Capitalizar los sueños y las ilusiones no es fácil, pues más allá de la voluntad, se requiere persistencia, resistencia, tenacidad para enfrentar los desatinos, y mantenerse en constante evolución, esta es la historia de El Caprichito Pizzas & Tapas, restaurante ubicado en Culiacán, que en 10 años pasó de un espacio para 30 comensales a tres sucursales, la principal con capacidad para más de 150 huéspedes.
Daniel Soto, Chef fundador y actualmente jefe ejecutivo cuenta que todo comenzó como una ilusión de Maribel Chan Dorado, directora general, quien tenía la idea de traer una propuesta culinaria diferente para la ciudad y puso un pequeño restaurante en el Paseo del Ángel, sucursal que poco tiempo después tuvo que cerrar, sin embargo, la persistencia para seguir explorando otros espacios y otros platos llevaron al Caprichito Pizzas & Tapas a ser un referente gastronómico y social en la ciudad.
Al principio la idea era desarrollar un espacio donde los clientes pudieran llegar a platicar mientras comían un pedazo de pizza acompañado de un tarro de cerveza, la carta no era muy extensa, el eslogan era “Pizzitapas” precisamente porque la idea era ofrecer un menú muy versátil, pequeños platos para degustar, con la estructura de la pizza como el elemento principal.
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“Conforme fueron avanzando los años fuimos evolucionando y adaptándonos a lo que el mercado nos pedía en esta primera etapa del restaurante, en un año y medio tuvimos un crecimiento grandísimo, tanto así que abrimos nuestra segunda sucursal”, menciona Daniel Soto.
Cuando Maribel y su esposo pasaron por Monte Bello, donde se ubicó la que fuera su segunda sucursal, se pararon frente al terreno, tenía unas antenas gigantes y estaba lleno de maleza, pero ellos solo vieron futuro, dijeron: ‘este es el lugar’. Comenzaron con la construcción, sin saber, dice Daniel, que estaban construyendo un monstruo. No había nada alrededor, de lo lejos solo se veían los focos brillantes del restaurante, para llegar se tenía que ir en coche particular, en taxi o caminando.

“Empieza el caprichito y uno de los de los críticos que han llegado aquí nos lo dijo, lo dijo muy acertadamente: ‘Llegué al caprichito sin esperar nada y me fui buscando algo como el caprichito’. Entonces, eso es lo que realmente queremos lograr en la gente”, advierte.
Junto con la segunda sucursal llegó la evolución del Caprichito, se perfeccionó el menú, más sofisticado, incluyeron pastas y platillos más elaborados. Tres años después remodelaron el comedor y evolucionaron en el concepto del espacio para aprovecharlo para eventos, festivales como uno de cerveza, para maridajes, entre otros. Tuvieron que cerrar la que fuera su primera sucursal en Paseo del Ángel, pero la tenacidad los alimentó para no detenerse, no derrotarse por este cierre.
Fue el tres de diciembre de 2018 cuando abrieron otra sucursal, en Isla Musalá, esto les permitió darse cuenta que el restaurante seguía en evolución, se convirtió en un lugar de reunión, para compartir platos, los comensales ya pedían por tiempos; pero a la par había otro mercado que pedía platos más dinámicos, más rápidos, las pizzas con masa más delgada, más crujiente, y para satisfacer estos paladares deciden abrir una sucursal exprés, por así llamarlo, en 2022 emprendieron en Mercado Caxtle, que se ubica en Stanza Toscana.
“La parte gastronómica evoluciona, la gente te exige más y yo creo que es lo más complicado no quedarnos estáticos. De repente un lugar que siempre es lo mismo, se vuelve monótono o aburrido y nosotros hemos tratado de evitar esa monotonía”.
La prueba de resistencia de Caprichito llegó con la pandemia, en una primera instancia trataron de mantener comensales en el establecimiento lo más que pudieron, sin embargo, cuando se cierran los comedores comienza su desafío, en su búsqueda de encontrar alternativas implementaron un programa denominado ‘Chef en Casa’, que consiste en la venta de paquetes para preparar los alimentos en casa con la guía de uno de los chefs a través de sesiones virtuales.
También surgió la sub marca de El marcadito Caprichito, que se trata de comercializar las salsas, aderezos, carnes y todos los productos que se venden en el restaurante pero con una dinámica de pequeño super mercado; además del servicio a domicilio que se potencializó, lanzaron promociones y descuentos para que la gente siguiera consumiéndoles.
Tuvieron que comenzar desde cero, había días que solo vendían una ensalada, a veces solo una pizza, con el miedo de fracasar por delante, miedo de enfermarse, de tener que cerrar incluso, pero todo lo afrontaron en equipo, todos juntos, sin dejar de escuchar a sus clientes, así es como regresan a comedores y se expanden con la sucursal exprés en Mercado Caxtle.
En su experiencia Daniel dice que el camino al éxito se logra creyendo en el proyecto desde la raíz, ser constante, pero sin quedarse estáticos, reinventarse desde lo más pequeño y mantenerse en constante evolución, seguir aprendiendo para seguir creciendo.
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“Que la gente se anime a venir, ahorita estamos como con el rollo de la cocina internacional o que el menú es mucho más allá de las pizzas. El concepto es algo muy padre, no van a encontrar comida común, van a encontrar una comida bien elaborada con un equipo creativo detrás de todo el menú, van a encontrar cosas deliciosas”, puntualizó.

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