Ruler es una empresa que se dedica a fabricar y comercializar la ropa deportiva que viste a los campeones del béisbol mexicano, provee las prendas de viaje y entrenamiento para 12 equipos profesionales y también cuenta con su propia línea de ropa que se vende en el comercio al detalle a través de su página web y en una tienda física ubica en Plaza Sendero, Culiacán.
En entrevista para Espejo Negocios el director general y fundador, Javier Piña Méndez cuenta que su misión es ser la marca mexicana número uno en ropa deportiva para atletas y no tan atletas, su crecimiento ha sido lento pero firme, consciente de que lo difícil no es conquistar sino mantenerse.
Recuerda que comenzó en 2015 con la idea de emprender en ese giro, pero lo primero que hizo fue investigar en las tiendas deportivas de la ciudad para saber si hacían uniformes y una de las personas que le respondió le dijo que no lo hacían porque no era negocio. “Me impactó, un señor que ya tiene muchos años en el mercado y que diga que hacer uniformes no es negocio, y pensé, a lo mejor no es negocio, pero yo seguí”.
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Javier Piña fue deportista desde niño, a los 12 años comenzó a jugar voleibol y cuando entró a la universidad ingresó al tecnológico de Monterrey con una beca deportiva, era un jugador conocido en ese ambiente, pero al graduarse queda fuera del equipo, entonces, junto con unos amigos que estaban en la misma situación deciden conformar su propia plantilla de primera fuerza.
Recuerda que él era el responsable de conseguir los patrocinadores y mandar a hacer los uniformes y es ahí donde vio el área de oportunidad porque era muy difícil encontrar prendas de calidad, no tenían buen corte, eran muy feas o variaba una talla con la otra, así que vio la confección como una forma de volver al juego, ya no a modo de deportista de alto rendimiento, pero sí seguir en el medio deportivo.
Más o menos tenía un benchmarking así que hizo el análisis de mercado, empezó con un plan de negocio para ver dónde podría comprar, el precio de los materiales y tiempos de entrega, crear un logo con identidad profesional, evaluar y conocer los procesos para hacer los uniformes, los primeros tres meses recuerda que tercerizo.
Piña Méndez considera que la pasión también vende, por eso la considera un ingrediente muy importante a la hora de emprender cualquier proyecto, que es algo que aprendió en el mundo deportivo y lo traslada a la empresa, como el tener cuidado de las personas apasionadas, porque ‘te les pones al tú por tú o te van a superar’.
“Yo tenía un entrenador de voleibol, que decía: ‘no hay nada más peligroso que un tonto con pasión’, y de repente nos tocaba un jugador nuevo no tan bueno para jugar, pero habilidoso y con muchas ganas, y sí, ese tonto con pasión al año siguiente era buenísimo para jugar”.
Dice que dos o tres clientes que tiene hoy le han dicho que le empezaron a comprar o que le compran por la pasión con la que fue a venderles las cosas, por eso tiene claro que esa parte es muy vital, ya que si te gusta lo que haces vas a encontrar la manera y vas a encontrar siempre la forma de hacerlo bien.
Cuenta que así es como fue creciendo, al ser conocido en el voleibol primero vendía a esos equipos, después empezaron a llegar clientes más grandes como la Academia de Basquetbol de Caballeros pasando de 10 a 100 piezas por cliente, ahí es cuando decide hacerse de maquinaria, contratar personal de costura, confección, un diseñador digital y dar su primer ‘brinquito’, en la idea de que cuando produce alguien más no se puede controlar y por ende no se puede mejorar.
El siguiente salto fue de 2015 al 2017, primero comienza a vender a colegios en el tema deportivo, con un volumen un poco mayor para los equipos de fútbol, basquetbol, voleibol de las escuelas, al ya tener la maquila comenzó a perfeccionar los procesos textiles, cortes, patronaje y se va a tocar las puertas en Tomateros, fue el primer equipo profesional con el que empezó a trabajar, el primer año fue una aventura, porque ya no eran pedidos de 100 o 200 piezas, eran miles de prendas.
“Llego y veo en las tiendas el producto y digo: ‘yo tengo un mejor producto’, ya empezaba a importar telas de Colombia con un material diferente que no te encontrarás en México, muy cómodas para el jugador, en ese momento llego a Tomateros y me dicen: ‘necesitamos polo deportivo porque mi proveedor de polos me está quedando mal’, entonces empezamos a hacer las polos, les gustaron y seguimos con la playera de entrenamiento. Y he tenido suerte porque ese año aparte me ofrecen un jersey en Tomateros, hicimos una prueba, empezamos con 2 mil 500 y terminamos vendiendo 5 mil en una temporada”, cuenta.
Al siguiente año decide irse a tocar la puerta en Mazatlán, les muerta el catálogo y para su fortuna estaban buscando proveedor para surtir las tiendas de Venados que estaban por iniciar como expansión de la marca, en ese mismo año se va a Mochis a tocar la puerta, en 2019 va con el equipo de Oaxaca y les ofrece sus servicios, a partir de ahí considera que el camino se hizo más fácil, después de proveer a cuatro equipos, además que les ayudó el jugador profesional adoptó muy bien la marca.
“Llegamos a innovar en la ropa de entrenamiento a la que nadie le estaba poniendo atención, los proveedores normalmente le ponen atención al jersey de juego pero la ropa de entrenamiento y la ropa de viaje estaba un poquito descuidada, para el 2019 ya eran mensajes de jugadores hacia Ruler, les empezamos a personalizar las prendas y les agradó mucho esa parte del servicio y el jugador nos ha llevado de equipo en equipo, porque ellos llegan un equipo nuevo y te recomiendan, así fue como yo pasé de tener a lo mejor seis equipos a los que yo les toque la puerta a tener 12, porque el otro resto nos han venido hablando a nosotros”, explica.
Claves de RULER
Javier Piña cree que la puntualidad en las entregas ha sido clave para ellos, que tienen que ser muy rápidos porque la temporada de beisbol solo dura tres meses y el cliente requiere su producto para antes de que comience el periodo y tener ellos también el tiempo para vender el producto, por ello lo considera el aspecto más importante.
Otra clave dice es la comunicación tanto con el comprador como con sus proveedores, porque si a él le quedan mal con las telas en la fecha que las requiere puede ser mucha presión para terminar en tiempo o incluso también puede quedar mal con sus clientes, ya que es una cadena de servicio.
Reconoce que ha sido un reto posicionar la marca fuera del beisbol mexicano, por lo que ha requerido de mucha paciencia para soportar la frustración, ir paso a paso, aguantar, seguir adelante y tener mucha fe. La estrategia a la que ha recurrido es empezar de a poco para ir despertando el mercado, la demanda, hacer pruebas y si funciona el producto comenzar con la producción en volumen.
“Empecé en 2015 maquilando la ropa con un tercero durante tres meses y ahí empecé con poco, o sea no tenía ni siquiera máquinas, pero despiertas una demanda y ya luego vas y te haces de la maquinaria para generar ese producto, el rentar a lo mejor una máquina y empiezo a probar y si funciona y el producto, pega, ya luego me hago yo de la máquina, la compro y empezamos las producciones en volumen, es como jugar seguro”, refiere.
Su proyección es adentrarse más en los equipos y tener la mayor presencia posible hasta ser la marca número uno de ropa de training y de viaje en el béisbol mexicano, pero también tiene la idea de llegar a los equipos de basquetbol, a los de voleibol y venderle por medio de la tienda online, de Amazon, Mercado Libre y la tienda física a la persona que hace yoga, a los que van al gimnasio y a los que corren maratones.
La moda sostenible
Piña Méndez dice que en México hace falta mucha conciencia en el tema de la moda sostenible, ya que es la segunda industria que más contamina en todo el mundo, hay muchos temas de Fast Fashion que fabrican con telas que van a durar mucho tiempo en el planeta, sin embargo, Ruler como marca maneja telas recicladas del PET.
Detalla que muchas de sus telas o son recicladas del PET o son biodegradables porque están muy conscientes de la parte sostenible, y que son pocas marcas las que trabajan con estas telas amigables con el ambiente, porque son importadas no se fabrican en México.
“Ahorita también traemos una campaña de unos pañuelitos para perro, por cada pañuelo que se compre las ganancias van a ser donaciones para una fundación canina. Y traigo un proyecto que apenas lo va a iniciar, cuando hacemos el corte de la ropa se genera merma, son pedacitos de tela que ya no sirven para fabricar nada, ahorita estamos separando esa merma para empezar a llenar costales de box”.
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Su objetivo para el próximo año dice, es juntar unos 40 a 50 costales de box e ir a colocarlos en centros de barrio o en escuelas como una donación de parte de Ruler para que toda esa merma que generan no llegue a la basura, sino aprovecharla y hacer algo positivo que sume al deporte. Además, en el caso de la ropa que no les sirve para vender, en vez de tirarla lo que hacen es llevarla a los bancos de ropa, muy consientes de que se debe abonar en la mayor medida para no contaminar.
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