Las bajas temperaturas afectaron alrededor de 2 mil hectáreas en el centro y norte de Sinaloa de los cultivos de frijol, calabaza, tomatillo y maíz, lo cual agudiza aún más la peor crisis de los últimos 10 años que padece el sector agrícola de Sinaloa.

Adicionalmente, enfrentan una crisis hídrica al estar las presas en menos del 30 % de su captación de agua, la cual será insuficiente para las 670 mil hectáreas sembradas en este ciclo agrícola, de las cuales 324 mil son de maíz, 65 mil de frijol, 92 mil de garbanzo, 13 mil de sorgo, 27 mil de trigo y el resto de hortalizas. El problema mayor lo representa la superficie sembrada de maíz que supera con una gran cantidad la autorizada y requiere cinco riegos y el agua si acaso alcanzará para dos riegos.

La situación se recrudece por la incapacidad de la Secretaría de Agricultura y Ganadería del Gobierno del Estado, que encabeza Jaime Montes, en lograr que se respeten los permisos de siembra y la misma Asociación de Agricultores del Río Culiacán (AARC) admite que los productores agrícolas sembraron sin permiso de siembra.

Esa situación afectará la productividad de los cultivos agrícolas, incluso podría afectar a la producción de hortalizas si los módulos de riego no tienen la capacidad de administrar en forma adecuada el agua.

Basta con un recorrido por el valle de Culiacán, para observar miles de hectáreas sembradas de maíz, lo cual cuestiona el sentido común de los productores agrícolas y de las mismas autoridades agropecuarias en la planeación de siembra de este ciclo agrícola ¿Para qué sembrar un grano que requiere de cinco riegos de auxilio, cuando no hay agua? ¿Qué estrategias utilizarán para resolverlo? ¿Se agudizará  una crisis del agua en el campo de Sinaloa, custodiada por hombres armados a orilla de los canales de riego?

Adicionalmente, el sector agrícola enfrenta que las políticas públicas enfocadas al sector agropecuario son únicamente para la agricultura de subsistencia; por lo que el apoyo en Sinaloa es mínimo con programas, tales como “Sembrando Vidas” en los municipios alteños y en productores que tienen hasta 2.5 hectáreas. Atrás quedaron los “años dorados”, con las políticas públicas de PROCAMPO y PROAGRO, enfocadas a incrementar la productividad de los agricultores de granos básicos y empoderarlos para competir con los productores de Estados Unidos y Canadá.

Hoy la agricultura comercial de México carece de políticas públicas de apoyo. Prácticamente el Gobierno de la Cuarta Transformación desmanteló todos los apoyos al campo y sólo quedan programas menores, tales como el de distribución de fertilizantes en la SADER.

 

Ante esa situación, la Confederación de Asociaciones Agrícolas (CAADES) realizó un diagnóstico de la situación de la agricultura comercial de Sinaloa, en donde realiza propuestas específicas de apoyo al agro, para que recupere su competitividad. El documento fue presentado a las precandidatas de MORENA y aliados, Claudia Sheinbaum Pardo y la candidata de la alianza PRI-PAN-PRD Xóchitl Gálvez Ruiz. Esperemos que por el bien de Sinaloa y de México esas propuestas sean tomadas en cuenta y suban a la agenda pública para el diseño de las políticas públicas agropecuarias en el próximo sexenio.

También te puede interesar:

Las opiniones expresadas aquí son responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la línea editorial de ESPEJO