En 2009 Atilano Román y un grupo de comuneros de pueblos de Mazatlán y Concordia, comenzaron protestas por la construcción de la presa Picachos, el proyecto que desplazó a decenas de familias de distintos pueblos del sur de Sinaloa.

Realmente las inconformidades comenzaron en 2005, cuando empezó la construcción de la obra hídrica que a la fecha no tiene un funcionamiento agrícola, como se prometió y la falta de apoyos para el desplazamiento oficial no sucedió y ello provocó el movimiento comunal.

Román era uno de los líderes visibles del movimiento que aglutinó a más de mil habitantes de poblados como Copales, El Placer, San Marcos y Puerta de San Marcos, que buscaban indemnizaciones justas por sus tierras, corrales, árboles, pozos de agua, letrinas, devolución de cobros por avalúos, servicios y carreteras pavimentadas en los lugares de reubicación, construcción en réplica de viviendas afectadas, pago al daño de la tierra agrícola y ganadera, del valor de calles empedradas, iglesias, escuelas, hospitales. 

Demandó apoyos de becas a estudiantes, empadronamiento de adultos mayores de 60 años, así como garantizar el aprovechamiento de los recursos de la presa para los afectados. 

Logró gran parte de ello después de marchas, plantones y manifestaciones que, incluso, lo llevaron a la cárcel por la administración de Mario López Valdez.

No sin antes la criminalización del movimiento por el gobierno estatal, luego de que seis integrantes murieran en medio de un fuego cruzado por grupos criminales atribuidos a los cárteles de Sinaloa y Beltrán Leyva.

También se le señaló de alterar el orden público con las manifestaciones, algunas hechas con marchas de un pueblo a otro sobre las carreteras, como aquella en abril del 2012, cuando por orden el Gobernador Mario López Valdez, la Policía Ministerial detuvo a más de 30 comuneros, incluidos Román. En aquella ocasión marchaban de Mazatlán a Culiacán.

Fue un activista incómodo que no era bien recibido por los ayuntamientos, el gobierno estatal y el Congreso local, y el costo fueron más detenciones.

El 11 de octubre de 2014, mientras conducía un programa de radio llamado Así es mi tierra, en el que hablaba sobre asuntos relacionados con la presa Picachos, un hombre entró a la cabina y le disparó hasta matarlo. Los gritos y los sonidos de las balas se escucharon en vivo.

El Procurador en ese entonces era Marco Antonio Higuera Gómez. El hombre repitió en una decena de ocasiones que tenía indicios importante, la identificación de los responsables y la posibilidad de aclarar el crimen. A la fecha sigue impune.

SEMBRARON LUCHA, AHORA SON SEMILLAS DE CONSCIENCIA