Mazatlán, Sinaloa.- Con la firma de un convenio de colaboración con la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) y la comunidad de La Noria, la empresa PINSA es la primera compañía en México en neutralizar su huella hídrica mediante la conservación de cuencas.
El acuerdo, firmado el pasado 20 de junio, establece la protección de mil 375 hectáreas de selva en la cuenca alta del río Presidio, cuya recarga natural de agua equivale al volumen anual utilizado por la empresa, esto en un zona que alimenta directamente uno de los principales afluentes del río antes de llegar a la derivadora Siqueros, infraestructura clave para el abasto de agua potable en Mazatlán.
Con la firma, la comunidad de La Noria recibirá recursos para la conservación de su territorio mediante actividades de reforestación, restauración de suelos, vigilancia comunitaria y control de incendios forestales.
La estrategia de conservación se basa en el mecanismo de Pago por Servicios Ambientales con Fondos Concurrentes, siendo este el más grande aprobado en Sinaloa para la restauración ecológica y vigilancia territorial.
“Este convenio refleja nuestro compromiso real y tangible con el medio ambiente. No se trata solo de compensar, sino de regenerar y proteger las fuentes de vida que compartimos con las comunidades”, destacó Víctor Manuel Ledón Lizárraga, director General de Grupo Pinsa.
“Proteger la cuenca del río Presidio no solo garantiza agua para nuestras operaciones, sino para toda una región. Es una decisión estratégica, ética y necesaria para el futuro de Mazatlán”, añadió.
El cálculo para igualar el consumo de agua de PINSA con la producción hidrológica del territorio fue realizado por la organización civil Conselva, Costas y Comunidades, que desde hace más de una década trabaja en la región con un enfoque técnico y comunitario para asegurar las fuentes de agua.
Al respecto, su directora ejecutiva Sandra Guido, señaló que este logro demuestra la posibilidad de construir soluciones desde lo local a la crisis hídrica global, sobre todo cuando el sector privado asume su corresponsabilidad ambiental.
Por su parte, la titular estatal de la CONAFOR, Joanna Acosta Velázquez, destacó que este tipo de esquemas permite la colaboración entre comunidades, empresas, gobierno y sociedad civil para proteger ecosistemas clave.
“En el caso de Mazatlán, este mecanismo es clave para asegurar los servicios ecosistémicos en una ciudad que atraviesa una sequía prolongada”, señaló.
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