El avance tecnológico se ha potenciado en los últimos años con tal magnitud que el Foro Económico Mundial advierte que 75 millones de trabajos se convertirán en obsoletos en el mediano plazo, un dato que de acuerdo con su informe Futuro del Trabajo (2018) suena aterrador.

Sin embargo, el informe también estima la creación de 133 mil millones de nuevos empleos producto de esa revolución tecnológica, lo que al final permitirá una mayor creación de fuentes de trabajo que los que se eliminarán.

No hay que olvidar que la tecnología en el trabajo persigue el propósito de ser más eficientes, es decir, producir más, con mayor rapidez y calidad. Son herramientas que a su vez facilitan la tarea laboral, pero cuando existe un rechazo a esta nueva dinámica el impacto es negativo.

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Un aspecto importante en esta nueva exigencia es la constante capacitación, pues la necesidad de nuevas habilidades cambia rápidamente, tan es así que difícilmente se adquirirán las que se requieren con la suficiente rapidez, y así lo advierte Alejandro Sotomayor, consultor en transformación digital en recursos humanos, de El Economista.

Sobre este tema, Gartner Inc, empresa consultora y de investigación de las nuevas tecnologías de la información, estima que el 33 por ciento de las habilidades requeridas en el trabajo en 2019, ya no serán necesarias para el 2030.

Es por ello que la recomendación es buscar talento con agilidad y liderazgo que les permita adoptar un mayor dinamismo en el desarrollo de nuevas habilidades tecnológicas y el uso de nuevas tecnologías.

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La clave en todo esto es y será que los equipos de capital humano desarrollen más y nuevas habilidades para hacerle frente a los cambios constantes en las formas de trabajo.