Texto y foto: Patricia Ramírez / Causa Natura

Baja California Sur.- Los pescadores de Bahía Asunción decidieron dejar de pescar este año. En medio de la incertidumbre económica que para ellos representa suspender pesquerías importantes, han designado un área del mar como reserva marina con el objetivo de recuperar especies como el abulón y el caracol.

La decisión de no pescar durante cinco años en la Isla Asunción, ubicada frente a la bahía, a partir de septiembre del año pasado fue tomada entre los pescadores que pertenecen a la Sociedad Cooperativa de Producción Pesquera California de San Ignacio. No es la primera vez que la comunidad impone este tipo de vedas.

En los años 80, el abulón tuvo una baja en la producción, así que se acordó frenar la captura y los pescadores notaron una recuperación en los tres años siguientes. En 2016 ocurrió algo similar cuando se acordó que la Isla de San Roque, ubicada cerca de la bahía, se convertiría en reserva.

“(Esta ocasión) lo único que estamos contemplando nosotros es el buceo recreativo, pero sin extracción de ningún caracol, ningún abulón, ningún sargazo, ningún pez. Cero pesca comercial”, explica Román López Ramírez, quien ha sido el principal impulsor de la reserva marina en la Isla Asunción.

Román ha sido parte de la cooperativa por 28 años. Comenzó en la planta de procesamiento de producto pesquero y posteriormente se integró al Consejo de Vigilancia. Fue en aquel tiempo cuando un primo suyo que vive en Isla Natividad, una comunidad pesquera ubicada más al norte, le contó sobre las reservas marinas que se habían implementado desde el 2006 en dicha región.

Aunque la suspensión en Isla Asunción ya inició, los pescadores saben que aún hay por delante otros retos para que pueda lograrse su objetivo.

Sin pesca

La pérdida de especies como el abulón ha sido frecuente desde finales de los 90 en las comunidades de Baja California Sur, colindantes con el Pacífico norte. Las causas van desde la sobreexplotación hasta los cambios en el mar por efectos climáticos. Es por esto que cada vez son más frecuentes las sociedades de pescadores que deciden suspender la captura para ayudar a la recuperación de las poblaciones de peces.

En el caso de Bahía Asunción, Román recuerda que mientras en 2013 aún se podían capturar casi las 30 toneladas de abulón, las temporadas siguientes sólo se llegó a un promedio de 15 toneladas. La producción siguió en picada desde ese año.

“Siento que ha sido complicado, pero lo que ha venido a fortalecer (la decisión) es que gracias a las relaciones (con otras cooperativas), los apoyos y las capacitaciones, va quedando esa semilla y la gente va entendiendo, así que a la hora de hacer las propuestas de este tipo de temas la mayoría termina apoyando”, explica Román cuando se le pregunta sobre cómo ha sido el proceso de los pescadores para dejar la captura.

Por su parte, Jesús Romero, actual presidente del Consejo de Vigilancia en la cooperativa, agrega que uno de los problemas que preocupan es el económico. Mismo que detuvo a algunos para aceptar la reserva marina. Aún así confía que la zona se mantenga sin pesca. “Lo que estamos viendo es que no entren en la reserva porque eso nos traería problemas a nosotros”, dice.

Para hacerle frente a los problemas financieros, este año los pescadores acordaron que sí se pescaría langosta en toda la zona, incluida la reserva de Isla Asunción. Esta es una pesquería de valor comercial, así que esperan que traiga ganancias que ayuden a compensar la pérdida.

Otra de las medidas que se han tomado son capacitaciones con la Universidad Autónoma de Baja California para mantener un monitoreo submarino que les permita medir los resultados. Hasta ahora ya son 17 socios de la cooperativa los que se han certificado. Dicho grupo pertenece a una Comisión de Conservación que se creó dentro de la cooperativa para dar el seguimiento a la reserva marina de Isla Asunción.

Román ha planeado que existan reuniones con autoridades como las encargadas de la Reserva de la Biosfera El Vizcaíno para poder formalizar el establecimiento de la zona libre de pesca, ya que por el momento sólo ha sido una decisión voluntaria sin documentos. Al igual que con funcionarios del gobierno estatal.

Asimismo, el plan contempla mantener el buceo recreativo, ya que la Isla Asunción es hábitat de lobos marinos y focas. Por lo que se considera un atractivo como actividad de esparcimiento.

A menos de un año de la creación de la reserva marina, Román espera que no sea una iniciativa que sólo se quede en esta región.

“La idea es que cuando la abramos sea con otra conciencia, con otra mentalidad, de poder hacer áreas y espacios rotativos (de no pesca) dentro de la misma isla. Poder hacer cosas con una mentalidad diferente en beneficio de la pesquería. El mar nos dio mucho. Necesitamos ahora nosotros ayudarle”, dice Román.

Para él, la mejor opción por el momento es no pescar. Sin embargo, no descarta que en un futuro puedan surgir otras alternativas que ayuden a mejorar las poblaciones de especies como el abulón o el caracol.

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Este reportaje fue publicado originalmente en Causa Natura, medio aliado de ESPEJO. Aquí puede consultar el texto original.