Históricamente al margen de los enfrentamientos y actos delictivos perpetrados por miembros del crimen organizado, el centro de Culiacán ahora es el escenario de desapariciones, robos de autos y vandalismo de negocios. Representantes de la actividad comercial en dicho sector ven con tristeza y desesperación cómo la violencia alcanza todos los rincones de la capital sinaloense.

“Hasta hace poco, en el centro de la ciudad se había mantenido cierta calma. Los actos de violencia de alto impacto no se estaban generando en el primer cuadro de la ciudad. Últimamente y de forma atípica se han venido presentando hechos como privaciones de la libertad y atentado a negocios“, explica Óscar Sánchez, representante del Frente Primero Culiacán.

 

En la última semana, se han reportado cuatro nuevas desapariciones en la zona centro del municipio, sumándose a la creciente crisis de seguridad que ha afectado a la región por más de seis meses. Durante el mismo periodo, un local comercial fue vandalizado, mientras que la cantidad de delitos en toda la ciudad sigue en aumento.

Aunado a la caída del consumo, baja en la afluencia de clientes y recorte en los horarios de operación producto de la inseguridad, las asociaciones civiles de comerciantes del centro temen que la violencia engulla esta zona como lo ha hecho con otros sectores de Culiacán, afectando no solo el desempeño de los negocios sino la imagen de este punto neurálgico de la actividad económica local.

Luego de haber observado una mejora en la afluencia de clientes, obedeciendo a la reducción lenta y paulatina en el número de incidencias violentas en el municipio, marzo ha significado un repunte y recrudecimiento en la inseguridad, según percibe el líder comerciante.

“Por el lado de cómo nos sentimos, estamos al borde de la desesperación. […] Le hicimos ver al secretario de seguridad pública que estábamos preocupados porque los sucesos habían ocurrido en los sectores aledaños al Primer Cuadro, como estos últimos hechos. Esto nos genera inquietud, el ver que los delitos de esta naturaleza se acercan al centro de la ciudad y de alguna manera esto va a ahuyentar a los usuarios que comúnmente acuden aquí”.

“Ya no hay partes seguras en Culiacán”

 

Laura Quevedo, coordinadora del Bloque de Vendedores Ambulantes del Centro de Culiacán, ve con pesar como su zona de trabajo, que anteriormente podía señalar como un lugar seguro para ejercer la actividad comercial y el consumo, hoy se ve amenazada por la delincuencia.

“La situación de inseguridad es extrema. No hay partes seguras en Culiacán. No estamos seguros nadie, ni en las zonas estratégicas de la ciudad. La inseguridad ya rebasó en tocar a niños […], tanto como mujeres y hombres. Solo nos queda salir de nuestras casas y esperar regresar vivos y sanos“.

 

Entre sus compañeros de gremio, la comerciante asegura percibir la angustia desde el momento en que se sale a la calle a dejar a los niños a la escuela. “Salen con el temor y la incertidumbre“, dice. Además, considera trágica la frecuencia con la que los trabajadores pierden su patrimonio a manos de la delincuencia, como ha sucedido en la ola de robo de vehículos que igualmente compone la actual crisis de seguridad en la zona centro de Sinaloa.

En aquellos días en que la violencia arrecia, como el pasado jueves 27 de marzo con múltiples asesinatos y enfrentamientos a lo largo de Culiacán, los comerciantes se ven obligados a cerrar aún más temprano, desde las cinco de la tarde. Esto les afecta negativamente en el sentido económico. “Ya estamos cansados y estamos hartos“, sentencia.

“No ha habido respuesta por parte del gobierno del estado. Es puro politiqueo, cuando hay muchas cosas qué lamentar aquí en Culiacán, sobre todo la economía, que está en decadencia”.

 

Sánchez, por su parte, denuncia que el dispositivo de seguridad anunciado para el sector centro, parque Las Riberas y Plaza Forum, no se ha desarrollado tal cual se prometió. “Falta cumplir como se propuso y mejorarlo”, asegura.

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