Fue el regidor Octavio López Valenzuela quien sacó a relucir el tema de la relación de parentesco entre Rubén Rocha Moya y Juan de Dios Gámez Mendivil justo al arranque del informe de gobierno del alcalde, siendo abucheado casi por la totalidad de los asistentes.

“Ser ahijado no garantiza ser un buen presidente, no está valorando el regalo que se le dio”, arremetió el integrante de Movimiento Ciudadano en el Ayuntamiento de Culiacán.

Aquello generó tensión y confusión entre los espectadores, la mayoría afines a Morena, pero fue gracias a la participación del regidor Sadol Osorio quien, tratando de ser más moderado, logró recuperar el ritmo de la agenda llevándose de paso algunos aplausos tras un inicio sucesivo de elogios a Juan de Dios.

Después del bochornoso episodio, el alcalde de Culiacán se dispuso a rendir su Primer Informe de Gobierno. Ya con la atención del público, comenzó agradeciendo a su equipo especialmente a los regidores y regidoras.

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Ese comentario pareció aludir la incomodidad que se percibía anteriormente entre el anterior acalde con ellos, evidenciándolo minutos antes por Sadol al decir que desde que Juan de Dios llegó al cargo, a los regidores se les volvió a dar voz: “nos ha dignificado como regidores”, comentó, tal vez sabiendo que entre el público se encontraba el propio Jesús Estrada Ferreiro.

Tras el agradecimiento, el presidente municipal se dispuso a informar sobre sus acciones de gobierno realizadas desde que rindió protesta, resaltó estas acciones en los diferentes ejes: mejora ciudadana, ciudad ordenada y sostenible (en donde aseguró que para su gobierno la movilidad es fundamental), proyectos de inclusión, en el área de bienestar social y servicios públicos.

También presumió sus programas de construcción de paz, seguimiento de la alerta de género y el compromiso de sacar a Culiacán de las 50 ciudades más violentas del mundo.

La reacción de los presentes no fue más que de respaldo luego de largos aplausos de pie, seguido del último punto de la noche que fue la intervención de despedida del gobernador Rubén Rocha Moya.

Ahí retomó desde el inicio de su participación la réplica a la alusión que hizo el regidor Octavio López sobre su ahijado y él.

“A mi nino debería de decir. ¿Yo por qué empiezo con esto? Yo soy enemigo de las hipocresías. El tema de la hipocresía es lo más lacerante de la política, estamos obligados a presentarnos como somos”, comentó, justificando posteriormente que ¿cómo iba saber Juan de Dios que él sería su padrino?.

El mandatario luego se “lavó las manos” pasándo la responsabilidad a los legisladores, indicando que fueron ellos quienes lo nombraron como alcalde sustituto; y para reafirmar su argumento se dispuso a “pasarles lista”, uno por uno.

Ya en ese contexto, continuó con el caso del “Químico” Benítez —tambien presente en el evento — diciendo que como gobernador tiene que resolver problemas, aunque sea en detrimento de su popularidad.

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“A los gobernantes nos corresponde ir a todas, nos raspe o no, tenemos que resolver problemas y no estar en la idea de que no puedes poner en riesgo tu perfil”, indico, adelantando que no indagaría sobre las obras de Quirino Ordaz Coppel, ya que tiene que comenzar a ver por las suyas tomando en cuenta la transparencia y la rendición de cuentas.

Por último, el gobernador Rubén Rocha Moya aprovechó la coyuntura del día para dar su propio informe de gobierno sobre sus trabajos en la capital sinaloense, destacando las obras de la avenida Álvaro Obregón, la ampliación de la avenida Sánchez Alonso, la rectificación del río Humaya y la prolongación del malecón hasta la colonia Loma de Rodriguera.

Reiteró también que continuaran con las obras sociales de pavimentación, drenaje y agua potable en las comunidades por sobre “obras faraónicas” que solo beneficia a quienes las mandan hacer.

“Tenemos que resolver prioridades, son esas, le recomiendo a Juan de Dios, como gobernador, que le haga caso a los regidores, que planeen”, le encomendó el padrino a su ahijado frente a todo el aparato del gobierno municipal, pero también el estatal.