Las teorías del crecimiento endógeno conceden un relevante papel al capital humano como estimulador de la productividad y como motor del crecimiento económico. Existe una gran cantidad de investigaciones que prueban la validez de las teorías del crecimiento endógeno y que toman al capital humano y a la inversión en investigación y desarrollo como factores fundamentales para el impulso del crecimiento de las economías regionales.

Muchos de los estudios muestran evidencia empírica en el sentido de que las diferencias en el stock de capital humano entre las regiones, son la causa de las diferencias en la rapidez con la que estas convergen con la frontera tecnológica. Existe también evidencia de la complementariedad entre la inversión del sector público en I+D y la acumulación de capital humano, las cuales tienen un impacto significativo en el crecimiento de las regiones.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha reconocido también el efecto positivo de esta variable sobre algunos otros ámbitos, ya que considera que el capital humano contribuye al desarrollo cultural e institucional, aumenta la cohesión social, hace posible la reducción de la violencia, favorece el interés por el cuidado del medio ambiente, permite mejorar las condiciones de salubridad y refuerza la participación en la vida política, entre otros aportes.

México, de acuerdo con el Banco Mundial, en 2018 se ubicó en el lugar 64 de 157 países en el ranking mundial de capital humano, que mide y compara las diferencias entre los países en lo que se refiere a educación, salud y posibilidades de supervivencia de una persona en su infancia. El objetivo del Banco Mundial es subrayar la importancia de la educación y la salud como fundamentos del progreso económico.

El capital humano consiste en los conocimientos, habilidades y salud que la gente acumula a lo largo de sus vidas, considerando que estas cualidades permiten a la gente contribuir de manera productiva a la sociedad, al mismo tiempo que desarrollar una vida digna que permita elevar sus estándares a lo largo del tiempo
El ranking lo lideran cuatro países asiáticos, Singapur, Corea del Sur, Japón y Hong Kong y, los acompaña Finlandia para completar el top 5 mundial. Estos países han hecho de la inversión en educación y la salud una de sus estrategias más importantes para erradicar la pobreza y para salir de la trampa de los ingresos medios. Al fondo de la tabla, predominan países africanos, Chad, Sudán del Sur, Níger y Mali.

En México, hasta el 2018, el Consejo Nacional de Normalización y Certificación de Competencias Laborales (CONOCER), publicó un Informe Trimestral sobre el Desarrollo del Capital Humano en México, considerando cuatro componentes, el entorno macroeconómico, los procesos de formación de capital humano, el aprovechamiento de capital humano y el desarrollo del Sistema Nacional de Competencias. En él se informa que durante el ciclo 2017-2018, Sinaloa ocupa la posición 20 en cobertura en educación primaria, en una lista que encabezan Chiapas y la Ciudad de México (CDMX). Se ubica en la posición 15 en cobertura de educación secundaria, con los primeros lugares para la CDMX y San Luis Potosí y, en el puesto 9 en educación media superior en un ranking que lideran la CDMX y Baja California. Nuestra entidad presenta posiciones destacadas en cobertura del nivel superior y en población atendida en los centros de formación para el trabajo, ya que en ambos casos ocupa, en el plano nacional, la segunda posición, solo detrás de la CDMX en educación superior y del Estado de México en la capacitación para el trabajo.

El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), también revela para Sinaloa buenas posiciones en materia de capital humano, sobre todo en lo que se refiere a la formación básica. Sinaloa, por ejemplo, en escolaridad ocupa la posición 9 en el ámbito nacional, el puesto 7 en escuelas de calidad (porcentaje de escuelas en nivel excelente y bueno) y el 5 en rendimiento académico, que se refiere al porcentaje de alumnos en nivel de desempeño 3 y 4 de matemáticas. Es conveniente señalar que la CDMX lidera en escolaridad, mientras que Puebla encabeza las listas de calidad y rendimiento académico.

En donde no aparece nuestra entidad en las primeras posiciones, es en aquello que suele llamarse capital humano calificado, ya que aunque aparece en la posición 5 en el indicador de población con estudios superiores, en el número de investigadores por entidad federativa ocupamos la posición 19. De igual forma nos ubicamos en el lugar 21, en lo referente al número de alumnos de doctorado, maestría y especialización por cada mil personas de la PEA. Tampoco destaca Sinaloa en cuanto a miembros del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), ya que en números absolutos, para el 2018, con 456 se ubica en la posición 17. Si la cifra se ajusta considerando el tamaño de la población de cada entidad, Sinaloa aparece en la posición 19, con 151 miembros del SNI por cada millón de habitantes. Como referencia, la CDMX con 1001 investigadores ocupa la primera posición y nuestros vecinos se encuentran todos en el top 10. Baja California Sur con 353 tiene la posición 4, Baja California con 274 se encuentra en la 7 y Sonora con 218 se ubica en la 10.

Para evaluar el desempeño de las entidades federativas en materia de capital humano e innovación, investigadoras de la Universidad de Hidalgo, utilizando una metodología del Banco Mundial, construyeron el Índice de Capital Humano Calificado (ICHC) y el Índice de Sistemas de Innovación (ISI). En el caso del ICHC, la mejor posición en él, identifica a las entidades federativas que cuentan con las mejores condiciones en el país en términos de disponibilidad de fuerza laboral calificada y potencial para utilizar esta fuerza en procesos productivos de alto impacto propicios para detonar en una economía basada en el conocimiento. En el ISI, la mejor posición corresponde a las entidades federativas con condiciones más propicias para desarrollar una vinculación eficaz entre su actividad productiva y la que desarrollan instituciones académicas de investigación con la finalidad de detonar en una economía basada en el conocimiento.

LOS ÍTEMS CONSIDERADOS EN EL COMPONENTE CAPITAL HUMANO CALIFICADO SON:
número de miembros del SNI,
nuevos becarios nacionales del CONACYT,
técnicos en informática,
profesionales en informática,
posgraduados en informática,
profesionales ocupados en informática,
población ocupada en el sector secundario y terciario,
producción en el sector informático,
becarios nacionales del CONACYT,
unidades económicas en el sector y clase de actividad informática,
formación de capital humano especializado en ingeniería y tecnología,
uso de la mano de obra en el sector y actividades informáticas,
alumnos de posgrado,
población con maestría o doctorado,
población con maestría o doctorado en el área de ingeniería y tecnología.
POR SU PARTE, LOS ÍTEMS CONSIDERADOS EN EL COMPONENTE SISTEMAS DE INNOVACIÓN SON:
acervo total de recursos humanos en ciencia y tecnología,
acervo total de recursos humanos capacitados en ciencia y tecnología,
patentes solicitadas por entidad federativa de residencia del inventor,
producción científica y tecnológica,
empresas por cada mil habitantes,
red de ciencia y tecnología,
red empresarial de ciencia y tecnología,
patrones dentro de la población ocupada.
Para el ICHC, las primeras cinco posiciones corresponden a Nuevo León, Sonora, Ciudad de México, Baja California Norte y Coahuila. Son ellas las que cuentan con las mejores condiciones en el país en términos de disponibilidad de fuerza laboral calificada y potencial para utilizar esta fuerza en procesos productivos de alto impacto, el resto, son entidades en las que aún hace falta elevar los niveles educativos de la población en general y orientar la formación de profesionistas en el área de ingenierías y tecnología. Sinaloa ocupa en el Índice el puesto 16 y las entidades con condiciones menos propicias para desarrollar una vinculación eficaz son Oaxaca, Chiapas Guerrero, Nayarit e Hidalgo.

En el ISI, el top 5 lo forman las entidades de Jalisco, Nuevo León, Puebla, San Luis Potosí y Baja California Sur, que aparecen con condiciones sumamente propicias para desarrollar una vinculación eficaz entre su actividad productiva e instituciones académicas y de investigación. Sinaloa ocupa en el Índice la posición 20 y las entidades que tienen condiciones menos propicias para desarrollar una vinculación adecuada son Chiapas, Colima, Quintana Roo, Guerrero y Nayarit.

Entidades como la nuestra, colocadas en los últimos puestos en estos índices, enfrentan en referencia al Capital Humano Calificado, el reto de incrementar el número de investigadores, la formación de Capital Humano especializado en ingeniería y tecnología, el número especialistas, las maestrías y los doctorados en áreas de ciencia y tecnología. En el ámbito de los Sistemas de Innovación, los retos tienen que ver con propiciar un ambiente de innovación (realizar transferencia de tecnología, patentes, educación inter e intra disciplinar, mezclar e incrementar investigaciones en áreas de ciencias sociales, tecnológicas, científicas y económicas), con ampliar redes en ciencia, tecnología y empresas. Se hace necesario también desarrollar el trabajo en redes y ecosistemas, generando conocimiento con orientación estratégica, fortaleciendo la innovación empresarial, financiando la innovación y el capital humano a través de un marco regulatorio e institucional.