Culiacán.- El Cerro de las Siete Gotas, un área llamada por diversas voces a ser un Área Natural Protegida (ANP), ha perdido más de 50 hectáreas de bosque tan solo en los últimos 2 años, denuncia la asociación civil Guaiacum.
A través de su cuenta en Twitter, el organismo ambientalista expone que, del 2020 al 2022 la invasión en el Cerro de las Siete Gotas ha crecido considerablemente, mostrando imágenes aéreas que ayudan a dimensionar el nivel de deforestación.
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A este respecto, Espejo pudo conversar con el antropólogo social y actual maestrante en estudios urbanos por el Colegio de México, José Pablo Salas, el cual actualmente desarrolla una investigación sobre políticas públicas de las áreas naturales protegidas en las periferías de las ciudades y, para su tesis, tomó justamente el caso del Cerro de las Siete Gotas.
Durante la charla, Salas indicó que, a pesar de que existe una propuesta para proteger a la Sierra de las 7 Gotas como un Área Natural Protegida desde el año 2009, esta no ha prosperado debido al desinterés de las autoridades; esto a pesar de que diversas voces se han posicionado por la urgencia de proteger esta área que actualmente se encuentra afectada por el crecimiento de la ciudad.
“Quiero que quede muy claro que la Sierra de las Siete Gotas desafortunadamente no es un área natural protegida, y esto lo digo porque a veces se utiliza la palabra en periódicos y demás, pero no lo es. Entonces comencemos a llamarle como es a esta zona y hacer ver la urgencia de que se concrete como tal”, dijo.
Asimismo, indicó que académicamente, aún hace falta mucho trabajo que ayude a las autoridades a sostener y justificar la protección de la zona, pues dijo, hay aún mucho que hacer respecto a temas como los servicios ambientales que la zona ofrece a la ciudad o la historia ambiental del municipio.
“Por ejemplo, sería muy interesante que en la ciudad se produjera un estudio para las siete gotas sobre los servicios ecosistémicos que ofrece este espacio. No encontré un estudio como tal que hable de los servicios ecosistémicos que ofrece Siete Gotas a la ciudad de Culiacán, es decir, la captación del agua, la purificación del aire, la regulación de la temperatura y demás”, explicó.
“En otros lugares como la Ciudad de México, existen trabajos de eso para espacios naturales y ayudan muchísimo para justificar aún más la pertinencia de proteger un espacio así”, añadió.
Por otro lado, indicó que está demostrado que las políticas de protección al medio ambiente son mucho más efectivas cuando se conoce, se acerca y se involucra a la comunidad y los actores involucrados, cosa que no ha sucedido en las propuestas de proteger a la Sierra de las 7 Gotas.
“Yo creo que muy importante, los objetivos de conservación no son efectivos si no se involucra a las comunidades locales, en este caso a los propietarios de la tierra. Los que han faltado incluso de 2008 a la fecha que participen de una forma activa para mínimo saber que están pensando al respecto”, explicó.
Un proceso inacabado
A través de la solicitud de transparencia con Folio SISAI 250484800039122, en poder de Espejo, el Ayuntamiento de Culiacán respondió que el 28 de enero del año 2009, en sesión ordinaria de cabildo, se aprobó por unanimidad un acuerdo para declarar a la Sierra de las 7 Gotas como Zona Sujeta a Conservación Ecológica en un polígono de 7.170.16703 Hectáreas.
“En aquel entonces solo faltaba que se pasara al gobierno del estado para que se hiciera un decreto oficial y se publicara en el periodico oficial del estado de sinaloa, cosa que no sucedió”, explicó Salas.
Más tarde, en marzo del año 2021, se realizó una reunión para analizar un Estudio Tecnico Justificativo (ETJ) en conjunto con la SEDESHU (Hoy SEBIDES), Integra Comunidad S.C. y la Secretaría de Desarrollo Urbano Sustentable del Ayuntamiento de Culiacán.
En julio del 2021, sigue la respuesta a la solicitud de información, se revisó el estado legal de la tenencia de la tierra en el área; y en agosto de ese mismo año, se llevó a cabo una reunión con el arquitecto Juan Carlos Rojo Carrascal, para analizar diversas propuestas de conservación en dicha zona.
Por último, el proceso quedó atorado en abril del año 2022, cuando el Ayuntamiento informa que se llevó a cabo una reunión con la SEBIDES para informar el proceso actual de la protección de las 7 Gotas, así como también del Cerro del Tule.
Por su parte, la solicitud con Folio SISAI 250484800039622, indica que, a pesar de que el estudio técnico justificativo fue aprobado desde el año 2009, a la fecha se han observado “diversos conflictos y situaciones en relación a la tenencia de la tierra respecto a terrenos ejidales, así como de particulares colindantes al perímetro urbano”, además de invasiones como la 5 de Febrero, Las Coloradas, El Barrio y La Cascada, entre otros.
Ante esta situación, respondió el Ayuntamiento de Culiacán, se hace necesaria la actualización del Estudio Técnico Justificativo aprobado en 2009 para desincorporar del polígono de protección a las áreas ya invadidas.
Sobre este tema, la investigación de José Pablo Salas ha encontrado que son 4 los principales ejidos que actualmente invaden el polígono propuesto como área natural protegida. Estos son el Ejido 7 gotas, Ejido El Barrio, Los Arrayanes y El Salate.
“Siete gotas y El Barrio son los más contiguos a la ciudad, incluso ya se habla de ellos como colonias, uno de ellos al norte y otro al norponiente, que es donde está la mayor parte de invasiones en las coloradas y esta zona. Los arrayanes que está al oriente del polígono donde están las Cascadas de San Antonio y al sur el ejido de El Salate“, añadió.
“Entonces vemos que hay propiedad de la tierra ejidal, y que ya hay propiedad privada. Es decir, ha habido una transición en la propiedad de la tierra, de ser tierra ejidal a pasar por ejemplo a dominios plenos, explicó.
“Esto consiste en que son ahora los propietarios quienes deciden sobre esta tierra y con el objetivo de lucrar con ella hacen cierto negocio”, puntualizó.
“El problema para la administración municipal probablemente ahorita es que hay una urgencia de espacios naturales en la ciudad y la protección de los mismos, pero bueno el gobierno dura tres años y las administraciones piensan muchas veces que “Ojala no pase en mi periodo”. Pero esperemos que haya una pronta atención a espacios como el Siete Gotas porque en 20 o 30 años puede ser algo bastante costoso para la ciudadanía”, indicó José Pablo Salas respecto al papel del Ayuntamiento de Culiacán.
“Una lotificación brutal”
Como resultado de esta situación, donde ha habido una transición en la propiedad de la tierra, de ser tierra ejidal a pasar a dominios plenos, se puede observar “una lotificación brutal”, denunció José Pablo Salas.
“Cuando tu observas el mapa de estos dominios plenos donde ya hay actividad privada, coincide con la deforestación. Si lo haces en Google Earth, como ha habido una transición del 2008 al 2022, observamos como la deforestación ha incrementado en estos espacios, principalmente al norponiente del polígono pegado a Las Coloradas por la invasión que ha hecho que el polígono propuesto se haya tenido que meter cada vez más, y al interior de la Sierra de las Siete Gotas en la zona conocida como La Escondida, donde nada más basta con que vayas a recorrer las cascadas que están hasta el final del camino pero previamente te vas a encontrar una lotificación brutal, carteles que anuncian terrenos de 7 x 20 para construcción de campestres, que en palabra de otros colegas ni siquiera cumplen con reglamentación para llevar a cabo estas actividades”.
En este sentido, opinó que la necesidad urgente de decretar a la Sierra de las Siete Gotas como un Área Natural Protegida (ANP), “hace que sea necesario voltear a ver otros actores e incluso otros fenómenos que están sucediendo en Culiacán como la demanda de la vivienda y la expansión propia de la ciudad”.
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Por último, el antropólogo invitó a la ciudadanía a acercarse a estos espacios naturales, pues el empezar a conocer la zona y sus riquezas naturales, así como los servicios ambientales que esta ofrece a la ciudad, son un primer paso para su revalorización y posterior suma de voluntades para hacer efectiva su protección.
“Que se atrevan a recorrer la Sierra de las Siete Gotas, a hacer excursiones a conocer la zona… Que empiecen a conocer la zona e involucrarse en este tipo de actividades porque de esta forma también se revalora lo que hay alrededor de la ciudad”, dijo.
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“Ya las personas con la responsabilidad se encargaran de que estos espacios se conserven para el goce de toda la ciudadanía, por el bien de la ciudad y de las generaciones que vienen para adelante”, puntualizó.
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