Culiacán, Sinaloa.- Gerardo Mérida Sánchez, recién designado como secretario de Seguridad Pública en Sinaloa, pidió de 3 a 6 meses de tolerancia para poder adaptar su plan de seguridad en el Estado.

En una semana y media, dijo el funcionario en rueda de prensa, ya se reunió con empresarios, observó déficit de equipamiento tecnológico y que existe una centralización de la seguridad en el Estado, pues la mayoría de los policías estatales se encuentran en Culiacán, pese a que hay problemas de violencia e inseguridad en municipios del norte y sur.

“Lo encontré (al Estado)… de lo que dicen que es Sinaloa a la verdad, podemos comprarlo con otro estado y veo yo la tranquilidad. Ojo, la tranquilidad, no la seguridad. Creo que todos los estados en algún momento estamos en riesgo la seguridad, vemos ahorita que el toda la República ¿En qué lugar no hay inseguridad? Pero ahorita en Sinaloa estamos en el lugar 26, estamos muy abajo del top”, expresó el nuevo secretario.

-¿Se ha puesto algún plazo?
“En forma general de seguridad, yo estaría pidiendo de 3 a 6 meses”.

Una de las primeras reuniones, explicó, fue con empresarios agremiados a Cámara Nacional de Comercio (Canaco), con quienes se estableció una conversación y se dio con problemáticas de delitos menores con alta incidencia, como robos y asaltos a establecimientos.

El secretario reconoció que existe un déficit en el número de videocámaras disponibles para la vigilancia urbana, así como botones de pánico.

Otro factor de riesgo, dijo al asegurar que es un diagnóstico aún no concluido, es que se tiene una centralización de la policía, pues es en Culiacán donde hay mayor concentración, aunque se tiene municipios con riesgos latentes de violencia, como Rosario y Concordia, que han presentado incidentes violentos en los últimos cinco años.

Un último problema a atender es el narcomenudeo, con una campaña establecida en coordinación con dependencias federales.

En lo que toca lo local, la Secretaría de Seguridad Pública buscará disminuir el consumo de drogas, sobre todo metanfetamina, detectada como la de mayor consumo entre la población.