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Flores amarillas: Lo que no sabías sobre ellas

Los polinizadores tienen preferencias en cuanto a la forma de las flores, sin embargo, el color también es un factor importante

Por: Genessys Berrelleza

Más allá de su brillante color y la famosa canción que les hace referencia, las flores amarillas brindan más que estética e inspiración al arte, regalan supervivencia para el mundo gracias a su capacidad de ser polinizadas.

La polinización es el proceso en el que animales como abejas, mariposas, murciélagos, colibríes y otros, transportan polen de una flor a otra, haciendo que se formen semillas, frutos y una nueva generación de plantas, y así, que la vitalidad del planeta pueda continuar su rumbo.

Sin polinización, la vida como la conocemos cambiaría drásticamente, ya que gran parte de los alimentos que ingerimos se originan gracias a la polinización, como el arroz y el maíz.

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Asimismo, la polinización ayuda a evitar que la planta en cuestión desaparezca, puesto que se estará reproduciendo con frecuencia, por ende, distintos ecosistemas se conservarán.

¿Pero cómo se relacionan las flores amarillas con esto?

Bien, los pétalos de las flores tienen sustancias que crean una atracción a las especies que buscan polen. Los polinizadores tienen preferencias en cuanto a la forma de las flores, sin embargo, el color también es un factor importante.

Los polinizadores se sienten atraídos por los colores llamativos y brillantes, como el amarillo. Las mariposas llegan a flores planas y abiertas, con grandes pétalos para posarse fácilmente, y los colibríes arriban a flores en forma de trompeta para lograr alcanzar con su largo pico al néctar que está fuera del alcance de otras aves e insectos.

El color que los humanos vemos en una flor no es el mismo que ve un insecto, porque los ojos de los insectos son sensibles a longitudes de onda diferentes. Hay flores que según nuestra visión tienen los pétalos de un color homogéneo, pero si se miran con filtros que simulen la visión de un insecto, se puede observar que tienen unos patrones mucho más exagerados. A veces forman patrones que dirigen al insecto a la parte central de la flor donde están los estambres y los pistilos que son las partes reproductivas de la flor.

Algunas de las flores amarillas que buscan los colibríes y las mariposas son los girasoles, tulipanes, mimosas, lirios y orquídeas.

De la misma manera, los polinizadores son capaces de memorizar sensaciones como colores y olores de una visita favorable, y la repiten varios días en flores de la misma especie, asocian nutrición con atributos florales, y además pueden transmitir la información a sus compañeras mediante el lenguaje por danza.

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Por lo anterior, vale la pena hacer un énfasis en la conservación tanto de las flores como de los polinizadores, dado que unos no pueden vivir sin los otros. Así que si en una ocasión especial quieres regalar flores amarillas, es mejor obsequiarlas vivas, de otra manera, no solamente estarás arrancando sus raíces, sino una esperanza de vida para el planeta entero.

¿Te gustaría conocer más de este y otros temas relacionados con el medio ambiente? Acércate a Sociedad Botánica y Zoológica de Sinaloa IAP, quienes con su experiencia en el mantenimiento de Jardín Botánico Culiacán, Parque Ecológico y otras áreas verdes de la ciudad, te asesorarán para crear una armonía entre naturaleza y ser humano.

Agradecimiento especial:
Biól. Eva Rivera
Investigadora científica de Sociedad Botánica y Zoológica de Sinaloa IAP

Las opiniones expresadas aquí son responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la línea editorial de ESPEJO.

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