Oferta en combo: cirugía estética y muerte; ¿Salud y Coepriss van en el mismo paquete?
El sufrimiento por el que pasó Magnolia, joven víctima de charlatanes, debiera ser un ultimátum para que el Gobierno actúe con energía y evitar la impunidad
El caso de la joven Magnolia Morales Camacho, quien falleció por daños multiorgánicos causados en una cirugía bariátrica, saca a relucir de nuevo el descontrol en que operan algunos establecimientos que promocionan mejorías a la apariencia física y en cambio someten a los clientes a procedimientos quirúrgicos de dudoso rigor profesional, llevando a los pacientes a la muerte.
Pero la corresponsabilidad de la Secretaría de Salud y de la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios debe resaltarse tanto como la del “médico” que intervino a Magnolia y varias personas que hoy se animan a denunciar las negligencias, con la acumulación de al menos siete denuncias ante el Ministerio Público las cuales entre más suman es mayor la evidencia de desidias o corruptelas por parte de las autoridades reguladoras.
En marzo de 2022, al fallecer otra mujer de nombre Paulina a consecuencia de cirugía estética plagada de irregularidades, quedó al descubierto que los aparatos de gobierno y de procuración de justicia prácticamente solapan este tipo de delitos pues la aplicación de la ley no llega y tal omisión jurídica estimula que abunden negocios sin tener licencias ni equipamientos para dar los servicios que ofrecen hasta con pagos en mensualidades.
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¿Cuántas víctimas necesitan la Secretaría de Salud y la Coepriss para realizar la ubicación y clausura de “clínicas” fraudulentas que engañan a la población meta hasta hacerla pagar consecuencias trágicas? En tanto acaba la situación de posible encubrimiento de parte de las instancias gubernamentales, corresponde a los sinaloenses verificar en manos de quién se ponen al acudir a procedimientos médicos con fines de estética corporal.
El Gobierno de Sinaloa debe entender que el sufrimiento por el que pasó Magnolia, una joven emprendedora que acabó siendo víctima de charlatanes de la práctica de la liposucción, significa el ultimátum para actuar con energía en vez de dejar a los afectados en manos de estafadores que reciben impunidad a cambio de los crímenes que cometen.
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A la gente que acude a tales cirugías le toca la tarea de investigar y verificar la capacidad competitiva, técnica y moral de quienes la pueden llevar a desenlaces trágicos por impericia y codicia.
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