En tal atmósfera de desconfianza, la deuda adquirida por el Gobierno del Estado y los rubros en que se aplicará el crédito requieren de la máxima transparencia y supervisión ciudadana.
EDITORIAL
Sinaloa enfrenta una crisis hídrica con presas al 16% de capacidad. Urge implementar planes de mitigación y adaptación ante sequías prolongadas y futuras.
Sinaloa lo que necesita hoy es la articulación de las mayores voluntades posibles en la reactivacion de los quehaceres legítimos de la sociedad, sin que sean obstaculizadas por situaciones absurdas como la que impone el SAT.
Plan de Reactivación Económica en Sinaloa busca enfrentar violencia y reactivar economía con inversión pública, programas sociales y proyectos clave.
La UAS enfrenta crisis financiera recurrente; urgen transparencia y austeridad en su presupuesto para evitar sospechas sobre el uso de recursos públicos.
Las ramas productivas y los quehaceres que son la única posibilidad de sustento de miles de sinaloenses no pueden apostarle a sobrevivir con los apoyos que el gobierno otorga.
2025 debe ser el año de la paz efectiva en Sinaloa, con una sociedad que ya no tolera la violencia y exige seguridad, legalidad y esperanza.
La cada vez menor disposición de agua para las actividades productivas y la no tan lejana escasez también para el consumo humano hacen trascendente la decisión que adopta el gobierno.
La escena dantesca que se repite a diario en diferentes sectores de Culiacán, al hacer que el fuego acabe con patrimonios de familias y aparte determine moralejas que amedrentan a los ciudadanos en general.
El Congreso de Estado hace eco de la demanda generalizada de los sinaloenses que durante casi cien días han soportado las consecuencias del choque entre células criminales del Cártel de Sinaloa.