Por: Alexandra Figueroa y Marcos Vizcarra / Fotografía: Leo Espinoza

Se sienta. Llegan nuevos pacientes. Se levanta. Pasa la funeraria para llevar una nueva víctima. Mueve la silla para evitar el sol. Sale la enfermera a pedir más medicamentos. Se vuelve a sentar.

Así pasa el día para Sugey. Lleva 15 días en el Hospital General de Culiacán a la espera de volver a ver a su hermano menor, de 20 años que se ha enfermado de COVID-19.

Los días pasan y la angustia crece, algunas veces los pensamientos son positivos “se va a recuperar”, piensa, pero luego ve a su alrededor, escucha como lloran familiares de otros pacientes y como las ambulancias entran y salen, es entonces cuando el miedo la embarga “¿lo volveré a ver?”, se pregunta.

Su hermano, un joven de 20 años, es una nueva víctima de la pandemia, no es solo una cifra en las estadísticas, es una persona que se encuentra en la lucha por su vida contra un virus mortal, el cual poco a poco ha ido infectando su organismo hasta dejarlo al borde de la muerte, o intubado, según los términos médicos.

Sugey comenta que ella, como muchos, no creía en la existencia de este virus, sino fue hasta que su hermano menor necesitó hospitalización urgente, hasta que lo vivió en carne propia, cuando entendió la gravedad de la pandemia.

“Mi hermano tiene toda una vida por delante y que nos dijeran el martes que no nos daban esperanzas de vida de él nos partió el corazón, de hecho se nos fueron todos los ánimos abajo, pero gracias a Dios ayer nos dieron nuevas noticias, va mejorando, pero sigue intubado”

NO HAY NI PARA UN BULE DE AGUA, MENOS PARA MEDICAMENTOS

Una de sus preocupaciones es la falta de dinero para comprar el medicamento, pues como el 37.4 por ciento de la población en pobreza, según cifras del CONEVAL, los ingresos que tiene su familia no son suficientes para surtir todas las recetas médicas.

“Él está intubado, no nos daban esperanzas, los medicamentos que le están poniendo ahorita nos salen entre 5 mil a 7 mil pesos al día, nosotros estamos batallando no sé ni de donde hemos estado sacando tanto dinero para estarlo comprando”

“A veces ni comemos, estamos aquí afuera en el sol, a veces ni tenemos para un vaso de agua y estamos arriesgándonos, pero con toda la fe de que mi hermano salga de aquí”

Además, dice, no solo su hermano ha dado positivo, su mamá también se encuentra aislada en casa de una tía. Esto, hace que Sujey se sienta doblemente inquieta, con el temor de que su mamá se complique y deban internarla.

ESPERAR LAS NOTICIAS DE LA TARDE

A mediodía sale una trabajadora social del IMSS en Culiacán y empieza a pasar lista por grupos, a veces de manera individual. Esas son las peores, quizás llamen para platicar en privado en una oficina donde dan las noticias fatales.

La Secretaría de Salud estatal reconoce que Sinaloa está en una tercera ola de la pandemia, siendo esta la de mayor número de pacientes. La cifra promedio ronda las 15 personas muertas a causa del coronavirus y organizaciones especializadas establecen que para octubre se habrá llegado a las 2 mil muertes acumuladas, solo en esta tercera ola que comenzó oficialmente en julio de 2021.

“A mis pacientes ya los dieron de alta, pero aquí nos tenían a mi sobrina y a mí a esperar que no nos llamaran a la oficina por mis hermanos y mi mamá”, dijo Érika, una mujer con un sobre lleno de documentos, entre ellos radiografías.

Apenas terminaba de narrar cómo es que decenas de personas, sobre todo jóvenes, han ingresado y no han vuelto a salir del llamado Triage Respiratorio del Hospital General Regional número 1 del IMSS en Culiacán cuando en otra puerta, donde hay más pacientes graves, salían camillas con cuerpos para llevarlos a un cuarto frío.

Los que están alrededor solo observan, callan, toman un respiro como de despedida y de súplica para que no sea su familiar.

Así se vive el panorama en los hospitales y centros de Salud de Culiacán. A las afueras de cada unidad se pueden observar decenas de personas a la espera de escuchar buenas noticias sobre sus seres queridos.

Por dentro de los hospitales la situación no es diferente. Personal médico y de enfermería de aquí para allá atendiendo a todo el que llega, camas que se ocupan y desocupan día tras día y medicamento insuficiente para los enfermos.

SITUACIÓN DE HOSPITALES | SEÑALES DE AUXILIO DE PACIENTES…Y MÉDICOS

Según el Sistema de Información de la Red IRAG de la Secretaría de Salud, Sinaloa se encuentra en el séptimo lugar con mayor ocupación de camas de hospitalización general, con un 54.94%.

La entidad tiene dos hospitales de Mazatlán al límite de su capacidad, mientras que el Hospital del IMSS Mazatlán tiene una ocupación del 98%, el Hospital del IMSS de Navolato (Hgsmf 4 Navolato) tiene un 83%, el Hospital del IMSS-BIENESTAR de El Fuerte un 80%, el Hospital General de Los Mochis con un 60% de ocupación y el Hospital Hgr 1 del IMSS en Culiacán con un 66%

Recientemente se informó de una reconversión hospitalaria para incrementar la cantidad de camas disponibles para atender pacientes con COVID-19.

  • El IMSS informó de siete de sus ocho hospitales que están dentro de esta reconversión, con el fin de obtener un total de 574 camas para atención de pacientes con SARS-CoV-2 en todo el estado.
  • El director del ISSSTE, Ramiro López anunció que en el caso del hospital “Dr. Manuel Cárdenas de la Vega” de Culiacán, como parte de la reconversión hospitalaria se agregarán 50 camas Covid y en otros hospitales serán 10 más para la hospitalización.

Mientras tanto, personal médico ya ha vuelto a lanzar señales de auxilio a las autoridades, porque argumentan no tener insumos ni equipo necesario para atender toda la demanda de pacientes.

Léase la nota: Trabajadores del ISSSTE de Mazatlán denuncian falta de equipo para atender pacientes Covid