Como cada día, sales de tu casa con el mejor de los ánimos a sabiendas de que el intento se desmorona apenas te incorporas al tránsito. Te la mientan y respondes. Serpenteas las arbitrariedades cometidas por el osado conductor que se empeña en meterse en una fila que avanza sin dejar espacio ni para un cristiano. Empiezas a perder el control y recuerdas cómo te fue la última vez; optas por respirar profundo, tres veces seguidas es mejor. Sabes que tardarás más de lo habitual en llegar, mas bien avanzas unos metros y sabes que no llegarás. Una cola interminable, al parecer una caótica carambola. Revisas tu celular, informas lo ocurrido y decides relajarte. Bendito teléfono. Navegas, descartas, descartas en automático… te detienes. Escuchas una voz pausada que contrasta con todo. Habla de alguien que llegó a México, se casó, tuvo hijos, dio clases, escribió y un buen día desapareció, nunca supieron de ella. Se trataba de Alaíde Foppa, feminista, activista guatemalteca, traductora, crítica de arte, educada en París, maestra en la UNAM, iniciadora de la revista FEM (primera revista feminista de América Latina, editada de 1976 a 2005), mujer resiliente. Al final escuchaste su poesía. El tiempo pasó, la locutora dio las gracias por el privilegio de escucharla. Hilda Tapia invitaba a la próxima edición de su programa Danza de letras, en Proyéctate Radio. Tu día terminó con una sensación diferente: confort, gratitud, calma, compañía.

Algo resurgió. Quisiste saber más de Alaíde Foppa y descubriste su pasión y lucha, también la de su familia. La desaparición de su hijo y la trágica muerte de su esposo. Pero no fue la única, en la siguiente emisión habló sobre D.F. Wallace, de quien no sabías nada; te adentraste y conociste su broma infinita. Te enteraste del machismo de Phillip Roth y la peliaguda relación con su esposa. La apasionada vida de la mecenas Antonieta Rivas Mercado y su suicidio en una iglesia de París. Los peculiares personajes de Franz Kafka. La liberación en el robo de las máscaras en El Loco de Gibran Jalil Gibran. La época decembrina te la alegró hablando sobre Charles Dickens y su bello Cuento de Navidad, reviviste la vida del señor Scrooge y su tacañería. Pensaste cuál espíritu podría visitarte el próximo 24 de diciembre.

Caes en la cuenta de los días y te enteras de que ya ha pasado un año. Tu rutina es la misma, la batalla diaria con el tránsito y los vecinos sigue igual; también la de ellos. Sin embargo, en la tuya, hay un remanso que esperas cada semana. Cada miércoles, en Proyéctate Radio, tienes una cita con la periodista Hilda Tapia. Ella te espera con un nuevo personaje o suceso de la literatura. Te sumas a su audiencia y surge la conversación. El 10 de enero celebraste el primer aniversario de Danza con letras. Aplaudes y agradeces que la audiencia mantenga vivo este nuevo espacio donde se habla del trabajo de hombres y mujeres de letras, de historias, de poesía. Felicitas a Hilda por sus primeros 50 programas al aire. Auguras que su danza encontrará nuevos escuchas que pausen el bullicio diario y encuentren un espacio sin juicio, sin prejuicio, sin otra línea que no sea la de propiciar el diálogo, esa íntima y hermosa conversación que sólo se da entre alguien que habla y otro que bien escucha.

Zona chilanga se une a tu regocijo y celebra contigo este primer aniversario. Ambos brindamos por una larga vida para Danza de letras. Felicidades, Hilda Tapia. ¡Enhorabuena!, y muchas nuevas historias por venir.

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