Algo impensable en otros tiempos acaba de ocurrir en el sindicalismo magisterial en Sinaloa. El dirigente de la sección 27 del SNTE, Genaro Torrecillas pasó a ser hijo adoptivo de Daniel Amador, el jefe político de la sección 53. La aversión política que se profesaron por décadas los dirigentes de las secciones 27 y 53 del SNTE pasó a segundo plano esta semana ante el tamaño del miedo de Amador y de Genaro frente la constitución legal de la sección 13 del Sindicato Independiente de Trabajadores de la Educación de México –SITEM– que encabeza Danisa Flores Ojeda bajo la dirigencia nacional de Diego Ánimas.

Danisa Flores no sólo presentó formalmente la toma de nota del Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje, que la acredita como secretaria general de la sección 13 del SITEM, ante la secretaria de educación, Graciela Domínguez Nava, sino que se ha dedicado a acreditar a su equipo de enlace ante las distintas dependencias del sector educativo, como la USICAMM y Recursos Humanos, y de la delegación del ISSSTE, sino que ya ha asistido a los eventos de adjudicación de plazas de maestros y del personal directivo en igualdad de circunstancias con los representantes de la sección 27 y 53 del SNTE.

De acuerdo con el artículo 69 de la Ley Federal para Trabajadores al Servicio del Estado (2019), que establece la libertad sindical para formar otros sindicatos, para cambiarse de sindicato o para no pertenecer a ninguna organización sindical, el SITEM ya solicitó la radicación del descuento de la cuota sindical de sus agremiados que actualmente se entrega al SNTE. Además, se pedirá que el descuento de la cuota sindical a los nuevos trabajadores ya no sea automática y que los nuevos basificados tengan la oportunidad de decidir a qué sindicato se quieren afiliar.

LEE MÁS: El SNTE no se quiso democratizar y está pagando el precio; podría desaparecer

Asimismo, en breve se pedirá que los conceptos de apoyo a los trabajadores de la educación, provenientes de una bolsa de concurrencia federal y estatal, cuya asignación actualmente decide unilateralmente el SNTE, sea distribuida de manera equitativa, así como la distribución de interinatos de corto plazo y las plazas no docentes, con base en lo que establece la reforma a la ley de la USICAMM 2022.

La labor desarrollada por el SITEM en unos cuantos días –presentó su toma de nota previa a la salida de receso escolar— ha obligado a cerrar filas a los dirigentes de las secciones 53 y 27 –Ricardo Madrid y Genaro Torrecillas—, dejando atrás sus diferencias políticas históricas –profesadas por dirigentes como José Mendívil, Jaime Barrón, Crecenciano Espericueta, Edén Inzunza, entre otros, al reunirse bajo la tutela de Daniel Amador para unificar su estrategia defensiva.

¿Pactó Alfonso Cepeda con Daniel Amador la transferencia política de Genaro Torrecillas o Amador va por la libre? ¿Está tan desesperado Genaro que buscó el cobijo del enemigo político histórico de la sección 27, Daniel Amador? ¿Qué opinan de eso los jefes políticos de la sección José Mendívil, Crecenciano Espericueta, Jaime Barrón y Edén Inzunza?

Esta misma semana, Ricardo Madrid firmó con el gobernador Rubén Rocha Moya una serie de apoyos a los trabajadores de la educación estatales por un monto de 21 millones de pesos. El acuerdo fue publicado en redes sociales como un gran logro de la sección 53 del SNTE para sus agremiados y dentro de poco podría anunciarse un acuerdo similar con la dirigencia de la sección 27 del SNTE, sin embargo, de acuerdo con la ley laboral, los beneficios negociados por la dirigencia del SNTE, como titular de la relación laboral, deben ser para todos los trabajadores que tengan derecho, no sólo para los afiliados al SNTE. Y en caso de que los beneficios sean asignados para trabajadores en lo específico, la autoridad deberá extender el beneficio a los trabajadores de la educación en esas mismas circunstancias que pertenezcan a otros sindicatos o que no estén afiliados a ningún sindicato.

Esta misma semana, la dirigente del SITEM Sinaloa se reunió con el delegado del ISSSTE Marcial Silva, para presentar los enlaces de esa organización ante la institución. La relación que se estableció en la reunión fue excelente y los resultados se verán en las próximas semanas y meses. Marcial Silva tiene relación estrecha con Ernesto Moreno, hombre de todas las confianzas de Joel Ayala Almeida, dirigente nacional de la FSTSE, quien ha encontrado en el avecindado tabasqueño Diego Ánimas –líder nacional del SITEM— el puente con el secretario de gobernación, Adán Augusto López.

Daniel Amador sabe que aunque el SITEM acaba de nacer, tiene respaldo legal y político nacional, además de que la mayoría de sus agremiados tienen afinidad política con Morena y el gobierno estatal. La mayoría de sus cuadros dirigentes participaron en la campaña morenista para el gobierno estatal en el 2021, mientras que las estructuras de las secciones 27 y 53 del SNTE le jugaron las contras y el 2024 está a la vuelta de la esquina. Y aunque el gobernador es respetuoso de la ley y mantiene una relación institucional en con los dirigentes seccionales del SNTE, no hay que olvidar que –cuando era senador— participó en la elaboración de la reforma laboral para establecer la libertad sindical en la reforma laboral del 2019.

Así es el tamaño del miedo que tiene Amador ante el surgimiento de un nuevo sindicato magisterial que incorpora en una misma sección a trabajadores estatales y federalizados y aunque sabe que el SITEM ahora tiene pocos afiliados, su crecimiento es inminente. Su base inicial son dos mil trabajadores federalizados y para fin de año podría tener al menos unos 600 estatales, a juzgar por los votos que tuvo la tercera fuerza en la elección de comité seccional del SNTE 53 –encabezada por Silvia Sarmiento— y representada por Omar Campos, pues Campos es pieza clave en la integración de trabajadores estatales al SITEM.

Quienes en el nuevo escenario han quedado en desventaja son los seguidores de Somos Más que 53, encabezados por Alfredo Heredia, pues aunque fueron la segunda fuerza en la elección sindical y asumieron ocho carteras dentro del comité seccional, la dirigencia oficial los ha excluido de todas sus gestiones haciéndoles el vacío –ni siquiera los dejaba entrar al edificio sindical— y tienen muy pocas posibilidades de remontar para la próxima elección. Su única posibilidad de fortalecerse gira en torno a que Daniel Amador decida darles más juego dentro del comité de Ricardo Madrid para legitimar su liderazgo frente al SITEM. Es decir, mientras la oposición de la sección 53 depende de que la dirigencia oficial les quiera dar un juego dosificado para legitimarse, el nuevo sindicato depende de su habilidad política y capacidad de gestión para crecer en el marco de la ley.

En la sección 27 el caso es un tanto similar. Aunque con mucho más fuerza inicial, y con afinidad y cercanía con la administración educativa estatal, Carlos Rea –quien encabezó la segunda fuerza en la elección sindical— enfrenta la dificultad de que no tiene una representación legal del sindicato para poder hacer gestión. Es decir, Carlos Rea, con mucha más decisión, energía y capacidad de gestión que el dirigente oficial, Genaro Torrecillas, enfrenta el gran obstáculo de que carece de representación legal para concretar su gestión, lo que tiende a debilitar su liderazgo, mientras que Danisa Flores, quien acaba de saltar el pandero político sindical, pero con un documento legal que acredita su gestión, ya tiene un lugar en la mesa en todos los eventos institucionales.

Son tiempos de cambio. El modelo de liderazgos del SNTE está agotado. Su estructura y recursos le permitirán sobrevivir unos ciclos más pero es sólo cuestión de tiempo para que pase a ser sólo un sindicato más en el contexto nacional, conservando fuerza sólo en los pocos espacios donde tenga verdaderos liderazgos, democráticos y honestos –a los que hasta hoy la dirigencia nacional les ha negado esos espacios—. Es cuestión de tiempo para que nuevas organizaciones sindicales, más democráticas, honestas y eficientes en la administración de los recursos, la gestión sindical y la defensa laboral, representen a la mayoría de los trabajadores de la educación. En Sinaloa ya se dio el primer paso.

El reto para Danisa Flores es enorme, pero también para Daniel Amador y sus pupilos Ricardo Madrid y Genaro Torrecillas, si no quieren pasar a ser los sepultureros del SNTE en Sinaloa.

Las opiniones expresadas aquí son responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la línea editorial de ESPEJO