Culiacán, Sinaloa.- La huelga que estalló en la industria automotriz de los Estados Unidos ha comenzado a dejar su huella en México, con pérdidas iniciales estimadas en 76 millones de dólares debido a la disminución en la demanda de autopartes.

Ernesto Sánchez Sánchez, especialista en temas Laborales y Sindicales de la Facultad de Estudios Internacionales y Políticas Públicas de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), compartió un análisis detallado sobre las implicaciones económicas que esta paralización de la producción automotriz tiene para México.

Sánchez Sánchez señaló que, aunque en un principio 76 millones de dólares pueden parecer una cifra relativamente baja para una industria de gran envergadura, esto representa un problema significativo en el corto plazo. Explicó que esta suma solo equivale al 0.5% de las importaciones totales, pero advirtió que podría afectar hasta un 20% del nivel de exportaciones hacia Estados Unidos. Este impacto se traduciría en un incremento en los costos de los automóviles producidos en México o incluso la pérdida de empleos en el sector.

Leer más: Los autos chinos más vendidos en México: marcas atractivas con precios competitivos

El especialista de la UAS hizo hincapié en el posible efecto a largo plazo de la huelga. “Si esta se prolonga durante más de tres meses, existe la posibilidad de que los precios de los automóviles fabricados por empresas como Ford, General Motors y Stellantis aumenten en un 4%”.

Además, advirtió que los costos podrían elevarse de 500 a mil millones de dólares si la huelga continúa por más de dos o tres meses, lo que tendría un impacto negativo en la producción y los proveedores de primer nivel, así como en el empleo en México.

Sobre las causas que originaron esta huelga, Sánchez Sánchez explicó que los líderes sindicales exigen un incremento salarial del 40%, que se distribuiría en un 20% inmediato y un 5% adicional cada año hasta alcanzar el 40% en 2027. También buscan la restauración de beneficios perdidos durante la recesión económica, la estabilización en las trayectorias laborales y la limitación de las jornadas laborales a un máximo de 8 horas, reduciendo las horas extras obligatorias.

El académico destacó que, además de las preocupaciones laborales y tecnológicas relacionadas con la automatización y la transición a vehículos eléctricos, también hay factores políticos en juego, ya que se acercan elecciones en Estados Unidos y el presidente Joe Biden busca ganar apoyo para su posible reelección.

Leer más: Venta global de autos eléctricos aumenta 32% interanual en primer trimestre de 2023

La huelga en la industria automotriz de Estados Unidos sigue siendo un tema de preocupación tanto para México como para la economía global, ya que sus efectos se extienden más allá de las fronteras y ponen de manifiesto la interconexión de las cadenas de suministro en el mundo contemporáneo.

*Esta nota fue redactada con la ayuda de ChatGPT. Con información de la Universidad Autónoma de Sinaloa.