Ley de Economía Circular ¿Por qué? ¿Para qué? ¿Qué implica?
Lo que se espera es que el contar con una economía circular permita allanar el camino hacia la calidad ambiental, el crecimiento económico y la equidad social. Pero se aspira también que la implementación de una economía circular genere beneficios en la reutilización de materiales y energía, reduciendo los impactos perjudiciales a la salud de las generaciones actuales y futuras.
Hace poco más de tres meses, publiqué en este espacio una colaboración con el título Economía circular. Una nueva forma de producir y convivir. Fue el 8 de octubre para ser más preciso. En ella planteo y respondo a cuatro preguntas centrales ¿POR QUÉ SURGE LA ECONOMÍA CIRCULAR? ¿DESDE CUÁNDO EXISTE? ¿QUÉ ES LA ECONOMÍA CIRCULAR? y ¿QUÉ IMPLICACIONES TIENE LA ECONOMÍA CIRCULAR?
Con ese antecedente hoy quiero referirme a la recientemente aprobada Ley de Economía Circular (LEC) que muy pronto entrará en vigor en México cambiando para siempre las formas de producir, de vender y de consumir. Aunque la justificación por atender los excesos que genera la llamada economía lineal los expliqué en la colaboración señalada, permítanme antes de hacer una revisión de los aspectos más relevantes de la citada Ley, insistir en el entorno mundial en el que se ha planteado el surgimiento de este nuevo paradigma económico.

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El hecho de vincular el desarrollo económico con el consumo de materias primas, base de la economía lineal, representa un modelo insostenible para la economía, la sociedad y el medio ambiente. Y lejos de mejorar esta triple cuenta de resultados, se espera que sigamos generando un impacto negativo, dado que, según Naciones Unidas, se estima un incremento de la población mundial actual de 7 mil 600 millones de personas a 8 mil 600 millones para 2030. Adicionalmente, debido al incremento del nivel de vida en países en desarrollo, la clase media llegará a los 3 mil millones, lo que consolidará el aumento del consumo, generando residuos a una velocidad poco deseada para la sostenibilidad global.
Los riesgos de una economía lineal no sólo están asociados a una escasez de recursos, con sus consiguientes problemas de abastecimiento en la cadena de proveedores o su influencia en el precio de las commodities, sino también a una generación de residuos creciente que contaminan ecosistemas terrestres y marinos. Según datos del Banco Mundial, en 2012 las ciudades del mundo generaron 1.3 billones de toneladas de residuos sólidos al año, volumen que podría superar los 2.2 billones de toneladas para 2025 (un 59% más comparado con 2012), considerando el crecimiento de la población esperado y su mayor concentración en las ciudades.
Pero, además, es necesario considerar el impacto ambiental asociado al modelo de producción y consumo de la economía lineal. Por eso, en el mundo, cada vez más países están abandonando el modelo de producción basado en extraer-producir-consumir-desechar (modelo lineal), para cambiarlo por otro que se caracterice por priorizar la prolongación de la vida de los productos y establecer esquemas que posibiliten su reúso y reciclaje para volver a utilizarlos como materias primas. A este nuevo modelo es a lo que se ha llamado Economía Circular.
Fuente: tomado de https://gacetamedica.com
A partir de ahora, las 3 R´s (Reducir, Reutilizar y Reciclar) que han caracterizado el paradigma para la producción de bienes y servicios son insuficientes y deben abrir paso, en el marco de la Economía Circular, a un nuevo escenario que incluya recuperación, rediseño, reparación, remanufactura y aprovechamiento.
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Así las cosas, los gobiernos de diversos países han asumido el compromiso de impulsar la implementación de los principios de la Economía Circular y para ello, paso a paso, se han empezado a dotar de los instrumentos legales para asegurar su cumplimiento. Hoy le ha tocado el turno a México y de la revisión de la Ley se infiere que buena parte de su operación y puesta en práctica será una tarea que recaerá en los gobiernos subnacionales y municipales, escenario para el que desde ahora tendrán que prepararse.
Sobre la Ley de Economía Circular aprobada para México, lo primero que diré es que en ella se define la Economía Circular como el Sistema de producción, distribución y consumo de bienes y servicios, orientado al rediseño y reincorporación de productos y servicios para mantener en la economía el valor y vida útil de los productos, los materiales y los recursos asociados a ellos el mayor tiempo posible, y que se prevenga o minimice la generación de residuos, reincorporándolos nuevamente en procesos productivos cíclicos o biológicos, además de fomentar cambios de hábitos de producción y consumo.
Se establecen en la LEC una serie de principios para promover el rediseño, el reprocesamiento, la remanufactura, el compostaje, el reacondicionamiento, la reparación, la reutilización, el reciclaje, la recuperación, el uso eficiente de energía, materiales y agua, el uso de energía de fuentes limpias y renovables, o cualquier tipo de aprovechamiento o valorización para orientar la economía, prevenir y minimizar el impacto ambiental, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y contribuir a una gestión integral de los residuos.
Como he señalado, la aplicación administrativa de esta Ley corresponderá al Ejecutivo Federal, pero en coordinación con las entidades federativas y con la participación que corresponda a los municipios. Serán los gobiernos subnacionales los encargados de formular e implementar la política estatal en materia de fomento a la Economía Circular; promover la creación de infraestructura para el desarrollo y la implementación del fomento de la EC; promover la participación de los sectores privado y social en el diseño e instrumentación de acciones para fomentar la EC; promover la educación y capacitación continua de personas, grupos u organizaciones de todos los sectores de la sociedad, para fomentar entre la población, una cultura de corresponsabilidad ambiental en el ámbito de la producción y consumo de bienes, bajo el concepto de fomento de Economía Circular y el desarrollo sustentable. Además, coordinados con el Gobierno Federal, integrarán los subsistemas de información nacional sobre Economía Circular; diseñarán y promoverán ante las dependencias competentes el establecimiento y aplicación de instrumentos económicos, fiscales y financieros, que tengan por objeto fomentar la Economía Circular; integrar la información de los Indicadores de la Economía Circular; generar un padrón estatal de las empresas que cuenten con Plan de Economía Circular y; fomentar la creación y establecimiento de organismos operadores encargados del manejo de la Economía Circular por parte de los gobiernos estatales.
Muy importante es que la LEC prevé que los productos o subproductos que no sean susceptibles de reutilización, reparación, compostaje, reciclaje o de reincorporación a cadenas de valor, podrán utilizarse para transformarse en energía a través de procesos de valorización o podrán ser transferidos fuera del país para su aprovechamiento en otras cadenas productivas. Del mismo modo, el señalamiento en el sentido de que se promoverá la separación primaria y secundaria de los residuos y se generarán políticas públicas que promuevan el rediseño, la producción, comercialización y uso de productos que puedan repararse, remanufacturarse, reusarse, compostarse, reciclarse o revalorizarse para cumplir con los criterios de Economía Circular.

La Economía Circular, a través de esta Ley, contempla también el involucramiento de las Instituciones de Educación Superior y los Centros de Investigación para la realización de investigaciones que permitan el desarrollo de la Economía Circular. Considera además la incorporación de modalidades educativas que incorporen en sus contenidos los temas relativos a la Economía Circular.
Para los efectos de esta Ley, se consideran como instrumentos de fomento, control, manejo y mejora de la Economía Circular, el Programa Nacional de Economía Circular (establecerá las bases para que la Federación, las entidades federativas y los municipios se coordinen para transitar hacia una Economía Circular, con visión de mediano y largo plazo), el Plan de Economía Circular y los incentivos fiscales e instrumentos económicos. Es muy importante saber que pronto se expedirán los lineamientos para la obtención y vigencia de la Certificación Voluntaria de Economía Circular, a fin de mostrar el cumplimiento a la Ley, reglamentos, normas oficiales mexicanas o estándares en materia de Economía Circular por parte de las personas físicas o morales.
En el ámbito local, los gobiernos municipales deberán incluir en sus programas municipales de Economía Circular a los Grupos Informales de Personas Acopiadoras que realicen alguna actividad relacionada con el reciclaje y el aprovechamiento de los residuos sólidos urbanos que generan los habitantes de sus localidades.
Los Grupos Informales de Personas Acopiadoras dedicados a la pepena que laboren en cualquier sitio de disposición final de residuos sólidos urbanos a cargo de los gobiernos municipales o en donde sean vertidos los que sean recolectados por el servicio municipal, deberán ser regularizados por las instituciones municipales, con el objetivo de mejorar su calidad de vida, incrementar las tasas de recuperación de los materiales reciclables, mejorar la operatividad de los sitios de disposición final y dar cumplimiento a las normas oficiales mexicanas aplicables. Sobre las personas acopiadoras, la LEC plantea también que los gobiernos municipales sean responsables de regularizar e integrar en un padrón oficial, a los pepenadores, esto con el fin de mejorar las condiciones de trabajo en sus instalaciones y profesionalizar su actividad.
En una próxima colaboración abordaré el tema de cómo han de prepararse las empresas y los consumidores para enfrentar este nuevo escenario. Esta nueva forma de producir y convivir.
Por ahora, para terminar, retomo algunas de las ideas centrales que incluyó el documento básico que se elaboró para dar sustento a la aprobación de la Ley de Economía Circular. Lo que se espera es que el contar con una economía circular permita allanar el camino hacia la calidad ambiental, el crecimiento económico y la equidad social. Pero se aspira también que la implementación de una economía circular genere beneficios en la reutilización de materiales y energía, reduciendo los impactos perjudiciales a la salud de las generaciones actuales y futuras. Que el transitar hacia una economía circular proporcione una visión integrada de toda una cadena de valor que incluye productos y servicios.
Hago mía esta última reflexión:
“Para lograr una implementación absoluta de la economía circular, es necesario involucrar a los diferentes sectores de la producción, desde aquellos que tienen que ver con la norma, hasta los que adquieren el producto terminado, se trata de un cambio sistémico cuya aplicabilidad es transversal. La adopción de la norma a la Economía Circular implica fuertes cambios sociales y económicos, por lo que es importante evaluar su implementación y contar con la participación fundamental de los tres órdenes de gobierno, la sociedad civil y la industria“.
REFERENCIAS
- Elena Ruiz y Paula Ruiz (2018). Cerrar el círculo. El business case de la economía circular. www.foretica.org. Forética es la asociación de empresas y profesionales de la responsabilidad social empresarial / sostenibilidad líder en España y Latinoamérica, que tiene como misión fomentar la integración de los aspectos sociales, ambientales y de buen gobierno en la estrategia y gestión de empresas y organizaciones. Forética es una de las organizaciones integrantes de la Comisión de Economía Circular, liderada por la Cámara de Comercio de España
- Cámara de Senadores (2021). PROYECTO DE DECRETO POR EL QUE SE EXPIDE LA LEY GENERAL DE ECONOMÍA CIRCULAR. Ciudad de México.

Las opiniones expresadas aquí son responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la línea editorial de ESPEJO.
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