La Casona de Los Mascareño, un proyecto de rescate en La Esperanza, Angostura
Un grupo de ciudadanos organiza actualmente una rifa para recabar fondos para la rehabilitación de esta propiedad icónica
Juan Leonel Yáñez es un trabajador pensionado de PEMEX originario del ejido La Esperanza, en el municipio de Angostura. En dicha comunidad creció y fue criado por sus padres antes de emprender su vida laboral.
Cuando regreso a su lugar de origen luego de más de 30 años de servicio, notó que el edificio emblema de su pueblo seguía exactamente igual que cuando se fue: abandonado, sucio y descuidado.
“La Casona”, como lo conocen los pobladores de La Esperanza, fue en tiempos del Porfiriato una productiva hacienda de la región propiedad de la familia Mascareño. Posteriormente con en la época de la Reforma Agraria, la propiedad fue expropiada por el gobierno pasando a ser una propiedad ejidal, es decir, de todos los ejidatarios y por lo tanto de la comunidad.
Desafortunadamente nunca más volvió a ser habitada o reutilizada y con los años se convirtió solo en un edificio icónico de todo el municipio de Angostura.
Una vez de vuelta a su comunidad e inmerso en una nueva etapa en su vida, el ingeniero Leonel empezó a interesarse por su comunidad, encontrándola también algo olvidada por las autoridades.
“Yo habiendo regresado a mi comunidad ya como jubilado y viendo que hay muchas áreas de oportunidad en las que uno puede aportar para tener una mejor comunidad, sociedad y, sobre todo, que los niños tengan un espacio distinto a lo que normalmente ven en la calle, yo me puse a trabajar”, expone.
LEE MÁS: Lanzan convocatoria para el Premio Historias de Mujeres Sinaloenses 2022
Comenta que en un primer momento comenzó limpiando los espacios públicos de La Esperanza, las inmediaciones su escuela, la casa ejidal, la plazuela, a sembrar muchos árboles que en la actualidad ya están grandes. Con el tiempo fue haciéndose de un equipo hasta lograr crear una fundación, la Fundación para la Cultura y el Medio Ambiente.
“Logramos retirar mucha basura y logramos limpiar los accesos de la comunidad. Bien, pero en ese entonces yo llegaba a la Casona con los niños a limpiar, porque la Casona era un nido de inmundicia, una verdadera fuente de contaminación, incluso había personas que la habitaban pero sin oficio ni beneficio y nos corrían al inicio”, recuerda.
Lamenta que desde antes de él han habido varios intentos de los habitantes de La Esperanza por rescatar el inmueble, pero la mayoría de ellos ligado a políticos unicamente se han aprovechado durante campañas electorales.
“Ya una vez electos se olvidaban de la comunidad y más del inmueble”, reprocha.
Sin embargo, en una ocasión en 2019, la autoridad de la comunidad, el comisario ejidal Alfredo Castro, se acercó al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para ver qué se podía hacer por destacar el inmueble.
A su regreso, el comisario les explicó a los integrantes de la fundación que lo primero es que hubiera interés por toda la comunidad en recatar la Casona, y de ser así, constituir un comité que encabezara esas acciones.
“Esto se informó en una asamblea ejidal, yo soy ejidatario, y como yo ya tenía constituida una fundación, entonces hubo un compañero que propuso en la asamblea ‘y por qué no le damos la casona a Leonel y que él encabece esto, que de todas formas él está trabajando en ello, que es el único que se acerca a limpiar la Casona’”, relata.
A partir de ese momento y por un consenso comunitario, oficialmente la Casona pasa al resguardo de la Fundación para la Cultura y el Medio Ambiente.
LEE MÁS: La historia del Rancho Las Palomas | Ejemplo de conservación y ecoturismo en la Meseta de Cacaxtla
Leonel comenta que el proyecto del rescate de la Casona de Los Mascareño va en consonancia con la fundación, la del rescate de la cultura, las tradiciones, lo relacionado a los pueblos originarios; por lo que ahora ellos son los que comenzaron a entablar las gestiones con el INAH.
LEE MÁS: Culiacán y sus historias | La dama del ropaje negro
El rescate de la Casona
De entrada el proyecto no cuenta con recursos provenientes de ningún organismo. Y a pesar de que lograron que el INAH les otorgue un documento oficial donde acredita a la Casona como categoría de monumento histórico, el dinero dirigido para su rehabilitación ha ido por cuenta de la fundación y ciudadanos simpatizantes.
Actualmente se encuentran por atender los puntos de la construcción que están más deteriorados y con riesgo de que se vengan abajo, en este caso, los arcos del viejo edificio.
Entre las actividades más destacadas para recabar fondos fue una rifa que hicieron el año pasado de una camioneta, una moto y una lap top, recaudando con esta dinámica unos 250 mil pesos, junto con las aportaciones voluntarias.
“Con esto nos avocamos a ser los trabajos que nos indicó el INAH. Tuvimos que mandar hacer ladrillos especiales de las mismas medidas que los ladrillos originales; nos costó trabajo encontrar alguien que los hiciera tan específico. Aparte los ladrillos que tiene la casona son de tres diferentes tipos”, explica el señor Leonel.
“Y con eso empezamos a apuntalar bien los arcos y bueno, todo eso se tiene que hacer con mucho cuidado. Realmente es un trabajo de rehabilitación, es un trabajo lento e incluso podemos decir que es un trabajo artístico”, comenta.
Para ello, se conformó un grupo especial de estudiantes voluntarios de arquitectura con ayuda de personas de la comunidad.
Juan Leonel Yáñez expresa que el rescate de la Casona de Los Mascareño en La Esperanza, Angostura, ha sido un trabajo muy lento y delicado, pero dice que afortunadamente ya le agarraron el hilo de cómo hacerlo, siguiendo los lineamientos que indica el propio INAH.
LEE MÁS: Historia de una utopía | Topolobampo y la sociedad que no fue
En paralelo, lograron crear un documento del proyecto, con el que se han dado a la tarea de darlo a conocer a todas las autoridades de los tres niveles de gobierno para conseguir el interés de alguno.
“Posteriormente el pasado junio en la Reforma, le entregamos al gobernador ya en cuadernillo. Y hace ocho días nos recibió el presidente municipal de Angostura, donde le presentamos el proyecto. Esto con la finalidad de que en su momento para los siguientes ejercicios se pueda contemplar la asignación de recursos”, informó.
La idea es convertir este inmueble tan emblemático para la comunidad y todo el municipio de Angostura, en un espacio cultura y comunitario. “Ese es nuestro propósito”, sostiene Leonel.
LA RIFA
Si deseas sumarte al proyecto de rescate de la Casona, en La Esperanza, Angostura, la Fundación para la Cultura y el Medio Ambiente llevará a cabo la rifa de una vaca parida.
La cooperación del boleto es de $100 pesos y la fecha de la rifa mediante una tómbola se realizará el próximo 15 de septiembre. El evento será abierto en la Casona, misma que se transmitirá en vivo en la cuenta de Facebook: Somoslaesperanza Angostura.
Para mayor detalle puedes enviar un correo electrónico a [email protected] y [email protected]
Comentarios