Sinmaloa, México.- El organismo autónomo encargado de la política monetaria mexicana, Banxico, anuncia que su junta de gobierno ha determinado oportuna la decisión de revisar a la baja la tasa de interés. Esta pasa de 11.25%, a 11%. La decisión fue tomada mediante votación, misma que terminó con un saldo de cuatro a favor y uno en contra.

Dicho parámetro llevaba desde el 31 de marzo de 2023 sin cambios, y desde febrero de 2021 no había visto reducciones; más bien, experimentó consecutivas modificaciones al alza.

La tasa de interés es una variable que afecta de forma profunda y multidimensional la economía de un país. Las modificaciones que esta pueda sufrir son una respuesta a las condiciones cambiantes del panorama monetario, productivo, laboral e incluso externo.

Esta tasa se aplica directamente sobre los préstamos que Banxico les otorga a los bancos, que a su vez determina la tasa que estos le cobrarán a las empresas y particulares. Aumentar o disminuir el costo del crédito permite controlar el volumen de gasto, consumo e inversión. 

Por ejemplo, el mantenerla tanto tiempo sin disminución fue una respuesta a la alta inflación que azotó a muchas de las economías del mundo, entre ellas la nuestra, a raíz de la pandemia.

Aumentar el costo del crédito provoca que las personas y empresas gasten menos, ralentizando la subida de precios, al desincentivar la demanda de productos y servicios. Esta estrategia es característica de una política monetaria restrictiva, tal como la que Banxico lleva implementando desde el fin del punto álgido de la pandemia.

 

Otro efecto de esta medida ha sido la constante apreciación del peso mexicano vista durante los últimos dos años. El aumento en el tipo de interés también afecta a las inversiones extranjeras, pues significan un retorno de inversión mayor. Esto aprecia los activos denominados en pesos mexicanos, y con ello, aumenta el valor de cotización de la moneda.

Sin embargo, con la inflación a la baja y previsiones positivas en la actividad económica global, la necesidad de una política monetaria restrictiva deja de ser latente. De cualquier forma, el organismo reconoce la existencia de retos que podrían interponerse en el proceso de bajada de tasas, entre los que se menciona el agravamiento de las tensiones geopolíticas, presiones inflacionarias latentes y condiciones financieras apretadas.

Fue desde finales del año pasado que algunos miembros de la junta de gobierno de Banxico expresaban las intenciones de bajar, de manera gradual y cautelosa, la tasa de interés durante el primer semestre de 2024. Por ahora, la junta de gobierno se ha mostrado congruente entre lo expresado y las decisiones tomadas, contribuyendo a que se pudiera prever el recorte y, hasta el momento, este no tuviera un impacto tan pronunciado en el mercado bursátil.

Según estas declaraciones, se pueden esperar algunos pocos pequeños ajustes más en lo que queda de este año. El banco central dice al respecto en su comunicado de prensa, donde aborda el anuncio:

La Junta de Gobierno vigilará estrechamente las presiones inflacionarias, así como todos los factores que inciden en la trayectoria prevista para la inflación y en sus expectativas. En las siguientes reuniones, tomará sus decisiones en función de la información disponible. [Banxico] reafirma su compromiso con su mandato prioritario y la necesidad de perseverar en sus esfuerzos por consolidar un entorno de inflación baja y estable.

 

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