Les dijeron que se quedaran en sus carros, que desde ahí estuvieran pendientes de la entrega de la constancia a Mario Zamora Gastélum como el candidato oficial del PRI a la gubernatura. Este también representará al PAN y al PRD en las elecciones, aunque ningún representante de esos partidos asistió al evento, en el estacionamiento de la Feria Ganadera de Culiacán, para presenciar con el mismo modo que el priismo se vive en en Sinaloa: en permanencia voluntaria.
Jesús Valdés contó por lo menos mil vehículos estacionados en este lugar que se adaptó como autocinema para el estreno de una película remake, donde montones de personas se aglutinan, aplauden y gritan el nombre del candidato impuesto por el PRI, aunque este no sea de los más conocidos del partido en el Estado, con la costumbre de ganar en Sinaloa pese a eso, como cuando llegó Quirino Ordaz Coppel en 2017 a la gubernatura. Quieren repetir la misma fórmula.
Cada que pasa esto los mismos priistas lo comparan con un parto, como describe la diputada priista Gloria Himelda Félix Niebla, solo que este, repara, dolió mucho. La razón es que Zamora llegó sin el acuerdo de todos los priistas, quienes esperaban que el representante fuera otro, como Valdés o Juan Alfonso Mejía, quien no es priista, pero es Secretario de Educación y el de mayor foco de atención en la administración estatal después del gobernador y su esposa.
“Todos mis amigos priistas, panistas y perredistas podrán salir a la calle con la frente en alto, viendo a la gente en alto, viendo a la gente a los ojos y tener la certeza de una propuesta honesta, con capacidad, con una visión de presente y futuro y sobre todo con buenos resultados a la gente”, dijo en ahora candidato oficial, recordando por qué fue electo entre todos quienes querían ese mismo escalón: no tener ningún cuestionamiento negativo en su contra.
Alejandro Moreno fue testigo de la entrega de la constancia. Es el dirigente nacional del PRI y quien tuvo en sus manos la designación del Senador, descartando, incluso, a quienes más reflectores tuvieron por el “principal priista de Sinaloa”, Quirino Ordaz Coppel, pues. Este último también se presentó en el evento, pero como siempre ha sido, de manera virtual. El gobernador no se ha expuesto ni ha estado en eventos públicos del PRI.
Pero no solo Ordaz Coppel se ha negado, también esos viejos priistas como Martha Tamayo, Jesús Aguilar Padilla y Juan S. Millán. Estos últimos se han sumado apenas a la campaña, pero solo por zoom.
“Esta es la nueva manera por los tiempos que vivimos”, trata de reparar Valdés, quien se encargó de hacer este autocinema con más de la mitad de vehículos vacíos, porque sus ocupantes estaban alrededor del escenario ondeando banderas con el logotipo del PRI, nadie repartió del PAN ni del PRD. Los que se quedaron en sus carros poco a poco se fueron yendo apenas saludaron a Moreno que se paseó con una cuatrimoto por el estacionamiento.

La premisa de Valdés sobre la pandemia podría explicar la poca afluencia de priistas en un acto solemne del partido, de esos que en elecciones pasadas llenaban estadios, o por lo menos como cuando Quirino presumió su constancia de candidato en 2016 en este mismo lugar, unas cinco mil personas sentadas y otras tantas paradas. Quizás también sea la permanencia voluntaria.

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