Culiacán.- Son más de 2 mil 300 personas que deberían estar aquí, entre la gente, en las calles, pero las asesinaron y a algunas hasta las enterraron para esconderlas.

“Quizás entre ellos están nuestros desaparecidos”, dice Alma Rosa Rojo Medina, una mujer que busca a su hermano Miguel Ángel desde 2009.

Esta mujer está debajo de una carpa en Culiacán, sentada en sillas negras en un estacionamiento improvisado. Hay unas 100 mujeres, casi todas con playeras con fotografías de hombres, ahí sus nombres y las frases “Se Busca” “¿Dónde estás?” “Hasta encontrarte”.

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Están aquí, con un calor que pesa hasta casi los 50 grados porque este lugar es uno que puede darles luz para encontrar a sus desaparecidos, menciona María Isabel Cruz Bernal, quien busca a su hijo Yosimar García Cruz, policía municipal desaparecido en enero de 2017.

“La crisis forense nos ha rebasado, aquí hay una luz que brilla fuerte para dar la señal de donde podrían estar cientos de nuestros desaparecidos”, menciona mientras da cuenta de cifras oficiales:

La Fiscalía General señaló que son 2 mil 321 personas no identificadas en Sinaloa.

  • Hay 743 cuerpos y/o restos en el Servicio Médico Forense
  • Otros 1,313 en fosas comunes
  • 265 cuerpos y/o restos en funerarias privadas

Ha sido una administración de la muerte que ahora quedará en una dependencia llamada Comisión Estatal de Búsqueda.

Esos 2 mil 321 cuerpos deberán sacarse de donde están y analizarse para tratar de devolverles el nombre por el que alguna vez fueron llamados por sus padres y madres, pero que se perdieron en los registros de la Fiscalía General del Estado.

Vinieron aquí unas 100 mujeres para que se les mostrara los avances de un proyecto anunciado hace dos años, pero con otro anuncio: comenzará a operar en el mes de noviembre.

Por lo pronto se dio razón de un gasto de 75 millones 827 mil pesos, para construir distintos espacios en los que habrá 750 cuerpos, así como un laboratorio de identificación humana a través de equipo forense y un grupo de especialistas certificados que no han sido contratados.

Luego de este lugar habrá otros dos, uno en Los Mochis y otro en Mazatlán, pues no todos los cuerpos cabrán en el de Culiacán.

El gobernador Rubén Rocha Moya les dijo a las mujeres que quiere dar un lugar digno a las personas sin nombre, pero no terminaba de hablar de sus planes, cuando una mujer se levantó entre las buscadoras, tomó el micrófono y le dijo: “No pedimos estar aquí (vengo por mis desaparecidos)”.

Hace un año espera esa señora a que el gobernador le atienda y poder tratar el caso de sus dos hijos desaparecidos en Culiacán.

Rocha Moya reconoció la tardanza y continuó, dijo que tan importante era dar dignidad a los cuerpos sin nombre como hacer algo para que ya no desaparezcan a personas. Lo dijo junto a las personas encargadas de hacer planes de búsqueda e investigaciones para conocer las causas y que a 1 año y 10 meses de gobierno no lo han terminado.