Ciudad de México.- Hugo David Herrman, responsable de excelencia operacional para la industrial IAC en Europa y experto en manufactura automotriz, comparte su visión sobre el papel de la industria en el desarrollo económico y los desafíos estructurales que enfrenta México para fortalecer su competitividad global para dicho sector productivo.

En el marco del congreso empresarial América Digital México 2025, celebrado esta semana en la Ciudad de México, expone que uno de los principales retos para el desarrollo industrial en México es la falta de certidumbre jurídica.

“El país debe de brindar justamente esa certidumbre jurídica de que yo vengo y, si invierto en México,  no voy a tener ningún problema en cuanto a hacer valer mis derechos en el momento de que suceda algo. Y esa incertidumbre son la que pone a los países en las diferentes escalas, de ser más o menos atractivos“.

 

Desde su rol en International Automotive Components, uno de los principales proveedores globales de interiores automotrices para marcas como BMW, Volkswagen o Mercedes Benz, Herrmann describe que en el proceso de ubicación de nuevas plantas de manufactura se sopesan no solo temas clave como los costos de producción o infraestructura, sino también la estabilidad institucional de una región.

Seguridad y corrupción son índices muy importantes para poder atraer toda la parte de la inversión y que las empresas se sientan más cómodas pudiendo invertir cuando existe esa certidumbre”, asegura.

De acuerdo con los últimos resultados publicados del Índice de Percepción de la Corrupción, elaborado anualmente por Transparency International, México quedó en el lugar 40 de 180 entre los países más corruptos del mundo en el 2024. Dicho año marcó, además, el peor resultado desde los últimos 12 años, evidenciando un marcado empeoramiento.

“La seguridad jurídica yo creo que importa mucho. Mucho porque, si no se garantiza, las empresas no son capaces de sentirse seguras y prefieren buscar zonas en donde sí sientan esa seguridad”, sigue Herrmann.

La relación entre corrupción y el desarrollo económico ha sido ampliamente documentado y se lleva estudiando desde, por lo menos, los años noventa. Hace más de dos décadas, el Banco Mundial ya publicaba investigaciones que concluían en que un alto nivel de corrupción inhibía de forma importante el crecimiento económico. Esto, contrario a la creencia relativamente esparcida en la época de que el soborno podía “engrasar” la maquinaria del comercio.

“La corrupción es un obstáculo importante para el desarrollo económico. Reduce la inversión interna, desalienta la inversión extranjera directa, incrementa el gasto público y desvía el gasto gubernamental de áreas como educación, salud y mantenimiento de infraestructura hacia proyectos públicos menos eficientes (y más susceptibles de manipulación)”, se puede leer en un informe del Grupo de Investigación para el Desarrollo del Banco Mundial.

En el caso específico de México, el Instituto Mexicano para la Competitividad asegura que la corrupción representa “un lastre por los enormes costos económicos, políticos y sociales que ocasiona”. Diversas estimaciones calculan que su impacto económico anual oscila entre el 2% y el 10% del Producto Interno Bruto, la primera cifra proviene del observatorio económico México, ¿Cómo Vamos?, y la segunda, de la Organización de los Estados Americanos.

La corrupción en el primero lugar entre factores que inhiben un buen panorama de negocios.

El Foro Económico Mundial localizó a la corrupción como el primer obstáculo para lograr un buen entorno de negocios. Gráfica elaborada por el IMCO.

“México se ha quedado solamente para mano de obra barata”

Además de solucionar los problemas relacionados con la gobernanza antes expuestos, el ejecutivo de IAC explica que México necesita mejorar su competitividad con innovación tecnológica y generación de talento.

Actualmente, las ventajas del país están casi exclusivamente asociadas con el bajo precio de su mano de obra y posición geográfica estratégica, sin embargo, en un panorama global cada vez más exigente, esto deja de ser suficiente. Herrman explica sobre este cambio en la forma de las empresas para determinar dónde sería un destino óptimo para sus operaciones:

“Si yo pongo una planta basado, como hace 10 años, en el costo de de la mano de obra, estaría sacrificando completamente mi business case. O sea, toda la parte de la de de la ganancia. Tenemos que hacerla basado en la competitividad, de la calidad de los ingenieros, de la automatización”

En este contexto, opina que México se ha quedado rezagado en comparación con otras economías.

“En el caso, por ejemplo, de México, algo interesante es que se ha quedado solamente para mano de obra barata. Pero en el momento que quitas eso, siento que México tiene que avanzar más porque hay otros países que también tienen mano de obra muy barata”

Para subsanar estas carencias y competir hombro a hombro con otras potencias industriales, destaca el importante papel de la iniciativa gubernamental.

“Para México, me parece que el gobierno es algo que debe de capitalizar. Capitalizar la inversión, pero no nada más la inversión, sino también la parte de la innovación. La innovación de los procesos, la innovación de la maquinaria. Eso es básico. Y en México eso debe de venir de una iniciativa y de una política pública”.

 

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