Pese a cerrar horas antes el mes con más asesinatos en promedio por día de su gobierno, el presidente Andrés Manuel López Obrador ofreció el sábado, al festejar cinco años desde que ganó la elección presidencial de 2018, que erradicará la violencia enMéxico en poco más de un año que le resta para que concluya su periodo como mandatario federal.

En junio, de acuerdo con datos de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, el país tuvo el más alto registro de asesinatos en promedio por día al registrarse 2 mil 303 homicidios dolosos, 77 diarios, superando los 70 delitos de este tipo como indicador que no había sido rebasado. Es decir, al balance sexenal de 120 mil víctimas se le suman más familias de luto revictimizadas por la impunidad.

Al mismo tiempo el territorio nacional vive una jornada criminal con la delincuencia subiendo el nivel de reto a las instituciones del Estado, tales como coches bomba, el asesinato de Hipólito Mora, líder de los grupos de autodefensa ciudadana de Michoacán, y estados como Chiapas son atacados por grupos de delincuencia organizada que se disputan el territorio.

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Aun así el presidente López Obrador declara en su fiesta realizada en el zócalo de la Ciudad de México que “hay justicia y tranquilidad social y se avanza hacia la erradicación de la violencia, lo vamos a lograr entre todos, me canso ganso”, aclamado por una multitud que en tiempos recientes le exigía a otros regímenes la reposición de la paz, estado de derecho y condiciones para el desarrollo de todas las actividades lícitas de la población.

López Obrador debe ajustar el discurso a la realidad antes de que la historia proceda a colocarlo en el sitial que corresponde a políticos que sustentan su permanencia en el poder con mentiras y obnubilaciones.

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Y algún integrante de Morena, ya sea gobernador, senador, diputado o secretario del Gabinete podría hablarle con la verdad al presidente para sacarlo de la burbuja donde la fiesta corre al parejo del luto, llanto y decepción de los mexicanos.