Todos los días me levanto adolorido, si no es el hombro es la cadera, y las madrugadas se hacen cada vez más largas porque cojeo rumbo al baño, rengueando llego a donde me lavo la cara y observo en un pequeño espejo la mueca triste de mi rostro.

Levantarse es un decir, porque para levantarse hay que haberse dormido y no es algo que haya podido hacer en un largo tiempo. La duermevela me apesadumbra y la necesidad de estar alerta no me deja conciliar el sueño muchas noches. Afuera de mi casa se escuchan estruendos, detonaciones y derrumbes.

Todos los días me levanto soñoliento, si no son los pies es el cuello. Las madrugadas se han hecho tan breves que siento que ya no duermo. Apoyándome en las paredes llego al rincón menos polvoriento de lo que ahora llamo hogar y me sacudo el rostro, me lo tallo fuerte con una tela que quisiera deshacer contra mi piel.

Extraño el olor a café recién molido, el pan con diferentes texturas y el silencio que antecede a los pájaros.

Sirenas, helicópteros y disparos me despiertan una noche si y otra también, haciendo parecer que la oscuridad de las noches durara minutos.

Todos los días me levanto llena de rabia. Si no me duele el alma me duele el corazón. Intento de no azotar las puertas, lavarme los dientes con frenesí o morder la tostada con menor fiereza. Mi casa perdió color, todo me parece gris y triste, no encuentro placer en el fluir del agua sobre mis manos.

La noche no me dejó dormir, del otro lado del mundo, un grupo de activistas soñaba con ver levantarse el sol sobre las ruinas de un país que está siendo víctima de genocidio, de este lado del mundo sueño con sentirme segura de ir a la playa y poder estar sola viendo al mar engullir el sol y dar la bienvenida a la noche.

Todas las mañanas comemos lo que podemos, desdeñamos la oscuridad y nos levantamos con dolores que se espejean, todas las mañanas, soñamos con un nuevo amanecer que nos tome con vida, seguras y con pan en la mesa, todas las mañanas soñamos con que nuevamente, la dignidad vuelva a habitar nuestros cuerpos al despuntar el alba.

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