Culiacán, Sinaloa.- Ser un buen líder, empresario o emprendedor se trata de esfuerzo y dedicar tiempo, pero, sobre todo, de tomar decisiones, ya que al estar al frente de una empresa se tiene la responsabilidad no solo de un equipo o de una familia, sino de responder por todas las decisiones que tome, advirtió Oswaldo “Oso” Trava Albarrán durante la conferencia “Decisiones de Alto Impacto” organizada por la Secretaría de Economía estatal.

El conferencista dijo que un punto importante que se debe de considerar es que cada acción o reacción dependen de toma de decisiones. En este sentido, el líder tiene dos funciones: primero, definir el rumbo de una empresa, leer el campo y tratar de entender en dónde está la oportunidad para definir una estrategia; y la segunda, sumar esfuerzos que permitan a la organización capitalizar esa oportunidad, para trabajar de la mano hacia un objetivo común. Pero todo esto tiene que ver no solo con visión o con disciplina, sino con la capacidad de tomar decisiones.

Ejemplificó que algo común, y muy arraigado de todas las personas es “lavarse las manos”, hasta el punto incluso de jugarse en contra. Por ejemplo, si se llegó tarde se dice que fue por el tráfico, pero en realidad es resultado de una decisión, ya sea salir a la hora que se salió, o tomar el camino que se tomó; pero se prefiere culpar a otros: gobierno, economía, seguridad, clima.

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La clave está en identificar el obstáculo para decidir, dijo ‘Oso’ Trava. Uno de ellos es el miedo; miedo a cosas que ni siquiera van a pasar, para lo que recordó la frase del filósofo Séneca que refiere se sufre más en la imaginación que en la realidad, pues hay escenarios que solo están en la mente, o situaciones que no resultarán tan malas como se imaginan, pero el miedo a eso que se tiene en la imaginación es lo que frena.

“A veces nuestra ratita en la cabeza empieza a contarnos todo lo que podría salir mal; tomar decisiones ‘corta’ ese fenómeno, asfixia al miedo, ya que de lo que más se alimenta es de tiempo. Entonces, si tú te avientas a tomar decisiones hace que ahogues el miedo y puedas empezar a vivir lo que hay del otro lado“, explicó.

Otra forma de ‘salirse por la tangente’ señaló, son las resoluciones a medias o el famoso plan b, c, ya que se trata de acciones que no se realizan con compromiso, por tanto, impiden enfocar las energías, el tiempo y recursos en la generación de resultados. En cambio, si se aprovechan oportunidades, se toma el control de lo que pasa o pasará y se resuelven problemas presentes.

“Cuando tomamos decisiones retomamos el control de nuestro futuro, de nuestra organización. Cuando entendemos que la vida no está definida por condiciones, sino por decisiones, es cuando podemos empezar a moldear y a diseñar ese propio futuro. Muchas veces creemos que estamos apostando en contra de alguien más, a veces creemos que todo lo que alguien gana significa que lo pierdo yo. La realidad es que nunca estamos apostando en contra de alguien más; este juego no es de ganar y de perder, este juego se trata de confiar en nosotros, de construir y jalar a los que están alrededor a la cima con nosotros mismos”, detalló.
El destacado conferencista y tiburón en Shark Tank México explicó que hay ocasiones en las que el líder es consciente del camino que debe tomar por el bien de la empresa, pero es difícil y no se atreve porque también sabe que eso que realice puede provocar consecuencias, mismas que en ocaciones son negativas o afectan a terceros. Sin embargo, la vida no está definida por condiciones, sino por las decisiones que se tomen.

“Un líder tibio, un líder que no lleva sus decisiones a la realidad y que no toma acción lo único que genera es sufrimiento para toda la gente que está a su alrededor, genera falta de respeto de sus equipos, falta de contundencia en sus acciones, y al final del día falta de resultados con poca claridad”, destacó.
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A veces los grandes errores vienen de lo que se cree saber, señaló, ya que para tomar decisiones correctas y de alto impacto se deben conocer las capacidades, pero para salir de la zona de confort se debe de saber o buscar lo que no se sabe, ya que un genio fuera de su contexto es un ‘pendejo’. Por eso, para tomar las decisiones adecuadas y ser un genio, se tiene que estar en el lugar correcto.