La anticipación del Movimiento Regeneración Nacional a los tiempos formales que establecen las leyes en la materia para la elección de presidente de México, representa la primera prueba de fuego para el Instituto Nacional Electoral cuya integración fue reformada recientemente bajo la sospecha de que desde el despacho del Ejecutivo federal se fraguó un órgano comicial sometido a las órdenes del mandatario y útil a las intenciones confesas de mandar al diablo a las instituciones.
De la reunión que este día sostendrá el presidente Andrés Manuel López Obrador con el consejo del INE saldrán las señales que permitirán anticipar la autonomía indispensable o el sometimiento aberrante, pues el domingo Morena adelantó su proceso interno para elegir candidato a la Presidencia de la República violentando los plazos legales y refrendado la vocación de ir siempre en contra del Estado de derecho.
Cualquier ejercicio de cotejo entre lo que dice la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales y lo que hace el partido de López Obrador, revela la alteración de lo estipulado en dicho estatuto legal y no deja lugar a dudas de que el largo proceso para designar al candidato morenista se trata da una estrategia para efectuar campaña fuera de los tiempos permitidos, disfrazada de democracia intramuros.
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El presidente utilizó la fuerza del cargo que desempeña y la mayoría de su partido en el Congreso de la Unión para lograr un INE proclive a sus intereses y caprichos, tanto así que adelantó que al reunirse hoy con los funcionarios electorales les dará indicaciones para que “ya no haya influyentismo, que actúe con absoluta autonomía, que no dependan ni del gobierno ni de grupos oligárquicos. También que se respete la voluntad del pueblo, que se destierre para siempre el fraude electoral, que tanto daño causó a México, que haya elecciones limpias y libres”, siendo que esto la función natural del Instituto.
La autonomía del INE ya está comprometida y el riesgo para que haya elecciones libres es latente porque desde el ariete político de AMLO se procede a desobedecer las leyes y afectar la igualdad de condiciones para los participantes, por la campaña de Morena iniciada cinco meses antes de calendario establecido por la LIPE.
Lo único que falta por verificar es cómo se comporta el órgano electoral frente a quien debe ser obligado a ser el primero en respetar la ley.
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