Ciudad de México.- La salud visual en México se enfrenta a una problemática alarmante: más del 50% de la población padece afecciones visuales, incluyendo miopía, astigmatismo e hipermetropía. A pesar de esto, solo el 25% utiliza algún tipo de lente, lo que impulsa la urgencia de campañas de chequeo y tratamiento para evitar el deterioro progresivo irreversible, según destaca Dina Ramírez, optometrista.

La falta de conciencia sobre la importancia de la corrección visual refractiva ha llevado al 90% de las personas a no buscar ayuda profesional, afectando sus actividades diarias, desde conducir hasta trabajar con herramientas o dispositivos electrónicos. Dina Ramírez subraya que este problema no solo impacta la calidad de vida, sino que también afecta el rendimiento académico en niños y jóvenes, así como la productividad laboral en adultos.

La reticencia al uso de lentes, a menudo impulsada por razones estéticas, pone en riesgo la salud visual, especialmente en aquellos con enfermedades crónicas como diabetes e hipertensión.

 

En el caso de personas con diabetes, más de 2.5 millones sufren de cataratas oculares, y 700 mil experimentan un deterioro visual avanzado. Estas estadísticas son alarmantes, considerando que un 10% de las personas desarrolla cataratas a los 50 años, aumentando hasta un 80% después de los 80 años, apuntó Dina Ramírez, CEO de ópticas Nueva Visión.

La especialista hizo un llamado a la sinergia con el Gobierno Federal para implementar programas de detección, tratamiento y chequeo periódico, al menos cada 8 meses.

Y afirmó que la salud visual no solo es un asunto de interés público, sino que también está directamente relacionada con el rendimiento académico y la productividad laboral, por lo que sugiere la inclusión de un certificado enfocado en la salud visual en los requisitos escolares, ya que muchos niños no detectan problemas visuales hasta que afectan su desempeño académico.

 

A nivel global, la Organización Mundial de la Salud advierte que en la próxima década, al menos 20 millones de personas desarrollarán errores de refracción óptica. Frente a este panorama, Dina Ramírez propone la implementación de chequeos periódicos para prevenir y abordar cualquier malestar de manera oportuna.