Adolfo Macías, alias “Fito”, líder del peligroso cartel de narcotráfico Los Choneros en Ecuador, logró evadirse de la prisión durante el fin de semana. Este fugitivo, conocido como uno de los criminales más peligrosos del país, ha escapado anteriormente, generando preocupación sobre la efectividad de las medidas de seguridad.

En un sorpresivo escape, Adolfo Macías, alias “Fito”, líder del cartel Los Choneros en Ecuador, evadió la prisión del Litoral de Guayaquil, donde cumplía condena por delincuencia organizada, narcotráfico y asesinato desde 2011. El fugitivo de 44 años se desvaneció antes de ser trasladado a una prisión de máxima seguridad, desencadenando una intensa búsqueda de más de 3,000 uniformados, sin éxito. La fuga provocó disturbios en varias cárceles, llevando al presidente Daniel Noboa a declarar un estado de excepción de 60 días.

Los Choneros, sus vínculos con el Cartel de Sinaloa y el Estado de Excepción

Macías lideraba la peligrosa banda de narcotraficantes Los Choneros, vinculada al Cartel de Sinaloa. Acusados de sicariato, narcotráfico y extorsión, la fuga del líder criminal intensificó la crisis en un sistema penitenciario ya afectado por motines en seis cárceles de Ecuador.

En un comunicado el SNAI, la institución del Gobierno responsable de lo que ocurre en las cárceles anunció que puso una denuncia por la “presunta evasión” de Macías, y la fiscalía ya formuló cargos contra dos guardias penitenciarios a los que vinculó con la fuga.

La fuga de “Fito” desencadenó un estado de excepción por 60 días, con toque de queda y medidas de seguridad adicionales en todo el país. El plan del presidente Noboa incluye una nueva unidad de inteligencia, armas tácticas y la reclusión temporal de presos peligrosos en barcos prisiones.

Ecuador ha experimentado un aumento en la violencia, impulsado por la creciente presencia de carteles narcotraficantes de Colombia y México. Con más de 400 muertes reportadas en prisiones desde 2021 debido a enfrentamientos entre bandas rivales, la fuga de “Fito” representa un desafío adicional para las autoridades.

El país se ha convertido en un territorio de paso en la ruta del narcotráfico y como un punto de distribución de drogas hacia los mercados europeos.