Culiacán.- La Presidencia de México condicionó el mercado del maíz blanco a empresas como Minsa, Maseca y Cargil, con la imposición de un arancel que doble el precio del grano cuando se trate de importación.
La política arancelaria fue una orden que dio el presidente Andrés Manuel López Obrador a la secretaria de Economía, Raquel Buenrrostro, como parte de una serie de negociaciones de productores en México y gobiernos estatales.
En una última reunión acudieron los gobernadores de Sonora y Sinaloa, quienes sostuvieron una necesidad de poder colocar el maíz a un precio garantía de 6 mil 965 pesos.
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“Se cierra la frontera para maíz transgénico. La idea es que no entre maíz blanco. Si los grandes compradores importan de Sudáfrica o de donde quieran hacerlo, que les cueste 4 mil pesos porque quieren sacarle la vuelta al precio de México, les vas a imponer arancel de 4 mil pesos, de tal manera que serían 8 mil por cada tonelada que quieran importar“, expresó el gobernador Rubén Rocha Moya, al recordar las palabras del Presidente a la secretaria de Economía.
Empresas como Minsa, Maseca y Cargil compran maíz mexicano, pero también basan su producción de masa y harina con maíz importado de otros países como Sudáfrica y Estados Unidos.
Una de las opciones de los gobernadores fue que el gobierno federal compre la cosecha completa de maíz y trigo en el País, cuyo costo sería de 30 mil millones de pesos, pero el presidente López Obrador les aclaró que no quiere crear una estatización del mercado.
“No quiero tomar esa medida porque no estamos en la idea de estatización de las cosas, pero ellos (los industriales) que si tenemos un precio de garantía impuesto, pues ese es por el cual deben caminar”
Sin embargo, se prevé que el excedente de las cosechas se comprarán por el gobierno federal como estrategia de reserva alimentaria.
Rocha Moya dijo que la mayor premisa del gobierno federal es asegurar la comercialización de la cosecha a los pequeños productores, es decir, quienes sembraron desde una hasta 10 hectáreas.
El caso Sinaloa
En el caso de Sinaloa, son 13 mil 359 mil productores a quienes Segalmex les comprará toda la cosecha estimada en casi un millón de toneladas de acuerdo al precio de garantía del Bienestar fijado en 6 mil 965 pesos.
Además, el gobierno de Sinaloa se comprometió a la compra de 500 mil toneladas para los productores desde 11 hasta 50 hectáreas, que son los medianos productores y que no están incluidos en el millón de toneladas que comprará Segalmex.
Las primeras 300 mil toneladas se comprarán en mayo y las restantes 200 mil toneladas en junio, y para pagarlas, el gobierno estatal hará uso de una línea de crédito que ya tiene autorizada debido a su buen manejo financiero, aunque aclaró que el receptor de esas 500 mil toneladas será Segalmex, que endosará el certificado de depósito a nombre del Gobierno del Estado de Sinaloa.
Segalmex anunció que comprará otras 300 mil toneladas a ese mismo segmento de medianos productores, de hasta 50 hectáreas, con lo cual se totalizan 1 millón 800 mil toneladas tan sólo de Sinaloa que se retirarán del mercado.
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El organismo descentralizado, sectorizado a la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) informó a los gobernadores que también hará la compra de otras 300 mil toneladas en el resto del país, lo que significa que en total se retirarán del mercado 2 millones 100 mil toneladas, con el propósito de reducir la oferta y que mejore el precio que deberán pagar los grandes industriales, que en conjunto requieren hasta 3 millones de toneladas anuales.

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