Importancia de saber mezclar los Factores de Producción.

Para los que deseamos un Sinaloa prospero, importa comprender la manera en que interactúan los factores de producción que son: Tierra -Base Natural de Recursos-, Trabajo, Kapital, Ciencia y Tecnología -vinculación empresa-universidad- y Organización Empresarial. A lo que se le incorpora el Gobierno y se le asigna el papel de orquestador.

Para complementar la idea. Teóricamente, el fin supremo de la política es: “El Bienestar Integral de la comunidad”. Y éste lleva implícito el desarrollo de lo ético, la formación de procesos virtuosos y justos, y libertad con estado de derecho y democracia. Dicho así, sintetizo la siguiente expresión:

FG (PP+DP+ED) = la mezcla que se da entre (BNR+T-K-CyT+OE)

Donde PP son políticas públicas, DP división de poderes y ED estado de derecho. Si todo ello genera un entorno positivo y cualitativo en la mezcla de los Factores sus productos serán = Desarrollo Económico (municipal, estatal y nacional) = crecimiento del mercado = superávits fiscales = Independencia Económica = Independencia Política.

¿ES ESA NUESTRA REALIDAD?

No. El fruto de nuestros pescadores, acuicultores, ejidatarios, campesinos, ganaderos, pequeños propietarios, artesanos y microempresas es la sobrevivencia. Vamos en la dirección inversa, y lo negativo, inseguridad, robos y extorsiones todo lo ha invadido. No soy adivino para prever que a México se le viene una crisis inimaginable y en la dirección de ser un símil de esa izquierda parasitaria y destructiva como Cuba, Venezuela y Nicaragua. Ante ello: ¿Debe el empresariado ser indiferente de lo que hace el gobierno y aceptar como inevitable el destino al que se dirige Sinaloa? Y si no es así ¿Qué y cómo lo debe hacer?

Al gobierno le es intrascendente lo que los datos duros le muestren, como también lo que diga el subsistema de empresarios y la juventud. Al gobierno de Morena no le interesa ver ni escuchar, como tampoco aprender, sino humillar, reprimir, mentir y distraer.

No ve ni escucha. Para el gobierno, las vultuosas manifestaciones que la sociedad sinaloense hizo en la defensa de la SCJN, del INE primero, y la de la paz el pasado 7 de septiembre después, le fueron indiferente y siguió con su destrucción.

Reprime. El gobierno estratégicamente obstruyó la marcha del 15 de noviembre, y para desacreditarla infiltró al grupo de choque que en todas las marchas pacifica se han organizado el “Bloque Negro”, seguido de una brutal represión contra adultos, jóvenes, familias y niños. Lo grave y lo que denota el antipatriotismo del Gobierno, es el grotesco trato de que les dio a quienes pacíficamente enarbolaba la Bandera Nacional.

Humillar. Seguramente los 27 empresarios sinaloenses que el 12 de febrero del 2020 fueron a cenar tamales de chipilín con AMLO, en lo que resta de sus vidas van a olvidar los 20 millones de pesos que por persona les costó darse ese gusto.

Dicho eso ¿Qué opción política tiene el empresario?

Mucha, pero diferente a la inercial. Sus problemas son múltiples y no es suficiente lo que internamente hace, ya que frente a él tiene múltiples cuellos de botella cuya resolución no dependen de él, sino de un gobierno al que sólo le interesa empoderar en el poder la corrupción e ineficiencia, sin importarle la desarticulación a la que ha llevado a sus 20 municipios ni el desgranamiento de sus 158 sindicaturas. Pero no toda la culpa es del gobierno. Los empresarios, sus asociaciones y organizaciones, por egoísmo, ambición, desconocimiento, negligencia, inercia u omisión, también son parte del retroceso ya que se acostumbraron a ver hacia adentro no hacia los lados; a exigirle sólo al gobierno, no a sus contrapartes.

En mi contribución anterior, a través del modelo de Cambio y Participación demostré lo endeble de la economía estatal, siendo la cuenta relacionada a su competitividad su Talón de Aquiles. Hoy daré un paso más firme, y a través de la fórmula que determina el excedente o faltante del empleo o del ingreso sectorial, aplicada a una serie de tiempo, identificaré los sectores que brindan excedentes y los que resultan con faltantes. Y como podremos apreciar, ese no sólo es el resultado de un gobierno incapaz e incompetente, también de los empresarios, sus organizaciones y partidos políticos.

El cuadro dice más de lo que yo le pueda decir a cada uno de los agentes involucrados en cada factor de producción. Pero deduzco lo siguiente:

·         Sinaloa no tiene una economía competitiva y la explicación está en lo desarticulada e inercial de su estructura sectorial;

·         El sector agrícola va en decadencia, lo mismo que el de la construcción y el referente al de los alojamientos. Prueba de que la agricultura y el turismo está prendido con alfileres, y que el de la construcción es coyuntural. O bien, que los factores internos no son determinantes estructurales de la economía estatal;

·         La falta de industrialización es obvia. Pero no es cuestión de ver cuantas fábricas se traen del exterior, sino de una estrategia de interacciones internas, como las que podría generar un sector primario enfocado a la generación de divisas, al valor agregado y al aprovechamiento integral de sus productos y subproductos.

·         El comercio al por mayor y al por menor nos dan excedentes crecientes. Pero el lado inverso de ello es que prácticamente el 100% de lo que comercializan las grandes y pequeñas empresas en Sinaloa, son bienes y servicios importados. Por lo que todos esos recursos, por la vía de la demanda se fugan.

·         Lo grave. La fórmula nos dice que mientras los números negros (excedentes) crecieron en 32.7%, los rojos (faltantes) lo hicieron en 73.02%.

Ante ello, no queda más que decir que el gobernador, SEDECO, CODESIN, CONFIE, SAGARPA, SEPESCA, ICATSIN no son más que elefantes blancos onerosos, y lo inoperante que son los “Planes de Desarrollo” con la frase hueca que caracteriza a cada administración. Pero lo mismo le debemos decir a CAADES, a las Asociaciones Agrícolas, Acuícolas, Ganaderas, incluyendo a CANACINTRA, COPARMEX, CANACO y la incapacidad de los partidos políticos para representar el bien común de los sinaloenses.

Frente a ello, ¿Qué puede hacer el empresario?

Veamos hacia adelante. El sistema de empresarios que tiene Sinaloa, junto con sus organizaciones, debe reestructurarse y resurgir como un todo incluyente, unido e inteligente, y con una clara dirección de propuestas. Del gobierno ello no va a venir. No tiene voluntad ni capacidad, ni le interesa. Por ello, el papel de la comunidad empresarial es determinante, pero esta vez organizados de manera innovadora, creativa, propositiva y activa.

No hablo de un choque de trenes ni de radicalizar acciones, sino de conjuntamente buscar la manera de hacer que la mezcla de factores sea la mejor para Sinaloa y la que, a su vez, destierre la infinidad de cuellos de botellas que al interior de cada sector hay.

Una cosa es cierta.

El empresariado es el actor clave, activo y determinante de la actividad económica; los responsables directos del funcionamiento de los factores de producción, y los que con su esfuerzo pueden convertir los faltantes en excedentes. El gobierno, por su deber de Estado y poder superior, es su Gran Orquestador. Pero desafortunadamente, como ha sido la regla inercial gobernador tras gobernador, no está capacitado para mover la batuta cuando está en la tarima frente a sus gobernados, y muchos de éstos no están preparados para tocar el Himno de la Prosperidad sincronizada y simétricamente. A la comunidad empresarial, entonces, le debe asistir la alta responsabilidad de identificar la manera de subsanar dichas deficiencias hasta tener una función de producción donde el orquestar, SÍ esté preparado para la alta responsabilidad que significa mover la batuta.

En Sinaloa, si hay empresarios con fuerza, capacidad y voluntad para ser parte del liderazgo que coadyuve a la mejor mezcla de factores. Yo, como ciudadano, cito a Agustín Coppel cuya capacidad empresarial, liderazgo y humildad, no tendría objeción de coadyuvar a la mezcla de factores que más redunden en el interés supremo de Sinaloa. Además, tiene el apoyo real y potencial de una juventud culta, trabajadora, valerosa y dispuesta a armonizar y desarrollar el crecimiento cualitativo y vertical de los factores de la producción. Y ÉL, con su autoridad ética y moral, puede ser el inicio de un gran aglutinador para lo que posteriormente resulte.

No hago referencia a ningún partido, ya que en Sinaloa ni idea tienen de lo que significa el deber ser de la política, sino permanecer en la Ubre de su sobrevivencia.

Las opiniones expresadas aquí son responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la línea editorial de ESPEJO