El repunte en el número de casos y la amenaza de nuevas cepas del coronavirus apremian a que sea establecida una sola línea comunicativa de los gobiernos federal, estatal y municipal sustentada en la responsabilidad y confiabilidad informativa para que la población esté enterada de lo que realmente sucede y tome decisiones correctas en la prevención y atención de la enfermedad.
La confusión se apodera de nueva cuenta de los ciudadanos debido a que la conversación oficial sobre la prolongada emergencia sanitaria se da en varios sentidos, complicando la comprensión del problema y por ende las medidas que deban ser adoptadas en lo personal, familiar y colectivo. Cada nivel de autoridad tiene su particular versión endémica de acuerdo a qué tanta verdad quiere suministrar o cuánta mentira conviene a los intereses en juego.
Siendo así, mientras el alcalde de Culiacán, Jesús Estrada Ferreiro, habla de recurrir a medidas estrictas como el posible confinamiento durante tres semanas, el gobernador Quirino Ordaz Coppel niega que la situación sea tan delicada como para cerrar actividades económicas o recreativas que signifiquen aglomeraciones humanas. O en el sector educativo se pone en duda el regreso a clases presenciales en el próximo ciclo escolar a pesar que acecha el colapso del sistema de enseñanza pública.
Pero también hay otra mentalidad desquiciante como la del alcalde de Mazatlán, Luis Guillermo Benítez, quién al sentir el agravamiento de contagios y muertes por la Covid-19 opta por culpar al personal médico de la incidencia que sitúa al municipio sureño en el segundo lugar estatal en pacientes activos y decesos, superado solamente por Culiacán.
A los sinaloenses se les suministran a diario datos y posturas inconexas que llevan al caos perceptivo. En tanto el Gobierno Federal insiste en desestimar la gravedad de la nueva ola de afectación por el SARS-CoV-2, desde los centros hospitalarios cobra forma la narrativa alarmante que da cuenta de la presencia de las variables del virus y de decesos de personas que ya recibieron las dosis completas de las vacunas.
Alguien debe tomar el control de la información fiable que restablezca la confianza en que el gobierno adopta las decisiones adecuadas. ¿Quién? Levante la mano aquel que posea crebilidad y solvencia moral para restablecer la fe en las instituciones y en los que las dirigen.
Comentarios
Antes de dejar un comentario pregúntate si beneficia a alguien y debes estar consciente en que al hacer uso de esta función te adíeles a nuestros términos y condiciones de uso.