Culiacán, Sin.- Desde mediados del siglo XX las autoridades de Culiacán regularon la prostitución en la ciudad delimitándola a una “zona de tolerancia”, en lo que ese momento era la Caseta 4, por la carretera hacia Sanalona.

Sin embargo, por razones hasta este momentos inciertas, hubo una “casa de huéspedes” que siguió operando en el puro centro de la ciudad, durante todas esas décadas hasta hace apenas unos días de junio de 2023, convirtiéndola, quizás, en el prostíbulo más antiguo de la capital del estado.

Se trata de la “Casa de huéspedes San Germán”, ubicada sobre la calle Morelos número 151, en una casa de inicios del siglo XX.

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Aunque cabe aclarar que en este lugar tenía apenas funcionado poco más de un año. Su historia comenzó por la misma calle entre Juárez y Escobedo, con el nombre de “Casas Morelos”, justo a un lado de la popular cantina La Gaviota.

Sobre la primera vieja casa de Morelos 151, hablamos con Martín Jiménez Palazuelos, vecino del centro de Culiacán desde hace 82 años, quien nos informó que dicho domicilio perteneció en sus tiempos a don Guillermo Bátiz, presidente municipal entre 1932-1934.

Fue a su vez, hermano de Juan de Dios Bátiz, que entre sus logros más destacados fue la fundación del Instituto Politécnico Nacional (IPN) en 1936.

“Era una casa habitacional y posteriormente con los años la familia Bátiz la comenzó a rentar a comercios, mientras que en el segundo piso siguió siendo una casa”, dio a conocer don Martín.

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“Mis respetos para la memoria de la familia Bátis, no son nada mío, pero contaba mi madre que en ese tiempo tu podías dormir en la calle y no había quien te tentara un peso. Hasta ese punto se había logrado el respeto con don Guillermo Bátiz”, resaltó.

LA CLAUSURA

En entrevista con Espejo, René Félix, director de Inspección y Vigilancia del Ayuntamiento de Culiacán, informó que la “Casas de huéspedes San German” fue clausurado porque no tenían los permisos correspondientes desde hace años.

Más aún, comentó que ninguna de las mujeres que trabajaban ahí contaba con sus gafetes requeridos y expedidos por la Dirección de Salud del Municipio.

“Ya habíamos ido antes, primero se les notificó para que acudieran al área de Permisos y Licencia para solicitar su permiso correspondiente y a la segunda visita que hicimos aún no lo tenían”, indicó el funcionario.

A pesar de ello, precisó que acercándose a las dependencias correspondientes a tramitar los permisos podrían abrir sin ningún problema, aunque compartió que al momento de los requerimientos, las dueñas, unas hermanas edad avanzada, comentaron que posiblemente opten por cerrar definitivamente.