La inflación ha afectado al mercado global de productos de consumo masivo, que se ha enfrentado a muchos retos en los últimos trimestres, sin embargo, los consumidores se mantienen resilientes ante el entorno económico al conservar sus niveles de gasto pese a la pérdida de poder adquisitivo.

De acuerdo con el último reporte Brand Footprint 2023 de Kantar, los consumidores en América Latina buscan una buena relación calidad-precio en una mayor variedad de puntos de venta para administrar mejor sus presupuestos a través de la actual crisis en el costo de vida, ya que perdieron el 25 por ciento de su poder adquisitivo en los últimos dos años.

A medida que la inflación general anual ha alcanzado niveles de hasta 8.76 por ciento en México los compradores consiguieron hacer pocas modificaciones en sus hábitos de consumo. El reporte revela que, si bien se supone que en este entorno económico los hogares deben estar recortando otros gastos, en promedio, se enfrentan a la inflación absorbiendo la subida de precios dentro de los bienes de consumo de rápido movimiento (FMCG, por sus siglas en inglés), por ejemplo, alimentos, bebidas, productos del hogar, de higiene personal.

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“La inflación ha impactado negativamente el volumen de bienes de consumo, que se ha mantenido estable en la región en su conjunto, mientras que el valor ha aumentado. La frecuencia de compra también ha disminuido”, refiere el estudio.

Aunque la inflación anual en México moderó su marcha para hilar hasta la primera mitad de agosto siete quincenas consecutivas en descenso, las presiones inflacionarias siguen creciendo y la expectativa de inflación para diciembre del 2023 se mantiene en 4.6 por ciento anual. Inevitablemente, esto lleva a las personas a ser más restringidas en sus gastos y comenzar a racionalizar sus compras en mayor medida.

Kantar señala que las decisiones que toman los compradores cuestan más, ya que el gasto anual en los bienes de consumo de rápido movimiento aumentó un 11.1 por ciento en 2022, y el gasto promedio por viaje se incrementó un 13.9 por ciento. Siendo evidente que eso no representa un crecimiento en términos reales, ya que el aumento del gasto se ha producido en gran medida por el aumento de los precios.

 

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Revela que, en México, donde la inflación tuvo un efecto menos perjudicial en los precios, el volumen de compras de comestibles creció un 1.9 por ciento, ya que los consumidores pudieron aumentar su gasto a un nivel superior frente a los aumentos de precios. En los otros mercados, sin embargo, el volumen se contrajo un 3 por ciento o más en comparación con 2021.