Si bien el Estado de Sinaloa no ha estado inmerso en una revolución como tal desde la Revolución Mexicana de 1910, existen muchos movimientos que se han estado orquestando en los últimos años y que podrían llegar a ser una revolución en un futuro.
Para la antropóloga Stephanie Cortés, las revoluciones implican cambios políticos, sociales y económicos que tienen que ver con los mecanismos de ejercer el poder. Por otra parte, el sociólogo Luis Alberto Velarde consideró que una revolución sólo puede concretarse cuando un grupo abraza una causa común y camina transformando un estado de cosas hacia otro.
Cortés destaca que Sinaloa y todo México ha estado en medio de acontecimientos que han marcado un antes y un después en el Estado, gracias a los cuales han surgido movimientos que van en camino a grandes transformaciones.
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El asesinato de mujeres, de periodistas, activistas, la desaparición forzada de personas y el jueves negro son ejemplos de estos acontecimientos que han marcado a Sinaloa, pues han cambiado la forma de ver los derechos humanos.
Acontecimientos de los cuales se han originado marchas, manifestaciones y exigencias, que de hacerlas causa común y lograr su objetivo se podrían transformar en una revolución.
“Es en ese sentido que se podría considerar una revolución, empieza con un movimiento y termina con un cambio. Cuando el movimiento feminista logre el cambio que se busca, podría considerarse una revolución, podría en el sentido de como por ejemplo la Revolución Mexicana, es ese cambio político, fue largo el proceso revolucionario, pero se logró un cambio político.”, dijo.
Añadió que, para ello el Estado debería reconocer estos problemas y actuar en consecuencia con la finalidad de generar una gran transformación social, económica y política.
“Podrían considerarse en algún momento una revolución cuando el Estado cambie, cuando se logren los cambios completamente, quizá podrían considerarse una revolución, bajo esa idea de un concepto tradicional de revolución”, dijo.

Sin embargo, aunque para Cortés estos movimientos podrían ser el inicio de alguna revolución social en Sinaloa, el sociólogo Luis Alberto Velarde considera que sería muy complicado que se presente alguna revolución debido a la polarización de ideas que hay entre las personas.
“Digamos que el sistema lo ha hecho bien en el hecho de dividir las ideas de los jóvenes, pero eso precisamente genera unas rupturas que hacen que no exista un proyecto transformador con un rumbo claro de la juventud actualmente”, dijo.
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Además, dijo, el Estado ha crecido demasiado en su demografía y debido a la gran cantidad de información que hay hoy en día, se pone en duda que se pueda presentar un proyecto donde la juventud coincida en una sola idea.

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