Las lichis se han convertido en una de las frutas favoritas de temporada para los sinaloenses. Es precisamente en estas fechas en las que inicia su corta cosecha. ¿Cónoces la historia de su llegada a Sinaloa?

A finales del siglo XIX, diversos grupos de migrantes provenientes de China llegaron a México, concretamente a la región de la península de Baja California; uno de los puertos con mayor atracción para ellos fue la perla del pacífico (Mazatlán) y la Bahía de Topolobampo, en Ahome.

Llegaron a México con la esperanza de cruzar a territorio estadounidense, sin embargo, no todos lo lograron y muchos se quedaron en varias regiones de México, principalmente en el noroeste.

Con ellos trajeron diversas plantas, entre ellas los lichis, un ejemplar que solamente se desarrolla de manera favorable en regiones subtropicales.

Las lichis tienen gran aceptación debido a su dulzura, consistencia y exótica apariencia, aunados a las propiedades afrodisíacas que la sociedad le ha añadido.

En Sinaloa, donde hace 30 años empezó a comercializarse, el lichi ha llegado a ser una fruta de consumo generalizado, aunque no popular debido a su alto precio.

Si bien los árboles de lichi florecen en febrero, no es hasta los meses de mayo, junio y julio cuando estos comienzan a producir la fruta, esta corta temporada de producción es lo que contribuye principalmente a su encarecimiento.

A las lichis también se les conoce por poseer una gran cantidad de carbohidratos, pero también por sus vitaminas y minerales como son el potasio y el magensio.

En China es muy apreciada la miel obtenida de flores de lichi. También se emplea en medicina, ingerido en cantidades moderadas, elimina la tos, alivia los dolores de garganta y tiene un efecto beneficioso en los problemas glandulares y de tumores.

Así que ya lo sabes, aprovecha esta corta temporada para consumir una de las frutas más exóticas que puedes encontrar en Sinaloa.