Durante la “cuesta de enero” te recomiendan “apretar el cinturón” para salir rápido del atolladero y despilfarro económico de fin de año. Sacamos a colación esto por la relación que tiene el Cinturón de Darién, las sequías y el impacto en la ganadería en nuestra entidad.
El Cinturón de Darién es una región que se extiende desde el sur de México hasta el norte de Colombia, incluyendo a Centro América. La región es rica en biodiversidad y sirve como una garita natural para el trasiego natural de diversas especies debido a que conecta a Norte y Sur América. Con estos atributos ha sido crucial para el control del gusano barrenador del ganado de la mosca (Cochliomyia hominivorax), una plaga que puede ser para el ganado.
El cinturón de Darién fue el sifón para el control biológico del gusano barrenador del ganado gracias a un esfuerzo internacional, tanto así que en 1991 la plaga fue erradicada de México. Desafortunadamente, en el 2024 se detectaron brotes del gusano barrenador en el estado de Chiapas, lo que indica que hubo movimientos allende el cinturón de Darién o fueron laxos en su control.
Dadas las circunstancias actuales de sequía en el país es preocupante que la plaga tome su camino al norte debido a que existen condiciones para que ello ocurra. Me explico, con la sequía las plantas no tienen suficiente follaje y las ramas pueden ser punzocortantes con la capacidad de pinchar la piel del ganado provocando heridas que son las hospederas de la mosca barrenadora para poner huevecillos que en su metamorfosis se tornan en gusanos que se alimentan de los tejidos vivos de los animales para su supervivencia, provocando laceraciones graves o incluso la muerte si no son atendidas.
Aquí es donde indirectamente impacta la ausencia de agua, pues las plantas sin el suficiente follaje, ya no actúan como barrera protectora entre las ramas, que en la ganadería extensiva sirven de alimento y se exponen a estos insectos y la piel de los animales, lo que puede causar heridas en la piel o cuero de los animales a la espera de estas moscas.
Las sequías en el país y en particular en el noroeste siguen presentes como también estos insectos voladores, por lo que el actuar gubernamental y de los diversos sectores económicos y sociales es urgente. Apretar el cinturón en enero, si llegamos a la talla en la cintura, es parte de nuestra cultura gastronómica y “gastonómica”, sin embargo, acciones en el cinturón de Darién deben de ser aplicadas para el control biológico de este tipo de plagas que impactan al sector agropecuario.
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