El mes pasado terminé un nuevo curso en el Posgrado de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales (FACES) de la Universidad Autónoma de Sinaloa. Se trató de la asignatura de Econometría Avanzada ofrecida a los alumnos de la Maestría en Ciencias Económicas y Sociales y, el Doctorado en Ciencias Sociales, dos posgrados de calidad que operan en dicha Facultad.

En el desarrollo de esta materia se abordaron distintos tópicos a través de tres módulos, pero al que en esta ocasión quiero referirme es al módulo de Econometría Espacial. Para aprobarlo, los alumnos tenían que presentar un estudio en el que, utilizando los métodos y las técnicas propias de esta disciplina, analizaran el comportamiento de una variable socio económica relevante para la vida nacional. La variable en estudio fue el rezago educativo en las entidades federativas de México y, su relación con la participación de las actividades primarias en las estructuras productivas de las entidades y la población en condición de pobreza en cada una de ellas.

Consideré relevante pedirles que estudiaran el rezago educativo en atención a su preocupante crecimiento en las últimas mediciones del CONEVAL (18.5% en 2016 y 19.4% en 2022) y a su evidente relación con los indicadores de crecimiento y desarrollo regional. Lo que en esta ocasión les muestro, son los hallazgos más importantes encontrados en el excelente estudio realizado por los estudiantes del Posgrado de la FACES.

Antes de empezar conviene precisar que el rezago educativo al que en este análisis se hace mención se refiere a la población de 15 años y más que no sabe leer ni escribir (analfabeta) y/o que no ha iniciado o concluido su educación primaria o secundaria. De acuerdo con el IMCO, en México hay 34.8 millones de niños, niñas y jóvenes entre tres y 18 años que, por su edad, deberían asistir a la educación obligatoria. De ellos, 6.4 millones no asisten a la escuela (18%). La mitad de los estudiantes que no logran acceder a la educación formal pertenecen a algún grupo desfavorecido, tales como las comunidades indígenas, personas con discapacidad, población rural y afrodescendiente. La población que enfrenta mayores obstáculos en el acceso se da entre las personas que hablan alguna lengua indígena, ya que, de ellas, casi tres de cada 10 no asisten a la escuela.

En principio observemos un mapa temático de cuartiles que muestra a las entidades federativas agrupadas de acuerdo con su nivel de rezago educativo. En su mayoría, los estados que tienen menor porcentaje de población con rezago educativo en el año 2022 se encuentran en el norte del país, mientras que las entidades con los porcentajes más altos están en la zona sur. El porcentaje de población con rezago educativo en el año 2022 en el primer cuantil se ubica entre 17.4 y 22.5 por ciento, y en el cuarto cuartil se encuentra entre el 30.9 y el 46.6 por ciento.

Se construyó y analizó también el mapa de desviación estándar, que muestra qué entidades tienen un nivel de rezago educativo por debajo o encima de la media para esta variable. Señala también, cuántas desviaciones estándar se alejan de la media. En el mapa se puede observar que existen 21 entidades que se encuentran por debajo de la media en cuanto a porcentaje de población con rezago educativo, es decir, la mayor parte de las entidades de México tienen niveles de rezago educativo bajos. Hay 18 entidades que tienen una desviación por debajo de la media y 3 que tienen dos desviaciones por debajo de la media (Coahuila, Nuevo León y CDMX). Por otra parte, 11 entidades presentan porcentajes de población con rezago educativo superiores a la media, en este caso, 5 entidades tienen una desviación por encima de la media y 5 entidades tienen dos desviaciones por encima de la media. Cabe señalar que un estado presenta desviación estándar atípica superior. Es el caso de Chiapas, el cual tiene un nivel de rezago educativo muy superior a la media del país y aparece con 3 desviaciones por encima de la media, siendo su porcentaje de población con rezago educativo superior al 42.6 por ciento. El diagrama de caja, utilizado para la detección de valores atípicos en el conjunto de datos, revela que efectivamente el rezago educativo es en este caso extraordinariamente alto.

Después de realizar un análisis univariante utilizando mapas temáticos, mapas de puntos atípicos, mapas de cuantiles, histograma de frecuencias, mapa de desviación típica, mapa de tendencia central y la representación de los puntos atípicos por medio de los mapas de percentiles, diagrama o mapa de caja y cartograma, se encontró que los estados del sur de país, entre los cuales destacan Chiapas, Michoacán y Oaxaca son los que presentaron mayores niveles de rezago educativo. Asimismo, dichos estados tuvieron altos niveles de participación en actividades primarias en el PIB durante el año 2022 como el caso de Michoacán, aunque algunas entidades con niveles altos de participación de las actividades primarias no presentaron niveles altos de rezago educativo. Son los casos de Sonora y Chihuahua.

Por otra parte, los estados que presentaron mayores niveles de población en condición de pobreza también son los que tuvieron mayores niveles de rezago educativo y se ubicaron en su mayoría en el sur del país como es el caso de Chiapas y Oaxaca. Debido a esto, es posible señalar que ambas variables explicativas tuvieron una incidencia importante sobre la variable dependiente, aunque la variable porcentaje de población en condición de pobreza parece que tuvo una mayor relación con el comportamiento de la variable porcentaje en rezago educativo.

El mapa condicional (que se muestra arriba) representa la relación entre el porcentaje de participación de las actividades primarias en el PIB de las entidades y el porcentaje de la población en condición de pobreza, teniendo como tema del mapa el porcentaje de población con rezago educativo. Podemos observar que el mapa que se encuentra hasta la derecha y en la parte superior, corresponde a entidades con alta participación de las actividades primarias en el PIB y niveles altos de pobreza. De ellas, 2 tienen niveles altos de rezago educativo (Zacatecas y Veracruz) y otras 2 niveles muy altos (Chiapas y Michoacán). Por otra parte, el mapa que se encuentra hasta la izquierda y en la parte inferior, corresponde a entidades con baja participación de las actividades primarias en el PIB y niveles bajos de pobreza. De ellas, una tiene nivel medio bajo de rezago educativo (BCS) y otras 3 niveles bajos (Querétaro, Coahuila y Nuevo León).

En el análisis espacial se prueba también si las variables presentan algún grado de autocorrelación espacial, entendida esta como la posibilidad de que los valores de una variable, en este caso el rezago educativo, este relacionado con los valores de esta variable en las regiones o entidades federativas vecinas. El análisis realizado muestra que existe una relación lineal positiva entre el rezago educativo de una entidad y el rezago educativo de sus regiones vecinas, es decir, cuando el rezago educativo de las entidades vecinas de un estado aumenta o disminuye, el rezago educativo de dicho estado se mueve en el mismo sentido. Esto lo podemos determinar a partir del signo positivo de un indicador llamado I de Moran (que además es estadísticamente significativo). Las entidades con altos porcentajes de rezago educativo tienen por vecinos a entidades con las mismas características. Asimismo, las entidades con bajos niveles de rezago educativo tienen por vecinos a entidades en la misma condición.

Los resultados encontrados condicionan que en el caso de construir y estimar un modelo econométrico para estudiar la forma en la que el peso de las actividades primarias en la estructura productiva de las entidades y el grado de pobreza en ellas explica el grado de rezago educativo en las distintas regiones, sería necesario incorporar un componente espacial. Sin entrar en cuestiones más técnicas por razones de espacio, solo señalo que a través de un modelo de Mínimos Cuadrados Ordinarios (MCO) se confirmó que la participación de las actividades primarias en el PIB y la población en condición de pobreza sí tienen un impacto estadísticamente significativo sobre el comportamiento del rezago educativo, y la relación entre dichas variables es positiva. Al mismo tiempo, con ese modelo, se confirmó que era adecuado utilizar un modelo tipo LAG (estimado a través del Método de Máxima Verosimilitud) que incorpora como variable explicativa adicional al retardo espacial de la variable dependiente, en este caso el rezago educativo.

Con el modelo LAG se encontró que el rezago educativo de las regiones vecinas tiene un impacto estadísticamente significativo sobre el rezago educativo de una entidad y que esta relación es positiva, por lo cual, cuando dicha variable aumenta o disminuye en las regiones vecinas esto impacta el comportamiento del rezago educativo en una determinada entidad. Se puede concluir que el análisis econométrico espacial realizado ha permitido identificar la importancia de los factores espaciales en la distribución del rezago educativo en México. Los resultados obtenidos sugieren que las políticas públicas dirigidas a reducir el rezago educativo deben tener en cuenta la dimensión espacial de este fenómeno y deben estar focalizadas en las entidades federativas con mayores niveles de rezago educativo y en sus áreas de influencia.

Es importante destacar que este estudio se ha basado en datos a nivel estatal. Para un análisis más profundo, se podría considerar la utilización de datos a nivel municipal o en niveles más bajos de desagregación. Además, se podrían incluir otras variables explicativas que podrían ser relevantes para explicar el rezago educativo, como la inversión en educación, la calidad de la educación o el acceso a servicios educativos.

Espero no haber abusado de los aspectos técnicos relacionados con la metodología utilizada y haber sido lo suficientemente claro para explicar los aspectos más relevantes de este estudio. Lo que he presentado es un apretado resumen de un trabajo más amplio de gran calidad elaborado por una parte del grupo de estudiantes con los que tuve el gusto de compartir el curso de Econometría Avanzada. Dedico esta colaboración a Edgar, Carla, Rosaura, José Manuel, Juan Carlos, Tohtli, Misael, Grecia, Frida, Amy, Marion, Martha y Salim.

Referencias

IMCO (2024). DESIGUALDADES EDUCATIVAS EN MÉXICO. https://imco.org.mx/desigualdades-educativa-en-mexico/

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