sino que se trate de una experiencia satisfactoria para quienes participan en ella.