Culiacán, Sin.- El programa federal Salud Casa por Casa, creado para acercar servicios médicos a personas mayores y con discapacidad, se ha convertido en otro símbolo del desgaste institucional y del abandono laboral, según denunció este martes la diputada Roxana Rubio Valdez, coordinadora del Grupo Parlamentario del PAN en el Congreso del Estado de Sinaloa.

En conferencia de prensa, la legisladora panista calificó al programa como un simulacro de atención y lo rebautizó como Programa del Malestar, al asegurar que no cuenta con recursos, insumos ni respaldo operativo para cumplir sus objetivos.

Lo advertimos y hoy lo vemos con claridad: este programa está en ruinas. No hay recursos, no hay organización, no hay insumos. Los facilitadores de salud han sido abandonados sin viáticos, sin herramientas y sin respaldo institucional. Y lo más grave: cuando se atreven a denunciar, los despiden”, sentenció.

El pronunciamiento llega tras semanas de señalamientos por parte de trabajadores cesados sin previo aviso, quienes han denunciado públicamente retrasos en pagos, falta de contratos formales y condiciones precarias de trabajo. Algunas versiones también apuntan a que el programa ha sido utilizado como plataforma de recolección de datos personales con fines políticos.

La salud no puede ser un botín político ni una base de datos electorales. La dignidad de las personas no puede seguir siendo usada para sostener un proyecto fallido”, expresó.

A decir de la legisladora, el programa operado por la Secretaría del Bienestar ha sido instrumentalizado para mantener control territorial y político, aprovechándose de la vulnerabilidad de las personas que supuestamente busca beneficiar.

Desde el Congreso del Estado, la bancada del Partido Acción Nacional exigió la reinstalación inmediata de los trabajadores despedidos, el pago justo y puntual a quienes siguen esperando su salario, contratos formales y condiciones laborales dignas y, finalmente, el cese inmediato del uso electoral de los programas sociales.

Rubio concluyó asegurando que el PAN continuará denunciando estos abusos y defendiendo a los trabajadores de la salud, ante un gobierno que promete mucho, pero entrega resultados desastrosos.

La denuncia pone sobre la mesa un problema mayor: programas sociales sin estructura ni garantías laborales, operados con fines más propagandísticos que humanitarios, y sostenidos sobre el silencio obligado de quienes los implementan.

 

MÁS SOBRE EL PROGRAMA SALUD CASA POR CASA: