La elección interna del Partido Acción Nacional (PAN) fue violenta, pero eso es una situación “normal” para el gobernador Rubén Rocha Moya.
Entre los actos violentos se reportó la privación ilegal de militantes panistas, entre ellos contra el diputado local Adolfo Beltrán.
Sin embargo, eso no habría ocurrido, según el gobernador.
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“Esto ocurre en política. Ya hablé con el diputado, nunca hubo privación de la libertad. El diputado dijo que derrumbaron la puerta de su casa. Esas personas le dijeron que no querían que saliera a animar el voto”, señaló el mandatario en conferencia de prensa.
En un comunicado de prensa, el Comité Ejecutivo Estatal del PAN señaló al gobernador y su equipo de trabajo como presuntos responsables.
“Nosotros no nos metemos. No lo sé, en el movimiento de nosotros hay muchos ex panistas, a lo mejor hay panistas registrados y a lo mejor fueron a votar. Algunos vinieron y me comentaron que no tenían interés en participar”, dijo Rocha Moya.
Las acusaciones de Acción Nacional, sin embargo, fueron ajenas a las candidatas Roxana Rubio Valenzuela y Verónica Montaño, quienes aseguraron haber tenido comicios pacíficos.
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Más tarde, cuando se declaró el triunfo de Valenzuela Rubio, la ex diputada local pidió se siga una investigación de los crímenes acusados.
En la acusación no se incluyó señalamientos directos contra funcionarios del gobierno estatal, una situación que cuestionó Rocha Moya.
“Para mí es un gran despropósito que en una actividad donde salieron a votar 3 mil y tantas gentes… no sé qué tanto se juega, pero no tenemos nada que ver”, dijo.
“Que ponga nombres y diga, que cada quien se responsabilice con eso y yo tomaré medidas si hace falta”.
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