Por: Daniel Rodríguez, investigador en Mexicanos Primero Sinaloa

Durante los primeros días de diciembre, en Mexicanos Primero Sinaloa realizamos un análisis de la iniciativa del presupuesto de egresos del estado para 2023. En dicho análisis (que fue también enviado a los diputados) señalábamos qué, al igual que en 2022, los recursos económicos para la educación que se proyectaban eran insuficientes para reponerse a la inflación. Asimismo, en este espacio que nos brinda Revista Espejo, indicamos que existía una gran oportunidad para acabar con la inercialidad del gasto público, reasignar montos y lograr un presupuesto educativo suficiente, efectivo e incluyente para las niñas, niños y jóvenes.

 

El 16 de diciembre, fue finalmente aprobado el presupuesto para 2023 en Sinaloa, por lo que vale la pena realizar un nuevo análisis de cómo se distribuirá el gasto educativo con las reasignaciones por $104 millones que se llevaron a cabo para este rubro.

 

De las correcciones presupuestales que se le hicieron a la iniciativa, $4 millones fueron redirigidos a la Escuela Normal Experimental de El Fuerte. Esta decisión puede señalarse como acierto, ya que favorece a la profesionalización docente brindando más gasto para la formación inicial de los maestros, sobre todo a esta institución, que es la escuela formadora que menos recursos recibe.

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Por otra parte, se otorgaron 100 millones de pesos adicionales al programa La Escuela Es Nuestra (LEEN). Con esta decisión, este programa recibirá en total 200 millones de recursos estatales. Esto también resulta un gran acierto, dado que, con esta cantidad, más lo que aporte la federación, se deberá cumplir los dos propósitos del programa, es decir, el horario extendido y la alimentación de los alumnos, así como el mejoramiento de la infraestructura escolar, por lo que habrá que esperar a ver cómo se distribuye finalmente este presupuesto para cumplir con cada uno de los componentes.

 

Sin embargo, no existieron reasignaciones para otros programas y áreas estratégicas que resultan fundamentales para impulsar un aprendizaje incluyente en el estado, lo cual significa que presentarán considerables disminuciones en términos reales respecto al presupuesto recibido en 2022.

Entre estos programas se encuentran: Programa de Fortalecimiento de los Servicios de Educación Especial (-8.2%); Apoyo para la Atención de la Niñez Migrante (-7.76%); y Programa de Desarrollo Profesional Docente (-24.69%).

Por otra parte, aun cuando en 2022 existieron importantes avances en el compromiso que asumió el gobernador Rocha Moya con la primera infancia, para 2023 se visualizan reducciones reales considerables de los programas e instancias que benefician a esta población. Tales como: Programa de Expansión de la Educación Inicial (-20.6%); Secretaría Ejecutiva del Sistema Estatal de Protección Integral de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes (-7.36%); y los Centros de Atención Infantil (-1.78%).

 

A manera de conclusión, para 2023 se visualiza un escenario complejo para la educación en Sinaloa, pues nuevamente el gasto presupuestal resulta insuficiente para mantenerse estable ante las elevadas tasas de inflación que ha padecido el país en los últimos dos años.

Además, por segundo año, se omitieron partidas económicas extraordinarias para mitigar los efectos negativos en el aprendizaje y aspecto socioemocional de las y los estudiantes, causado por el cierre de escuelas, que ya fue evidenciado por distintas instancias nacionales e internacionales.

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Las prioridades de un gobierno se establecen en el presupuesto, pero lamentablemente, la oportunidad que se tenía de modificar y corregir hacia un gasto educativo que fuese suficiente e incluyente para garantizar el derecho a aprender de niñas, niños y jóvenes, no fue aprovechada.

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