Pese a que actualmente la Ley General de Salud en México contempla ciertas cantidades de siembra, cosecha y cultivo de cannabis, exclusivamente para fines científicos y médicos, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) se ha convertido en el principal obstáculo para el desarrollo de este sector en el país.

Y es que es esta dependencia la encargada de expedir los permisos regulatorios para permitir dicha siembra, cultivo o cosecha de la planta de marihuana de manera legal y gratuita.

Sin embargo, quienes han recurrido a este derecho en su mayoría se les ha negado el permiso, empezando algunos una encrucijada legal en los tribunales para emprender proyectos económicos con los derivados de la planta.

En Sinaloa, quienes han tratado de innovar en este naciente mercado son la Unión de Sembradores y Cosechadores de Cannabis de Sinaloa A.C., un grupo de campesinos e indígenas que tratan de impulsar un proyecto para extraer derivados de la planta de cannabis para uso medicinal.

Hablamos con el presidente de la Unión, Mario Fuentes López, quien nos platicó que la finalidad de su pequeño gremio es sembrar plantas de cannabis para extraer y procesar uno de sus componentes químicos, el cannabidiol, comúnmente conocido como aceite de CBD.

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Mario Fuentes López, presidente de la Unión de Sembradores y Cosechadores de Cannabis de Sinaloa A.C.,

Esta persona, de profesión fumigador, enfatizó que a diferencia del otro componente químico de la planta, el THC, este no contiene efectos psicotrópicos  a la hora de su consumo, sino por el contrario, contrae beneficios positivos para la salud.

Este promotor del cultivo de la mariguana para fines terapéuticos en Sinaloa, menciona que el CBD ya es utilizado en otros países de manera generalizada para muchas enfermedades y padecimientos; enlista que se puede usar en casos de autismo, de Parkinson, epilepsia, algunos malestares oftalmológicos, así como para dolores musculares.

Más que nada esto es para evitar tomar tantas pastillas, a veces para ciertos dolores uno tiene que tomar bastantes pastillas y luego le duele a uno el riñón o el hígado. El CBD, que dicho sea de paso, su componente terapéutico no es adictivo”, relata en entrevista para Espejo.

Destaca el ejemplo de Israel, cuyo gobierno ha venido desarrollando esta industria médica desde 1964, y que posteriormente han venido impulsando países como Estados Unidos y Canadá, reprochando que en México llevemos años de retraso

“Estamos haciendo pruebas medicinales nosotros, no estamos vendiendo, por lo pronto ya tenemos una fórmula para el Parkinson de nuestra misma producción. Ya lo hemos probado con personas, donde con algunas gotas de CBD puedes contener el Parkinson por 5 horas, a manera que esa persona ya puede hacer cualquier actividad, inclusive manejar”, explica.

Mario Fuentes López comenta que en estos momentos la Unión está en un proceso de abrir puertas, dado el nulo apoyo que han mostrado las autoridades estatales para arropar este proyecto, o la industria del cultivo legal del cannabis en beneficio de comunidades vulnerables.

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Se traslada al episodio oscuro de la Operación Cóndor a finales de los setenta del siglo pasado, cuando el Gobierno Federal emprendió la primera gran operación militar contra las drogas en México con centro de operaciones en la zona serrana de Badiraguato.

No obstante, los daños colaterales de esa política prohibicionista fue en detrimento de una serie de violaciones a los derechos humanos por parte del Ejército, siendo expulsados de sus comunidades miles de campesinos de mariguana, es decir, el eslabón más bajo de la cadena productiva del narcotráfico.

Por este motivo, explica que una de las miras de la Unión es acercarse con los habitantes de los altos para invitarlos a formar parte de este proyecto.

“El proyecto este se basa más en apoyar a nuestras personas de la sierra”, relata.

Por lo pronto de Badiraguato, porque son las personas que más han sufrido por esta cuestión de la siembra de cannabis con la Operación Cóndor. Cuántas personas no murieron o desaparecieron, a muchos les quemaron sus casas todo por cuestión de la cannabis”, relata.

“Ellos son los que más merecen esos permisos para sembrar, porque esto va ser una actividad lícita, por lo tanto va ser para la extracción de aceite, ya no se va utilizar la planta con fines ilícitos”, menciona para luego opinar que es una deuda histórica hacia los pobladores de esos pueblos alteños.

El Aguaje del Charo

El presidente de la Unión, que reside en Navolato, comenta que por lo pronto ya han logrado conectarse con los habitantes  de la comunidad serrana El Aguaje del Charo, que colinda con el municipio de Guadalupe y Calvo, Chihuahua, en la zona denominada históricamente como el “Triángulo dorado”.

Esa comunidad es la que actualmente funciona como el proyecto piloto de su organización, donde la mayoría de sus habitantes han logrado convencerse y creer en el proyecto, “casi la comunidad entera”, presume.

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Tan solo ahí han logrado que 22 personas ya cuenten con sus permisos personales de la Cofepriss para cultivar ciertas plantas de cannabis cada uno de ellos, mientras otros más siguen en trámite.

“Hemos ido a la sierra buscar gente. Yo he llegado a comunidades y me presentó, Mario Fuentes López, soy presidente de la Unión de Sembradores y Cosechadores de Cannabis de Sinaloa A.C., traemos este proyecto, ¿les interesa?”, explica.

Desafortunadamente lamenta que la mayoría no cree, en especial después de haber sido criminalizados y perseguidos por tantos años. Les informa a los habitantes de los altos que en el presente ya es posible sembrar marihuana bajo cierta regulación en el país, y aun con permisos en manos, muchos se mantienen escépticos.

“Es un trauma que tiene ellos. Nosotros sabemos y aquí están las pruebas, ya tenemos varios permisos de siembra. Todo está bajo la constitución política, pero ellos no lo saben bien”, indica.

“Imagínese, después de tanto luchar y que de repente ya tengan el permiso de siembra. Nosotros estamos buscando ampliar el permiso. Son permisos personales al nombre de cada quien, que les va permitir a ellos la siembra de entre 10 a 20 plantas cada uno”, expone.

El recorrido

Mario enfatiza que hasta ahorita ha sido largo el camino y eso que apenas es una primera etapa del proyecto. Comenta que el gran obstáculo ha sido la misma Cofepriss, los viajes a la Ciudad de México de cada uno de los integrantes de la Unión para recoger sus permisos, pero sobre todo la inversión económica “innecesaria” dado que tienen que pagar abogados para exigir el permiso en los tribunales.

La realidad es que la Unión no tiene posibilidad de sostener el proyecto, ya que todos son personas con profesiones humildes cubierto con sus mismos recursos.

Sin embargo, esto no los ha desanimado; al contrario, Mario informa que ya interpusieron un amparo en donde reclaman que su deseo es ampliar su permiso para sembrar a un invernadero por persona para que la producción empiece a multiplicarse.

“Imagínese que chulada para ellos ahora que el mismo gobierno sea quien les cuide sus invernaderos. Para ellos es algo increíble”, comenta.

No obstante, su permiso no contempla aun el poder vender sus productos derivados de la planta de cannabis, por lo que todavía falta un tiempo para que Cofepriss libere los lineamientos para que se pueda hacer esto, de lo contrario, explica Mario, la Unión empezaría ilícitamente y su proyecto podría venirse abajo.

“Hemos hechos pruebas pero con fines médico. Yo les garantizo que en este proyecto no hay un solo peso ilícito, todo ha sido cooperación entre nosotros, ya tenemos bastantes permisos gracias a Dios, podemos andar con la frente en alto. No hay nada turbio en este proyecto y quien quiera acercarse con nosotros adelante”, defiende.

Por lo pronto, la Unión de Sembradores y Cosechadores de Cannabis de Sinaloa A.C., hace un llamado también al sector empresarial, dado que también es necesario que inversionistas crean en el proyecto, por lo que compartió su número de celular para mayores informes: 6674 99 70 06.